Antonio Lavilla, Product Manager Monitoring & Control en Xylem Water Solutions España, durante su intervención en la pasada Semana del Tratamiento del Agua, expuso los problemas habituales de las estaciones de bombeo de aguas residuales (EBAR), como atascos, sedimentación, malos olores y acumulación de residuos flotantes. Además, subrayó cómo un diseño o gestión inadecuados pueden exacerbar estos problemas y, en consecuencia, aumentar los costos operativos y de mantenimiento. «Todo lo que se pueda hacer para extender la vida útil de los equipos nos hará más eficientes. Por eso es importante entender los costos del ciclo de vida de una estación de bombeo», señaló.
En este sentido, destacó algunas de las soluciones tecnológicas avanzadas implementadas por Xylem, incluyendo impulsores autolimpiantes y algoritmos inteligentes de limpieza de bombas, que no solo combaten estos problemas, sino que también reducen significativamente el consumo energético. Uno de los puntos fuertes de su presentación fue el análisis del costo del ciclo de vida de las bombas. Antonio explicó que la inversión inicial y los costos de instalación son solo una pequeña parte del costo total, siendo el consumo de energía y los costos operativos los componentes más significativos.
Asimismo, presentó datos y casos prácticos donde las innovaciones de Xylem, como Flygt SmartRun y Flygt Concertor, han permitido ahorros considerables, enfatizando cómo el manejo eficiente de las bombas puede llevar a una reducción de hasta el 70% en los costos de energía. Además, en 2024 Xylem lanzó el nuevo sistema de control para estaciones de bombeo, Xylem NEXICON, presentado de forma modular y flexible para optimizar los costos de diseño, incorporando todas las funciones necesarias para el bombeo de agua residual.
Antonio Lavilla concluyó su presentación subrayando el compromiso de Xylem con la innovación continua y la introducción de soluciones que no solo mejoran el rendimiento energético, sino que también facilitan una operación y mantenimiento más eficientes. «Una estación de bombeo eficiente tiene tres objetivos: primero, no aliviar; segundo, eliminar los problemas habituales; y finalmente, ahorrar energía sin penalizar los dos primeros puntos».