Aqualia es una de las compañías que se ha adherido a la Declaración Internacional de posicionamiento del sector sobre los productos no aptos para desechar por el inodoro y aquellos etiquetados como aptos.
En España, la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), en su calidad de representante español de los operadores de agua urbana en la Organización Internacional de Normalización (ISO), ha sido la encargada de promover e impulsar esta iniciativa que pretende evitar los problemas medioambientales y económicos provocados por obstrucciones y daños en los equipos de las redes de alcantarillado y estaciones depuradoras.
Más de 80 asociaciones y entidades operadoras de los servicios de agua urbana de países como EE.UU., Canadá, Reino Unido, Francia, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Holanda han suscrito dicha declaración.
Aqualia, concienciación local
Desde hace ya varios años, y en su ámbito de actuación en los ayuntamientos en los que Aqualia presta servicio, la compañía impulsa, en colaboración con la administración pública, campañas de concienciación advirtiendo del perjuicio medioambiental y económico que provoca arrojar al inodoro determinados productos y residuos.
Ávila, Badajoz, Oviedo, Lleida, Salamanca, Santander, Jaén, Talavera de la Reina (Toledo), Ibiza, Calahorra (La Rioja), Dénia (Valencia), Villena (Alicante), Albal y Alboraya (ambas en Valencia) son algunas de las poblaciones en las que la empresa ha desarrollado dichas campañas llamando la atención sobre el hecho de que arrojar toallitas desechables al inodoro es una de las principales causantes de los problemas en las redes de saneamiento y en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales.
Arrojar este tipo de productos al inodoro puede provocar una acumulación de fibras y tejidos en las tuberías de saneamiento y en la depuradora
Arrojar este tipo de productos al inodoro puede provocar una acumulación de fibras y tejidos en las tuberías de saneamiento y en la depuradora y, por lo tanto, averías por atascos en la red de saneamiento y roturas en los equipos de la depuradora de la ciudad. Las toallitas o el papel de cocina no se descomponen en contacto con el agua como la celulosa de la que está hecha el papel higiénico.
Pero además, tampoco se debe tirar al inodoro otros residuos como compresas, gasas, preservativos, bastoncillos o aceites de cocina. Una conducta responsable en el uso del agua tiene que ir encaminada no solo a un consumo racional del recurso, sino la correcta devolución a su entorno natural con todas con todas las garantías de sostenibilidad.
Estas actitudes incívicas suponen un sobrecoste económico en los servicios públicos de agua. Así, por ejemplo en el caso de Lleida, su depuradora recibe anualmente más de 300 Toneladas de este tipo de residuos que se tienen que tratar de manera especial y transportar a un vertedero industrial con un vehículo debidamente adaptado. Todo ello representa un coste de 75.000 euros al año.
Aqualia es la empresa de gestión del agua de FCC, uno de los grupos de servicios ciudadanos líderes en Europa. La compañía es la primera española de su sector, la tercera empresa privada de agua de Europa y la sexta en el Mundo, según el último ranking de la publicación especializada Global Water Intelligence (GWI), y atiende a 22,5 millones de usuarios.
En la actualidad presta servicio en 1100 municipios de 21 países: España, Italia, Portugal, República Checa, Polonia, Rumanía, Montenegro, Bosnia, México, Chile, Uruguay, Argelia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Serbia, Kosovo, Túnez, Catar, India y Colombia. En el último ejercicio, la Compañía facturó 1033 millones de euros y alcanzó una cartera de negocio de más de 14.000 millones de euros.