Audi ha desarrollado en su planta de San José Chiapa (México) un nuevo tratamiento de agua en su proceso productivo que asegura recolecta el 100% del agua residual liberada durante la producción, purificándola y devolviéndola como agua limpia al sistema de suministro de la planta.
De esta forma, el fabricante ha asegurado que se consigue un uso "sostenible" del agua como recurso y se minimiza el impacto ambiental en todo el proceso de producción, desde el taller de pintura, hasta en las pruebas de fugas.
Audi México ha explicado que las aguas residuales generadas se someten primero a un tratamiento físico-químico, que neutraliza el agua y elimina partículas y metales pesados. Posteriormente, este agua se procesa junto con el agua residual generada en una planta de tratamiento biológico, donde los componentes orgánicos se descomponen. Finalmente, se separan los contaminantes restantes, incluidos los gérmenes bacterianos y los álcalis.
La compañía ha resaltado que este sistema es "pionero" dentro del tratamiento de las aguas residuales. En este sentido, el miembro de la junta directiva responsable de Producción y Logística de Audi, Peter Kössler, ha defendido que la compañía, como fabricante de automóviles, debe garantizar el uso "cuidadoso" y "compatible" con el medio ambiente de recursos "valiosos", como es el agua. Asimismo, Kössler ha destacado que, a través de este método, se realiza una contribución "significativa" al combatir la escasez de agua en México.
Ahorro de 100.000 metros cúbicos de agua al año
Audi México ha explicado que el agua tratada se usa para el proceso de producción y para regar las áreas verdes en los terrenos de la planta. Con este proceso "innovador", la compañía ha afirmado que ya está ahorrando alrededor de 100.000 metros cúbicos de agua por año, lo que equivale a una cuarta parte del requerimiento total de agua de la planta.
"Con el nuevo sistema de tratamiento de aguas residuales, Audi está dando un paso importante hacia un ciclo de agua autónomo", ha asegurado Rüdiger Recknagel, jefe de Protección Ambiental de Audi.
A largo plazo, la compañía desea ahorrar más de 300.000 metros cúbicos de agua subterránea cada año. Concretamente, Recknagel ha indicado que para fines de 2025, la compañía pretende reducir el impacto medioambiental del grupo en un 35% por vehículo producido en comparación con 2010.
Para reducir aún más el uso de aguas subterráneas, Audi ha construido un depósito con una capacidad de 240.000 metros cúbicos que se llena durante la temporada de lluvias, de abril a septiembre, recolectando el agua que se usa, posteriormente, para la planta. Además, como parte de su compromiso medioambiental, Audi México también ha plantado más de 100.000 árboles e instalado 25.000 tanques sépticos en un área de 100 hectáreas del municipio mexicano de San José Ozumba.