El Riachuelo es uno de esos sitios emblemáticos que despierta diversas emociones entre los argentinos. Desde su cuenca alta en la zona rural de Cañuelas y General Las Heras hasta su tramo final entre La Boca, uno de los barrios más pintorescos de la Ciudad de Buenos Aires, y Avellaneda, el río recorre 64 kilómetros en cuyas orillas habitan casi 5 millones de personas.
Muchas historias tienen a la cuenca como protagonista. Muchas de ellas ligadas a 200 años de abandono y contaminación. Pero hace algo más de una década se está tejiendo una historia diferente. Con el reclamo de un grupo de vecinos afectados por la contaminación y el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación reconociendo su derecho vulnerado y la recomposición del daño ambiental, comenzó un nuevo camino para torcer el destino de este río. Sin dudas, un largo y difícil camino en el que recién en el último tiempo se están viendo los primeros resultados.
En este proceso, el Banco Mundial acompaña desde el 2009 el Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA) de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) con una serie de acciones que promueven el desarrollo sustentable, a través del saneamiento, el control industrial, la planificación territorial y el manejo de inundaciones.
Parte importante del proyecto que financia el Banco consiste en apoyar la construcción del Sistema Riachuelo, que complementará al sistema existente de saneamiento en el área de prestación de servicio de AySA permitirá sumar a 1,5 millones de personas a la red y mejorar el servicio a 4,3 millones de habitantes.
Las obras más importantes que están en marcha (varias de ellas con alto porcentaje de avance) son:
- Un mega colector cloacal subterráneo en la margen izquierda del río Matanza Riachuelo (Colector Margen Izquierdo y Desvio Colector Baja Costanera), que tendrá por objetivo transportar los efluentes provenientes de la Ciudad de Buenos Aires e interceptar, en tiempo seco, los caudales de los conductos pluviales y arroyos que actualmente vuelcan al Riachuelo, y llevarlos hacia la Planta de pretratamiento Riachuelo, ubicada en Dock Sud (Avellaneda).
- Una planta de pretratamiento Riachuelo, que recibirá el líquido cloacal y le quitará los sólidos medianos y finos así como también las arenas y grasas.
- Un emisario subacuático en el Río de la Plata, que conducirá y realizará la difusión de los efluentes cloacales pre-tratados, garantizando así la adecuada disposición en el río.
- Redes cloacales y de agua potable para barrio vulnerables de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires
- La construcción de un parque industrial curtidor con la infraestructura para el tratamiento de los efluentes líquidos industriales en Lanús, donde se radicarán pequeñas y medianas empresas para trabajar el cuero de manera sustentable.
La historia de transformación del Matanza Riachuelo ya empezó y hoy ya no es utópico imaginar que en algunos años se logrará la meta de tener un río con una mejor calidad de agua que permita su aprovechamiento y la mejora de la calidad de vida de los vecinos.
Así, millones de argentinos podrán repensar al Riachuelo y contar la historia de cómo se trabajó en pos del bienestar de las próximas generaciones.