El agua es un bien imprescindible del que tienen que hacerse responsables los servidores públicos que, en esencia, son los representantes del interés común de la sociedad. Tienen que ofrecerla con las mayores garantías de salubridad y abundancia para permitir el desarrollo digno de la población. Han de evitar, primero, sobreexplotar este recurso agotable y que su uso interfiera negativamente en los ecosistemas naturales existentes; y segundo, han de evitar que el abastecimiento se transforme en una actividad especulativa, en la que prime la práctica económica por encima del abastecimiento equitativo y en condiciones de igualdad de accesibilidad al conjunto de la población. El acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano reconocido, identificado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, desde junio del 2010, donde se exhorta a los gobiernos e instituciones, a extender el abastecimiento de calidad y con la suficiente cantidad a todos los pueblos.
Estos son los principios básicos de la gestión del agua potable. Pero en las sociedades occidentales, donde el abastecimiento está habitualmente garantizado a la casi totalidad de la población, las Administraciones han de avanzar más allá del estricto servicio de abastecimiento. Existe, por parte de ellas, una responsabilidad implícita en mejorar la calidad de vida del conjunto de la sociedad, y en el caso concreto de las Empresas Públicas de Abastecimiento de Agua Potable, han de facilitar el acceso allí donde se desarrollen las actividades cotidianas de los ciudadanos. El agua es la bebida de consumo principal en cualquier dieta saludable y equilibrada, un recurso esencial para el bienestar individual del que tiene el derecho de disfrutarla y el deber de cuidarla el conjunto de la sociedad.
La marca ProGrifo, lanzada por la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento, identifica a los Ayuntamientos y Empresas que defienden el consumo responsable de agua pública de grifo y da, a ésta, la importancia que le corresponde por la calidad, los beneficios que reporta a la sociedad y el grado de integración ambiental que ofrece. Tales Ayuntamientos y Empresas Públicas se marcan entre sus objetivos:
- Incrementar el acceso gratuito al agua potable en los recorridos y lugares habituales por los que transita o acude la población en sus actividades cotidianas de trabajo, ocio o deporte, analizando y optimizando la red de fuentes de agua potable, en la vía pública y en los espacios abiertos, pero también en los edificios e instalaciones que gestiona, así como facilitando su incorporación en otros de carácter privado.
- Transmitir con claridad las cualidades del agua de grifo y la ideoneidad de la titularidad pública de la misma para, a su vez, favorecer que la población se identifique con su agua local. En este sentido, se trabaja en la generación de una imagen de calidad entorno al agua de grifo en los distintos puntos de abastecimiento, tanto en los espacios abiertos como en el ámbito privado de los hogares, restaurantes, servicios públicos, etc.
- Sensibilizar a la población de la necesidad de hacer un consumo de agua adecuado y un uso correcto de los desagües para obtener una huella ecológica débil. A través del desarrollo de actividades escolares y de talleres formativos, se ofrece a los alumnos los conceptos básicos de la gestión del agua, el origen, los procesos de tratamiento, conducción y depuración, o de la importancia de hacer un consumo responsable en los hogares, con especial atención a los periodos habituales de sequía.
- Concienciar a la población de la importancia del agua potable como recurso común de primera necesidad, a través del cual ofrecer un mínimo vital equitativo que permite a cualquier persona desarrollar su vida con dignidad en todo momento.
- Establecer herramientas de solidaridad para favorecer el acceso al agua potable de calidad en regiones con dificultades de abastecimiento, cumpliendo con el mandato de las Naciones Unidas. La acción solidaria de estos Ayuntamientos y Empresas Públicas nacionales se enmarcan así en un ámbito geográfico que va más allá del propio espacio de sus competencias, pero que es fundamental en la concepción del Derecho Humano al agua.