La refrigeración es esencial para el bienestar de las personas en los entornos urbanos. Se necesita en todas las épocas del año, aunque especialmente se haga palpable en verano.
Este tipo de refrigeración es usada en todo tipo de locales, ya sean edificios de viviendas, colegios, hospitales, oficinas o fábricas.
¿Qué es la refrigeración urbana?
La refrigeración urbana es una manera de refrigerar una ciudad con los recursos naturales que se disponen alrededor, en un momento determinado. Consiste en una red de tuberías, por las cuales circula agua fría, y sirve para climatizar el interior de los locales por donde esta se suministra.
El frío se obtiene de una manera directa de los océanos, lagos, ríos o capas freáticas, dependiendo de la localización de la ciudad. El inconveniente es que no siempre se podrá refrigerar tan solo con las masas de agua antes mencionadas, por lo que se suele tener un sistema de refrigeración adicional disponible.
Una gran ventaja es que, con los sistemas de refrigeración urbana, se consume mucha menos energía que con los sistemas de aire acondicionado convencionales. Además, gracias a este descenso de consumo energético, también se ahorran grandes cantidades de emisión de CO2.
La refrigeración urbana es sostenible, competitiva y segura, siendo así una alternativa importante a los aires acondicionados a los que estamos más acostumbrados.
Está claro que dependes en gran medida de los recursos naturales a tu alrededor, y que hay ciudades que por su ubicación parten con ventaja, pero siempre hay que aprovechar las fuentes de energía no contaminantes que se tengan disponibles.
Actualmente, existen sistemas de refrigeración urbana en muchos países del mundo, como Finlandia, Suecia, EEUU, Canadá, Suiza, Países Bajos, Emiratos Árabes, etc.
Refrigeración urbana de Tampere
Tampere es la segunda área urbana más importante de Finlandia, y la tercera en cuanto al número de habitantes. Entre otras muchas cosas, destaca por su gran cantidad de lagos (unos 2500), de los cuales una veintena son lagos de gran tamaño, llegando a superar los 20 km2. Su localización y su clima son óptimas para poder tener una refrigeración urbana natural.
En particular, tienen una planta de refrigeración remota en la costa de Kaupinoja, que aprovecha el agua fría de las profundidades del lago Näsi. El agua se bombea a través de una tubería de 1 km de extensión y 1,4 m de diámetro. Posteriormente, se distribuye a toda la ciudad, gracias a una red de refrigeración remota, la cual crece cada año. Aunque en los meses de verano se requiere refrigeración adicional, se estima que aproximadamente el 80% de la energía de refrigeración anual proviene del lago.
La refrigeración urbana tan solo es un ejemplo de cómo aprovechar de una manera sostenible el agua de nuestro entorno. A cambio, qué menos que valorarla, cuidarla y respetarla como se merece.