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Gestagua y el grupo SAUR movilizaron voluntarios y equipos a las zonas más afectadas de Valencia

Durante las jornadas más intensas de la DANA, Gestagua gestionó los servicios de agua en sus explotaciones de acuerdo a sus propios protocolos de actuación y recuperó la normalidad en apenas dos días en aquellas que se vieron afectadas. En otras, como Fuengirola, las lluvias torrenciales apenas dejaron incidencias reseñables. En los días inmediatamente posteriores al paso del temporal por Valencia, el grupo movilizó voluntarios y equipos a la zona, tanto desde su explotación en Carballo como desde filiales en Portugal y Francia.

El 29 de octubre pasará a la historia como el día de la devastación para un buen número de ayuntamientos del sureste español debido a una DANA de efectos catastróficos que se ha cobrado más de doscientas víctimas, la inmensa mayoría en Valencia, pero también en Albacete, Cuenca y Málaga. A las víctimas se suman los daños incuantificables no solo en estas provincias, sino también en localidades de Barcelona, ​​Tarragona, Almería, Granada y Murcia. En varios de estos lugares, las redes de agua potable quedaron inhabilitadas al ser arrastradas por las corrientes, mientras que el lodo dejó obstruidas las redes de alcantarillado, comprometiendo el saneamiento y generando atascos que representan serios riesgos para la salud pública.

La rápida respuesta de Gestagua permitió solucionar todas las incidencias en sus explotaciones en apenas dos días

Gestagua ha experimentado y gestionado directamente los efectos de la DANA en localidades de Almería, como Purchena, Albox y Olula del Río, y Granada, como Cortes de Baza. Afortunadamente, la incidencia ha sido mucho menor que en Valencia o Castilla-La Mancha, pero también con importantes destrozos. Ahí ha volcado la compañía todos sus esfuerzos durante las horas siguientes al adverso meteorológico, consiguiendo pasar, en apenas un par de días, de una situación de crisis a la recuperación de la normalidad en la prestación del servicio. Una respuesta eficaz e inmediata con nombres y apellidos, «los de profesionales como Eduardo Cano, Eva Pérez y Ángel Rodríguez, que junto con un equipo comprometido han sabido estar a la altura de la confianza de nuestros clientes», declaran responsables de la empresa, parte del Grupo SAUR.

Empleados de Gestagua en Carballo se desplazaron a Massanassa para colaborar en la limpieza de las redes de saneamiento

La concentración de esfuerzos y medios en estos municipios desde el primer minuto no impidió la movilización a las zonas más castigadas de diversos equipos desde otros lugares del país que se vieron afectados, tanto de medios humanos como de vehículos o soluciones tecnológicas. Se movilizaron equipos también desde Portugal y Francia, mostrando SAUR Internacional su capacidad de coordinación para brindar asistencia inmediata entre países vecinos en situaciones de emergencia.

Así, el pasado lunes, 4 de noviembre, Benigno López y Víctor Villanueva, jefe de servicio y operador de planta, respectivamente, de Gestagua en Carballo (A Coruña), partieron desde la Costa da Morte hacia Valencia con un camión sanitario y una pick-up equipada con bomba, grupo electrógeno, equipos de protección, detector de gas, palas, cepillos... y, sobre todo, según relataban, «muchas ganas de ayudar, tanto por nuestra parte como por la del Ayuntamiento de Carballo», a cuyo servicio municipal están adscritos ambos vehículos.

Tras casi 1.000 kilómetros y un viaje de doce horas, comenzaron a trabajar desde primera hora del martes en Massanassa, junto con la delegada regional de la empresa, María Silla, formando la avanzadilla de empleados de Gestagua que colaboraron como voluntarios en las áreas afectadas por la DANA.

Su trabajo consistió en reparar los daños causados por la acumulación de lodos en las redes de alcantarillado y saneamiento. Achicando agua, facilitaron la retirada de lodos y de escombros para el vaciado de garajes, en colaboración con bomberos llegados igualmente de diferentes lugares de España y en coordinación del ayuntamiento. El principal desafío tras el bombeo del agua fue la limpieza del alcantarillado, ya que el lodo seco podía generar obstrucciones que aumentasen el riesgo de futuras inundaciones.

En paralelo, la división internacional de SAUR puso a disposición 182 plantas móviles para atender las necesidades de las localidades afectadas, proporcionando recursos flexibles y móviles para el tratamiento de agua y aguas residuales, garantizando así un suministro continuo y eficiente las veinticuatro horas. Con más de veinticinco años de experiencia, estas soluciones modulares ofrecen una alternativa rentable a las plantas de tratamiento fijas, optimizando los costos operativos y eliminando la necesidad de grandes inversiones de capital.

El grupo también puso en marcha una iniciativa de donación en colaboración con Cruz Roja, animando a su personal a que cada uno aportase lo que considerase oportuno, con el compromiso por parte de la compañía de igualar las donaciones realizadas y con el fin de continuar brindando apoyo en las semanas posteriores a la tragedia.

Las consecuencias de las lluvias torrenciales asociadas a la DANA han expuesto deficiencias significativas en las infraestructuras hídricas, provocando fallos en numerosos sistemas de drenaje. Esta situación debe considerarse en el contexto nacional de déficit de inversión, en concreto en el sector del agua, ampliamente documentado y estimado en 25.000 millones de euros. Todo ello evidencia la necesidad de renovar infraestructuras y adoptar tecnologías avanzadas como los modelos BIM, que recientemente ha empezado a implementar Gestagua en sus servicios, empezando por el depósito de Ocaña.

Invertir en infraestructuras resilientes es esencial para la seguridad, la sostenibilidad y el bienestar de nuestras comunidades, un reto para el que Gestagua está preparada en base a dos argumentos de enorme relevancia. El primero, la experiencia de SAUR como líder internacional en el ciclo del agua; y el segundo, la vocación inversora del grupo para acompañar a los organismos públicos en las necesidades relacionadas con este servicio de primera necesidad.

Las inundaciones constituyen la mayor catástrofe natural de España, con un valor de 5.320 millones de euros en daños resarcidos desde 1981. El crecimiento urbano ha ido por delante de otro tipo de estudios, como los hidrológicos. Se han primado los aspectos relativos a la accesibilidad y movilidad de vehículos sobre la planificación hidráulica. Frente a estos desafíos, responsables de Gestagua recuerdan que continúan «colaborando siempre con las diferentes administraciones para responder con soluciones inmediatas y planificar la modernización de los sistemas de drenaje».

Fuengirola como ejemplo de respuesta

En Fuengirola, las jornadas transcurrieron sin problemas de importancia gracias al trabajo regular de limpieza de imbornales y redes

Ante el nivel rojo de alerta por fuertes lluvias decretado por la AEMET y la activación de la fase de emergencia ‘situación operativa 1’ por parte de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Fuengirola activó el Plan Municipal de Emergencias. En el marco de esta situación, el gerente de Gestagua en la localidad, Enrique Sánchez, fue convocado a la reunión del Comité Municipal de Emergencias, órgano a través del que se establecieron todas las actuaciones preventivas y operativas durante las jornadas de duración de la DANA en la zona. Coordinado por la alcaldesa, el comité evaluó los riesgos para adoptar las medidas preventivas que minimizasen los efectos que pudiera suponer el temporal.

El óptimo estado de mantenimiento y monitorización de los sistemas de drenaje urbano, de los que forman parte las redes de saneamiento y pluviales de la localidad, permitió que el agua de las intensas lluvias fuese evacuada de las vías públicas sin apenas incidencias, más allá de acumulaciones temporales de agua en la superficie, que fueron drenando progresivamente.

Durante dichas jornadas, se activó un operativo especial compuesto por cinco equipos de vigilancia, más otros cinco equipos operativos que se movilizaban según las necesidades transmitidas por los primeros y los avisos recibidos a través de otras vías. Preparados para actuar, se mantenían equipos de retén especiales dotados de dispositivos de bombeo por si surgía la necesidad de achique de agua en zonas inundadas, cosa que no ocurrió en ningún momento, por lo que no fue necesaria su movilización. Igualmente, se mantuvieron de manera permanente retenes de maquinaria pesada preparados para actuar en caso de ser requeridos.

Según informó Enrique Sánchez, los operarios de Gestagua atendieron un total de 34 avisos, la mayoría de los cuales correspondientes a imbornales tapados superficialmente con hojas, y a los que se dio respuesta de forma inmediata. Gracias al trabajo de mantenimiento de infraestructuras realizado a lo largo de todo el año, y reforzado durante el mes de octubre, coincidiendo con las fiestas locales, estas contaban con una capacidad de evacuación óptima y las jornadas concluyeron sin incidencias.

Testimonio

Impactados, emocionados y orgullosos

Solo unos días después de la devastación y con la estrecha e imprescindible colaboración del ayuntamiento de Carballo, en Gestagua nos pusimos en marcha para echar una mano desde la otra punta del país, la Costa da Morte.

Llegamos a Massanassa un lunes. Pese a las imágenes que habíamos visto, nadie está preparado para algo así: la autovía llena de tierra y escombros, los coches en las cunetas… Cuanto más nos acercábamos, mayor era el impacto: viviendas y locales arrasados, coches amontonados en túneles, en puentes, sobre los árboles… Y el olor a descomposición. Una distopía total. Pero en medio del caos, de la devastación, encontramos un ejército de personas buenas ayudando con cualquier cosa que tuviera a mano.

Al día siguiente empezamos a trabajar. Encontramos gente por todas partes, equipos intentando ayudar; camiones como el nuestro, de bomberos, Guardia Civil, Policía, UME… Muchos medios, cierto, pero también mucha desorganización, tal vez inevitable. Nada es fácil en un escenario así. Aunque nos coordinamos con el ayuntamiento, encontramos un sinfín de problemas desde el minuto uno. Solo un ejemplo. Nos enviaron a achicar agua en un lugar concreto. Allí los bomberos querían vaciar un sótano comercial, pero antes había que sacar el agua, algo imposible porque las alcantarillas estaban atascadas.  Así que primero tuvimos que localizar el colector. Nadie sabía dónde estaba; limpiar un tramo de calle, encontrar su salida… En definitiva, no avanzábamos. O lo hacíamos muy lentamente.

Pero daba igual: el esfuerzo resultaba gratificante. El apoyo de todo el mundo a todo el mundo, la entereza, la gratitud, los sentidos abrazos de los afectados con sus rostros desolados… En mis diecisiete años en Gestagua, nunca me había enfrentado a algo así ni tampoco me había sentido más orgulloso de mi trabajo y de la empresa en la que me he criado profesionalmente hablando.

Con los días todo fue mejorando en lo que se refiere a nuestro trabajo, pues ampliamos el conocimiento de las redes y con la ayuda de los técnicos ya teníamos más claro por dónde enfocar y por dónde tirar. Avanzamos cada día más, en definitiva.  Pero el trabajo que queda allí es inmenso.

Regresamos el viernes; agotados, impactados por el destrozo de la DANA, emocionados por la entereza de los afectados y profundamente satisfechos por el trabajo realizado. Por el nuestro y del resto de los voluntarios. Todos éramos uno. Descoordinados a veces, pero uno.

Benigno López. Jefe de Servicio de Gestagua en Carballo.