Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, e Ignacio Escudero, director general de Aigües de Barcelona, han presentado esta mañana la segunda fase de la campaña “Stop toallitas: el váter no es una papelera”. La iniciativa pretende ir más allá de la concienciación ciudadana, y quiere obtener resultados medibles en términos de reducción de las averías que provocan las toallitas vertidas a la red de saneamiento.
La campaña se llevará a cabo en los municipios cuyas aguas residuales van a la depuradora (EDAR) del Besòs: Santa Coloma de Gramenet, Badalona y los distritos de Sant Andreu y Sant Martí de Barcelona, e incluirá acciones de sensibilización ciudadana en lugares como el Mercado de Sagarra del centro de Santa Coloma de Gramenet el 20 de noviembre, así como en comercios, bares y restaurantes, donde se repartirá información y material de la campaña, y se distribuirán 20.000 papeleras para colocar junto al inodoro de casa. Haz clic aquí para consultar los detalles de la acción de sensibilización que se hará en cada uno de estos municipios y distritos.
Esta acción se presenta tras el éxito de la campaña celebrada el año pasado en los cinco municipios cuyas aguas residuales van a la EDAR Gavà-Viladecans: Sant Boi de Llobregat, Gavà, Sant Climent de Llobregat, Viladecans y Castelldefels. La iniciativa permitió reducir cerca de un 2,5 % el número de residuos vertidos a la depuradora: así, se pasó de 265,22 toneladas de residuos procedentes del pretratamiento, en los primeros nueve meses del 2016, a 243,64 toneladas en los primeros nueve meses del 2017.
Un grave problema para el medio ambiente
El vertido de toallitas al váter genera importantes problemas en las depuradoras y en la operativa de Aigües de Barcelona. De hecho, el 46 % de las emergencias registradas por la compañía durante el 2015 tenían relación con estas toallitas. En el 2014 se vertieron a los inodoros de los 36 municipios del área metropolitana de Barcelona más de 4,4 millones de kilos de desechos, casi 1,4 kilos por habitante. Además, 8 de cada 10 servicios de limpieza de tuberías se dan por atascos provocados por las toallitas húmedas. En las comunidades de vecinos, estas reparaciones cuestan un mínimo de 300 euros.
Las toallitas húmedas están hechas de fibras muy resistentes, aunque el envase indique que son biodegradables. Tardan mucho más en deshacerse que el papel higiénico y se enredan con otros residuos que tampoco han de acabar en el inodoro, como cigarrillos, tampones, bastoncillos de algodón o compresas, y provocan importantes averías en las instalaciones de saneamiento como las estaciones depuradoras. La campaña “Stop toallitas. El váter no es una papelera” quiere concienciar a la ciudadanía de los problemas que causa el vertido de toallitas y productos de higiene personal que llegan a las depuradoras metropolitanas, y contribuir a un cambio de hábitos beneficioso para el medio ambiente.