La Universidad del Estado de Michigan (MSU) lidera un estudio global sobre cómo puede afectar el cambio climático a la disponibilidad de agua y la gravedad de las sequías en las próximas décadas.
A finales del siglo XXI, la superficie terrestre y la población afectadas por sequías extremas podría duplicarse, aumentando de un 3% en el periodo 1976-2005 hasta un 7%-8%, según Yadu Pokhrel, profesor de ingeniería civil y ambiental en la Facultad de Ingeniería de la MSU, y autor principal del estudio publicado en Nature Climate Change.
“Cada vez más personas van a sufrir los efectos de sequías extremas si el nivel medio-alto de calentamiento global prosigue y la gestión del agua se mantiene como hasta ahora”, dijo Pokhrel. Se verán más afectadas zonas del hemisferio sur donde la escasez de agua ya es un problema, con consecuencias para la seguridad alimentaria, las migraciones y los conflictos.
El equipo de investigación, que incluye al investigador posdoctoral de la MSU Farshid Felfelani y más de 20 coautores de Europa, China y Japón, prevé una reducción significativa del agua almacenada en la superficie terrestre de forma natural en dos tercios del mundo, provocada por el cambio climático.
El agua almacenada en la superficie terrestre en forma de nieve y hielo, en ríos, lagos, embalses y humedales, así como en el suelo y en aguas subterráneas, modula la circulación del agua en el ciclo hidrológico y determina tanto la disponibilidad de agua como la sequía.
Según Pokhrel, se trata del primer estudio que contempla cómo afectan el calentamiento global y los cambios socioeconómicos al agua almacenada en la superficie terrestre y las implicaciones para las sequías hasta finales de este siglo.
Felfelani explica que el quipo tiene gran confianza en los resultados obtenidos, ya que han utilizado docenas de modelos y concuerdan en los cambios que pronostican. La investigación se basa en un conjunto de 27 simulaciones de modelos climáticos-hidrológicos globales que engloban un periodo de 125 años, y forma parte de un proyecto global de comparación de modelos de impacto intersectorial (Inter-Sectoral Impact Model Intercomparison Project).
“Los resultados ponen de manifiesto por qué es necesario mitigar el cambio climático y evitar que tenga efectos adversos sobre el suministro de agua a nivel global y el aumento de las sequías” dijo Pokhrel, “Necesitamos comprometernos a mejorar la gestión de los recursos hídricos y la adaptación, con objeto de evitar las consecuencias socioeconómicas de la escasez de agua en el mundo, que podrían ser catastróficas.”
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