El informe ”Pérdidas económicas, pobreza y desastres 1998-2017”, publicado este miércoles por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, advierte sobre el nexo entre el cambio climático y la mayor asiduidad de desastres naturales, el impacto de estos fenómenos en la economía de los países y cómo perjudica principalmente a las naciones más pobres.
Durante la presentación del estudio en Ginebra, el responsable de la Subdivisión de Apoyo y Supervisión de la Aplicación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, Ricardo Mena explicaba cómo se está produciendo este fenómeno.
“Estamos viendo que de alguna manera se empiezan a conectar los puntos, en términos de que, el incremento de los fenómenos relacionados con el clima, obviamente están vinculados con el impacto que está teniendo ya el cambio climático en el planeta. Si no se aborda el tema de manera frontal, urgente y colectiva va a generar potencialmente mayores pérdidas en el futuro.”
Las pérdidas económicas crecieron un 151%
En relación al impacto de los desastres en la economía mundial entre 1998 y 2017, los países afectados informaron de pérdidas directas de 2,9 billones de dólares.
Para ilustrar la creciente amenaza que representa el cambio climático, el informe destaca que los fenómenos meteorológicos extremos representan en la actualidad el 77% del total de las pérdidas económicas, o 2,24 billones de dólares.
Esta cifra representa un "aumento espectacular" del 151% en comparación con las pérdidas registradas entre 1978 y 1997, que ascendieron a 895.000 millones de dólares.
El país más afectado por las pérdidas económicas totales durante los últimos veinte años fue Estados Unidos, seguido por China y Japón. A nivel regional, Puerto Rico lidera esa estadística.
En relación al impacto de los desastres en la economía mundial entre 1998 y 2017, los países afectados informaron de pérdidas directas de 2,9 billones de dólares
Más de un millón de muertos
Durante este periodo fallecieron por desastres 1,3 millones de personas y unos 4400 millones fueron heridas, perdieron su hogar, tuvieron que despalzarse o necesitaron ayuda de emergencia.
El tipo de desastres que se cobró un mayor número de víctimas fueron los fenómenos sísmicos, con más de 747.000 víctimas, pero los desastres naturales que ocurrieron con mayor frecuencia fueron las inundaciones y las tormentas como explica Mena.
“Si bien los fenómenos geológicos son los que causan mayor mortalidad son los fenómenos hidrometeorológicos los que causan el mayor impacto sobre la población y la economía”.
Los países pobres, los más afectados
El informe también resalta que las personas más vulnerables en los países de economías medias y bajas son quienes sufren de manera desproporcionada las consecuencias de los desastres.
Así, entre los diez países que registraron un mayor promedio anual de pérdidas con relación al PIB solo hay uno de altos ingresos, Puerto Rico. Entre los cinco primeros con ingresos medios o bajos todos pertenecen a la región de América Latina y el Caribe: Haití -17,5%-, Honduras -7%-, Cuba -4,6%-, El Salvador -4,2%- y Nicaragua -3,6%-.
El informe concluye que “la integración de la reducción de desastres en las decisiones relativas a la inversión es la forma más rentable para reducir este riesgo. Por consiguiente, la inversión en la reducción del riesgo de desastres es una condición previa para desarrollarse de forma sostenible en un clima variable”.