El agua es imprescindible para todos los procesos humanos y, por ende, su uso y aprovechamiento deben ser adecuados, a fin de evitar que sólo unos cuantos se beneficien de este recurso; sin embargo, la desigualdad existente en estos momentos puede generar conflictividad, concluyen expertos en el marco de la tercera y última jornada del Congreso Nacional de Cambio Climático, Xela 2016.
En Guatemala, esta problemática generó que sectores organizados promovieran una marcha por el agua, la cual pretendía forzar la búsqueda de soluciones viables que favoreciera la gestión del recurso hídrico en el ámbito local. Dicha marcha, llamada “Diálogo por el agua”, generó muchas expectativas dado lo complejo y delicado del tema.
En los diálogos tendientes para impulsar un proyecto de ley, convocados por la Universidad de San Carlos de Guatemala -USAC- y respaldados por el Ministerio de Ambiente, participaron todos los sectores interesados en el tema. Se realizaron 24 mesas de trabajo, las que se desarrollaron en las sedes de universidad estatal. Estos diálogos iniciaron en abril y concluyeron en agosto, y convocaron a unas 1,800 personas.
Los aportes obtenidos en estos diálogos sirvieron para identificar las necesidades que existen en cada uno de los departamentos, así como para conocer o confirmar los principales problemas que enfrenta la población guatemalteca en materia del acceso al vital líquido. Entre los principales problemas se identificaron los siguientes:
- Desvío de ríos
- Falta de agua a nivel local
- Mala calidad del agua
- Contaminación del agua
- Privatización y
- Falta de regulación del recurso hídrico
Lo anteriormente expuesto tiene varias causas, siendo algunas de estas: la corrupción, deforestación, falta de conciencia ambiental y poca educación en el uso adecuado e integral del líquido.
A raíz de estos diálogos se ha propuesto que se instalen plantas de tratamiento municipales y que se apruebe la ley de aguas, cuyas iniciativas de ley suman 27 en el Congreso, a la espera de que se presenten otras, entre ellas una propia del Organismo Legislativo, que ha sido ofrecida para el 11 de octubre.
Otra de las propuestas generadas por los asistentes a estos diálogos es la creación de un ente rector del agua, que se encargue de la administración del recurso hídrico, aunque no existen consensos en torno a la institución o entidad que debe asumir ese control. Algunos creen que ello corresponde a las autoridades locales, otros piensan que es atribución del Ministerio de Ambiente y algunos más consideran que debe ser un ente que aglutine al sector público, privado, la academia y líderes comunitarios.
Lo cierto es que una de las conclusiones de este II Congreso Nacional de Cambio Climático llama a que los guatemaltecos se unan y busquen estrategias aplicables que contribuyan a mejorar el cuidado y la calidad del agua, pues el vital líquido es un elemento indispensable para acceder a una mejor calidad de vida.