Durante los primeros meses del año 2017, la costa pacífica peruana sufrió un evento de lluvias torrenciales debido al Fenómeno de El Niño Costero. Este FEN Costero causó el mismo impacto que un FEN Global. La costa norte peruana fue la zona más directamente afectada por este fenómeno perjudicando a un millón de personas, dejando decenas de fallecidos y multitud de daños materiales por un valor superior a los 3.000 millones de dólares.
Fuente: Canal de YouTube de RT en Español.
Para mejorar la defensa de la población ante futuros episodios de lluvias, inundaciones y huaicos (flujos de lodo) que se pudieran dar, las autoridades peruanas están impulsando un conjunto de medidas y actuaciones con el objeto de mejorar la protección de las personas y de las propiedades ante este tipo de eventos extremos. Entre estas medidas se incluye la contratación de consultorías que tienen el objetivo de definir soluciones técnicas que minimicen los problemas derivados de lluvias extremas e inundaciones.
Foto: Johnny Aurazo.
Ubicación
Una de las principales ciudades afectadas por el FEN Costero del 2017 fue Trujillo, capital de la Región de La Libertad, tercera ciudad con mayor población del Perú. Con el objetivo de diseñar y construir soluciones al riesgo de inundación de la ciudad, el Gobierno Regional de La Libertad ha designado a INCLAM como adjudicatario de un contrato para la formulación de un estudio denominado: “Creación de los servicios de protección contra inundaciones, mediante la captación, control y derivación hacia el mar, vía el río Moche, de las aguas de avenidas de las quebradas de San Carlos de la cuenca del Cerro Centinela en la ciudad de Trujillo, Departamento de La Libertad”.
La ciudad se asienta al norte de Lima, entre el océano Pacífico y el cerro Centinela, ocupando una franja costera de unos 20 kilómetros de largo y 10 de ancho. Cuando las inclemencias climáticas acarrean grandes precipitaciones en forma de lluvia, en las montañas que dan lugar al cerro que rodea a la ciudad, hay un conjunto de quebradas que sirven como sistema de drenaje natural de toda el agua donde descargan los picos dirigiéndolas hacia zonas habitadas. De entre todas estas quebradas se encuentra la de San Carlos, objeto de nuestro estudio.
Vista panorámica aguas arriba de la quebrada de San Carlos.
Esta quebrada tiene una cuenca de unas 9.000 hectáreas de superficie por donde circula el agua atravesando la ciudad de Trujillo y poniendo en graves aprietos a la población por la inundación de la zona urbana. Esta emergencia es especialmente intensa en años de fuertes precipitaciones, los cuales están teniendo lugar en los últimos tiempos en los que, además, el calentamiento del océano Pacífico, que en ocasiones se relaciona con el Fenómeno de El Niño, conlleva la precipitación de mucha agua en forma de lluvia en toda la costa oeste de Perú y de los países vecinos, como el comentado anteriormente de 2017.
Alcance
El alcance del contrato consiste en analizar hidrológica e hidráulicamente las posibles soluciones para evitar el impacto de las inundaciones en la ciudad basándose en una obra que intercepte el caudal de la quebrada y lo desvíe hacía el río Moche, principal elemento de drenaje del cerro Centinela. Estos trabajos deben lograrse con el apoyo y la participación de la comunidad local.
Asimismo, el contrato incluye el desarrollo del estudio de preinversión -a nivel de perfil- de la solución considerada.
Las temáticas en las que trabajaremos en este proyecto son: hidrología, hidráulica, planificación, y defensa de inundaciones-prefactibilidad.