El director del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal, ha mantenido una reunión de trabajo en Madrid con la directora general del Agua del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Liana Ardiles, para trasladar y analizar el estudio de abastecimientos alternativos de las poblaciones afectadas por lindano, en el río Gállego, realizado por el Instituto Aragonés del Agua. Las conducciones alternativas suman más de 80 kilómetros de posibles nuevos trazados.
En la reunión, los responsables ministeriales se han comprometido a iniciar los trámites de consultas ambientales, previas y necesarias para redactar los proyectos definitivos por parte de la Administración General del Estado. Con los proyectos definitivos, una vez analizadas y valoradas todas las alternativas, se podrá fijar el presupuesto necesario. Según las primeras estimaciones, el coste sería de unos 15 millones de euros.
El estudio de alternativas fue ya avanzado en diversas reuniones con los ayuntamientos que se beneficiarán de estas actuaciones, y fue también presentado ante el Consejo de Dirección, presidido por el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón.
Concretamente, se han analizado 15 soluciones posibles, clasificadas en dos grandes grupos, según situación aguas abajo y aguas arriba del embalse de La Peña. En el tramo de aguas abajo de La Peña, se ha analizado una conducción de más de 44 kilómetros, desde Marracos hasta Murillo de Gállego. Tendría su origen en el Canal de Bardenas, con un único bombeo y conducción por gravedad hasta las cercanías de Puendeluna. Desde allí, cambiando de margen del río Gállego, alcanzaría Santa Eulalia de Gállego y Murillo de Gállego.
Esta solución permite aprovechar los excedentes de los manantiales de Murillo de Gállego cuando se presentan, disminuyendo el coste de explotación de la solución sin reducir la garantía de suministro. Además de la conducción, hay que construir una balsa junto al canal de Bárdenas y otra en Murillo de Gállego. También es necesario construir un depósito regulador en Valpalmas, así como una estructura para cruzar el río Gállego entre Santa Eulalia y Concilio.
Aguas arriba de La Peña, se han analizado soluciones específicas para Anzánigo, así como para Caldearenas, Latre, Estallo y Javierrelatre. Consiste en realizar una conexión con la red municipal de Sabiñánigo en el propio casco urbano. Se sustituye la conducción existente desde Sabiñánigo hasta Latrás, se establece una nueva desde Latrás hasta Javierrelatre, y se instalarán nuevos depósitos de regulación en Latre y Javierrelatre. En total, 22,3 kilómetros de conducción.
Para Anzánigo, hay seis alternativas estudiadas. De ellas, el IAA destaca dos de ellas: la conexión con la red municipal de Sabiñánigo, desde las cercanías de Javierrelatre, con una conducción de 11,7 kilómetros, o bien aprovechar los caudales del río Moro, mediante una balsa de regulación y bombeo, con una conducción de casi 5 kilómetros.