El concejal socialista Pedro Miranda ha denunciado que vertidos incontrolados de aguas fecales se han estado realizando durante los últimos siete días al Rivillas. Y no es una excepción, pues según han confirmado al Grupo Socialista vecinos de la zona esto se repite dos veces al mes, con independencia de que se produzcan lluvias. Los vertidos al arroyo del Rivillas se realizan desde un aliviadero en las traseras de la estación de servicio que se ubica en la carretera de circunvalación de la ciudad.
Para el edil socialista la denuncia de esta situación es un escándalo y un delito medioambiental. Para Miranda es una demostración más de la ineficacia del equipo de gobierno del PP en gestionar con efectividad los problemas de la ciudad ya que no interviene para solucionarlo, a pesar de la reiteración de los hechos.
Para el PSOE, es una cuestión grave que se viertan aguas fecales sin control al Rivillas, a pocos metros de su incorporación al Guadiana, y que nadie dé explicaciones de por qué se produce. Aseguran los socialistas que si su denuncia no encuentra respuesta en un tiempo razonable desde el equipo del PP, lo trasladarán al SEPRONA para que tome medidas. “En cualquier ciudad decente y en cualquier gobierno honrado no puede permitir esta situación”, ha sentenciado Pedro Miranda.
Las razones técnicas que causan el problema, se desconocen, pero no justificarían un delito ecológico. Pedro Miranda piensa que puede tratarse de un fallo en el bombeo del agua, aunque no puede confirmarlo. Un vertido que nada tiene que ver con los aliviaderos de agua de lluvia, pues son exclusivamente fecales. El saneamiento que produce las aguas fecales proviene de la barriada de San Roque. El vertido produce olores, menos que si fuera verano, perjudicando directamente a un parque infantil ubicado en las proximidades, del que no se puede disfrutar precisamente por los olores del agua estancada.