Los humedales son ecosistemas intermedios entre la tierra y el agua y albergan el 40% de la biodiversidad del planeta. Prestan servicios ambientales, entre otros, actuando como filtros y esponjas, pues tienen la capacidad de absorber el excedente hídrico y aligerar el impacto de las inundaciones y sequías, permitiendo con ello un mejor balance hídrico. Asimismo, capturan el dióxido de carbono y son espacios de gran importancia biológica y genética.
El 2 de febrero de 1971, se firmó en Irán la convención RAMSAR, con el objetivo de conservar los humedales en el mundo, es por ello que en esta fecha se celebra, todos los años, el Día Mundial de los Humedales, sin embargo, la palabra celebración no coincide con la realidad ni la problemática que vienen atravesando estos ecosistemas en el Perú y en el mundo.
En los últimos 50 años se han perdido el 35% de los humedales del mundo, esta pérdida se dio de manera acelerada a partir de los años 2000 con el boom inmobiliario.
Los humedales en Perú, al igual que en otras partes del mundo, sufren de constantes amenazas generadas por algunas actividades económicas de los seres humanos, tales como la agricultura, ganadería y mayoritariamente por la expansión urbana. Drenaje de agua, contaminación, uso indiscriminado, deforestación, llenado con sedimentos, son algunos de los problemas que vienen afectando a los humedales. Como ejemplo, se tiene que inmobiliarias drenan el área y posteriormente la rellenan de tierra, eliminando de esta manera la posibilidad de absorción de agua, teniendo como consecuencia inundaciones y sequías más agresivas, así como pérdida del ecosistema. Una muestra de ello, es el caso de los Pantanos de Villa, donde su extensión se ha reducido de 2,000 ha a 263 ha.
Los humedales son ecosistemas intermedios entre la tierra y el agua y albergan el 40% de la biodiversidad del planeta
La poca valoración de los humedales y el desconocimiento de su importancia por empresarios, tomadores de decisión, líderes y sociedad en general están poniéndolos en constante peligro y en una situación permanente de riesgo. Por ello, se requiere trabajar de manera coordinada entre el gobierno nacional, gobiernos regionales y locales para actualizar conjuntamente la Estrategia Nacional de Humedales, que incluya mecanismos y proyectos para su implementación a nivel nacional, así como la generación de normativa y desarrollo de políticas públicas que permitan su recuperación y protección.
Se hace evidente la necesidad de ejecutar proyectos de infraestructura gris y verde que promuevan la recuperación de los humedales contaminados. Las campañas de sensibilización y educación a la sociedad civil son importantes para su cuidado, valoración, protección y recuperación paisajística.
Una central de alertas y denuncias por su mal uso debería ser implementada conjuntamente por el Ministerio del Ambiente y la Autoridad Nacional del Agua y las sanciones a empresas que vulneran las normas establecidas deben ser ejemplares.
¡La conservación de los humedales es indispensable, puesto que su extinción es un paso previo a la extinción humana!