Aproximadamente, compramos 1 millón de botellas de plástico cada minuto, y usamos 5 billones de bolsas de plástico al año. Y lo que es de locos es el hecho de que muchas de estas bolsas son de un solo uso.
No nos tenemos que sorprender, entonces, de que este año la temática del Día Mundial del Medio Ambiente es “Combate la Polución del Plástico”. El objetivo del evento es poner el foco en los aspectos negativos de los plásticos de un solo uso y mostrar cómo el cambio de un enfoque lineal de un solo uso a un enfoque de círculo cerrado puede tener un impacto tan enorme como positivo en el medio ambiente y en la economía. En 2016, un informe de New Plastics Economy, explicaba que la mayoría de embalajes de plástico se usan solamente una vez, y que, por culpa de ello, el 95% del valor de sus materiales (entre 80 y 120 mil millones de dólares), se pierde a nivel económico. El informe destaca cómo adoptar un enfoque circular podría ayudar a crear un uso posterior en la economía de los plásticos, reducir drásticamente las fugas de los mismos a la naturaleza y desacoplaría los plásticos de las reservas de combustibles fósiles.
La mentalidad de circularidad y sus estrategias no están pensadas solo para plásticos, sino que se proyectan para todo tipo de industrias y empresas que operan en la tierra
El concepto de economía circular fue concebido por Ellen MacArthur (que empezó la fundación que lleva su nombre en 2010) y anima a mantener los recursos en uso el máximo tiempo posible, extraer el máximo valor de ellos en su ciclo de vida, y luego recuperar y regenerar los materiales en el fin de su vida útil; es un diseño basado en la restauración y la regeneración. Tal y como te habrás imaginado, la Fundación MacArthur lidera la iniciativa de Nueva Economía de los Plásticos aplicando sus estrategias circulares con visión de futuro a la industria global del plástico.
La mentalidad de circularidad y sus estrategias no están pensadas solo para plásticos, sino que se proyectan para todo tipo de industrias y empresas que operan en la tierra. Por ejemplo, la empresa automovilística europea Renault ha estado usando partes recicladas desde la mitad del siglo XX, resaltando el valor en lo que otros ven un gasto. Hoy, sus instalaciones de Choisy-le-Roi se han diversificado para incluir bombas de inyección, cajas de cambios, inyectores y turbo compresores; partes remanufacturadas que son entre un 30% y un 50% más baratas que las nuevas partes creadas. Al mismo tiempo, la instalación no envía ningún material a vertederos y utiliza muchos menos recursos en la remanufacturación, comparado con la nueva producción: 80% de ahorro en energía, 88% de ahorro en agua, y 92% en productos químicos. El ROI habla por sí solo.
La circularidad está instaurada en el estilo de negocio de Schneider Electric, gracias a la inherencia del ROI. Teniendo la circularidad incorporada en nuestras operaciones y procesos comerciales, tomamos conciencia de la importancia en la gestión eficiente de recursos, de la cadena de suministro flexible, al tiempo que incrementamos la lealtad de nuestros clientes al proporcionar un compromiso al final de la vida útil al reciclar y retirar productos, convirtiendo los residuos en valor.
Mientras el Día Mundial del Medio Ambiente pueda estar enfocado a derrotar la contaminación de los plásticos, hay un mensaje subyacente que invita a alejarse de los sistemas lineales y, a su vez, reducir los residuos mientras se optimiza el valor y la utilidad. ¿Has buscado cómo aplicar el concepto de circularidad en tu negocio?