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Control natural de bivalvos invasores. Naturaleza en acción

Sobre el blog

Jose Luis Soler Martinez
Empresario. Director General de Imabe do Brasil Ltda. , Fundador de Grupo Oceánica Maroc, Turalter, Srl. , Technoymar Soluciones, S.L. y Ecowater Technologies, S.L. Ecowater Innova/Zequanox en Europa y América Latina
  • Control natural bivalvos invasores. Naturaleza acción
  • Control natural bivalvos invasores. Naturaleza acción

El equilibrio entre las especies de un hábitat acuático, se ha mantenido durante millones de años gracias a un proceso de selección natural dentro de la cadena trófica. A veces, este equilibrio se ha visto alterado por razones de índole climatológica pero se ha  restablecido o bien se ha adaptado a nuevo escenario del biotopo una vez las condiciones naturales se han estabilizado nuevamente. Sin embargo, en los últimos 100 años se viene produciendo un fenómeno desestabilizador de los ecosistemas acuáticos,que no solo persiste, sino que su alcance adquiere proporciones globales. Son las invasiones acuáticas de moluscos bivalvos

En una primera fase, la alteración del  hábitat  de la vida acuática autóctona,  eran  visibles los  efectos  de esta migración anómala, para un reducido grupo de biólogos e investigadores. Posteriormente, cuando el problema no sólo afectaba la naturaleza acuática, sino a  las instalaciones industriales, es cuando empezaron  las actuaciones de los actores afectados, mas empeñados en resolver el problema, en la brevedad, que realizar evaluaciones más serenas. Desde entonces hasta la fecha, acompañando la expansión del problema, viaja paralela,  la contaminación de las aguas y la desaparición de numerosas especies autóctonas, no solamente por causa de los bivalvos invasores, sino por los intentos de eliminar el problema utilizando métodos inadecuados y peligrosos.

Si consideramos que sólo el 1% del agua dulce del planeta está disponible para uso y consumo humano, cualquier acción continuada de contaminación, es una grave amenaza para la salud y la vida.

Es una paradoja que  importantes corporaciones industriales, abanderados y promotores de la economía verde mediante costosas campañas de comunicación y marketing, estén utilizando aún, en la cadena de producción, productos tóxicos para preservar sus infraestructuras del ataque de los moluscos bivalvos invasores.

Todas las vías empleadas desde inicio de los años 80, hasta el momento, y a pesar de las ingentes cantidades de dinero empleadas para establecer un control eficaz, duradero, inocuo para especies no objetivo y las masas de agua, han sido infructuosas, aunque falsas noticias intenten inducirnos a pensar que el control de los mejillones invasores se está llevando a efecto con gran éxito. La realidad nos muestra, tras años de erráticos procesos, que el  control de moluscos bivalvos invasores mediante métodos ecológicamente saludables, como es el caso de la biotecnología, es la única fórmula factible para preservar los ecosistemas acuáticos y marinos de las agresiones químicas y toxicas a que están sometidos, por el empleo de agentes tóxicos y contaminantes.

Algunos métodos empleados

  • Aplicación de molusquicida químicos (cloro, dióxido cloro, hipoclorito sódico, permanganato potásico).
  • Eliminación manual de organismos (pigging, lavado a alta presión).
  • Deshidratación / desecación (congelación, aire caliente).
  • Utilizando técnicas térmicas (inyección de vapor caliente).
  • Aplicando corriente eléctrica.
  • Usando filtros.
  • Aplicación de recubrimientos: tóxicos (cobre, zinc) y no tóxicos (a base de silicona).
  • Utilizando tuberías tóxicas construidas (cobre, latón, metales galvanizados).
  • Inyectando CO2.
  • Aplicación de luz ultravioleta.
  • Someter a los organismos a anoxia / hipoxia.

Expansión constante

En el caso del mejillón cebra y quagga en Europa y América del Norte, y el mejillón dorado en el Cono Sur americano, las especies más dañinas para el sector de la generación de energía, agricultura, acuicultura, consumo de agua, y cualquier otro sistema que precise de agua para mantener activa la cadena de producción, la expansión de las áreas colonizadas, continúa siendo constante.

No entraremos, en esta ocasión, a poner en evidencia los daños que originan estos métodos insanos en la salud del medio ambiente, de las personas y la economía de las empresas. Expondremos que barreras pone la naturaleza para contener las invasiones de moluscos bivalvos. Nuestra experiencia por más de 11 años dedicados exclusivamente al control de plagas mediante biotecnología nos indica cual es la vía eficaz, saludable y ecológica para establecer controles permanentes: Una alianza con la naturaleza y el medio ambiente acuático.

Equilibrio en el hábitat original

En primer lugar, debemos preguntarnos por qué, antes de la expansión hacia Europa y América, estas especies invasoras se mantenían en equilibrio en sus hábitats originales: D. polymorpha y D. rostriformis bugensis (Mejillón cebra y quagga, respectivamente), Mar Caspio, Aral y Negro. El Limnoperna fortunei (mejillón dorado) originario del este del sudeste de Asia (Birmania, Tailandia, Laos, Corea del Sur).

Otras especies junto con el mejillón cebra y quagga, como la la carpa común y el gobio redondo, tienen su entorno nativo en el mar Negro, el mar Caspio y el mar de Aral. Estas especies tienen su dieta basada en moluscos bivalvos, tanto veligers como adultos. Esta cohabitación, provoca que los moluscos bivalvos, mantenga un nivel estable y equilibrado de crecimiento. Todos se convierten en una especie invasora cuando se introducen en otros hábitats.

Controles naturales

Estos son algunos de los factores naturales determinantes para mantener a raya a los mejillones invasores: 

  • Alimento.
  • Características del agua.
  • Sustratos.
  • Temperatura.
  • Parásitos.
  • Depredadores.

Alimento

Los hábitats donde los mejillones se instalan, son ecosistemas basados ​​en pelágicos naturales, lo que significa que el plancton pelágico flotante forma la base de la red alimentaria.

Los mejillones cebra se alimentan de organismos en suspensión, comen fitoplancton, zooplancton pequeño, bacterias y detritos orgánicos al filtrar el agua y el material comestible. El fitoplancton y el zooplancton forman la base de la red alimentaria acuática, muchos otros animales dependen de ellos para sobrevivir. Una de estas bacterias, la Pseudomona protegens es, uno de los principales controladores naturales de la expansión de estas especies.

Al alimentarse a través de filtro, grandes cantidades de plancton, los mejillones cebra y quagga eliminan una fuente importante de alimento para la mayor parte de la vida en el entorno. Su enorme capacidad de alimentación puede limpiar sustancialmente la columna de agua, permitiendo que llegue más luz al fondo, lo que aumenta la fotosíntesis en las plantas que viven en el fondo. Sin embargo, el aumento de luz a menudo ha llevado a una cadena de consecuencias no deseadas al estimular grandes aumentos en la flora invasora acuática y en la floración de cianobacterias.

Mientras los mejillones filtran el plancton de la columna de agua, también depositan comida y heces en el fondo. Todo este fertilizante adicional, combinado con el aumento de la luz, hace que el fondo del espacio acuático, sea mucho más productivo de lo normal. Los organismos que viven en el fondo, como los cangrejos de río y las plantas, disfrutan del aumento de nutrientes y la luz solar, mientras que los organismos pelágicos encuentran menos alimentos disponibles. Por lo tanto, los mejillones cebra y quagga pueden diseñar un cambio de un ecosistema basado en pelágicos a un ecosistema basado en los bentos. A este proceso se le llama bentificación.

Sin embargo, los mejillones cebra no filtran todo. Sorprendentemente, los mejillones cebra pueden evitar selectivamente la filtración de cianobacterias tóxicas. Esto le da a las cianobacterias una ventaja competitiva y como consecuencia, aumenta la posibilidad de floraciones tóxicas de estas especies.  

Características del agua

Los mejillones cebra se alimentan mediante un sifón inhalante y pueden filtrar 3-5 litro de agua por día. Pueden filtrar casi toda la materia orgánica del agua. No obstante, el mejillón cebra tiene algunos factores limitantes.

Es necesario que el agua tenga un nivel de calcio de más de 20 partes por millón para sobrevivir. El mejillón cebra también necesita un ambiente alcalino con un pH de 7.2 a 9.0. Se desarrollan mejor en agua donde hay abundancia de sustrato duro, pero pueden proliferar en sedimentos blandos, especialmente los mejillones quagga. Les gustan los ambientes de agua dulce con un nivel de salinidad de menos de 4 partes por millón. Los mejillones cebra tampoco funcionan bien en agua que tiene un alto contenido de nutrientes.

Depredadores

En su hábitat natural la carpa común y el gobio redondo mantienen a raya las colonias de mejillones, dado que forma parte de la dieta de estos peces. También son depredadores de los mejillones el rutilo (Rutilus rutilus), la anguila común (Anguilla anguilla), la brema blanca (Blicca bjoerkna) y aves acuáticas como el pato copetudo (Aythya fuligula), el porrón bastardo (Aythya marila) y Focha (Fulica atra). Entre los mamíferos encontramos la rata marrón (Rattus norvegicus).

Sustratos

El mejillón cebra compite por el espacio en sustratos duros, tanto con individuos de su propia especie como con otras especies, especialmente con formas incrustantes o que recubren superficies como esponjas de agua dulce, briozoos y algas. Las diferencias en las tolerancias de temperatura y la capacidad de adherirse al sustrato pueden estar dando a los mejillones quagga una ventaja competitiva en relación al mejillón cebra. En sistemas dominados por los mejillones cebra, los mejillones quagga, ahora, superan en número a estos, probablemente porque sobreviven en aguas más profundas y se adhieren al sustrato arenoso y blando.

Competencia con otras especies

Los organismos que se sabe que están involucrados en su depredación (176 especies), parasitismo (34 especies) y exclusión competitiva (10 especies). Los  enemigos naturales, tanto en Europa como en América del Norte, se ha centrado en los depredadores, particularmente las aves (36 especies) y los peces (15 y 38 especies que comen  mejillones ). Otra depredación  incluye el consumo de larvas pelágicas por los celenterados, y el consumo de mejillones  por sanguijuelas, cangrejos, cangrejos de río y roedores. También se ha informado sobre el canibalismo sobre los veligers  por mejillones cebra adultos.  Los organismos capaces de desplazar competitivamente los mejillones cebra de sustratos duros incluyen esponjas, anfípodos, algas, briozoos, coelentes de hidrozoos y otras especies de bivalvos (incluida la competencia interespecífica entre Dreissena spp.). Aunque la gran mayoría de los organismos que son enemigos naturales en Europa no están presentes en América del Norte, existen especies ecológicamente similares en este continente, los mejillones cebra representan un organismo novedoso y abundante para los depredadores nativos, parásitos y competidores ecológicos, los nuevos enemigos naturales de Dreissena. 

La idea de que estos organismos podrían eliminar las poblaciones de mejillón cebra,  es mucho más esperanzadora que realista. Los enemigos naturales, en su conjunto, tienen un efecto acumulativo y  constante, pero limitado, en la supresión de las poblaciones de mejillones invasores. Contribuyen, junto con otras acciones preventivas ecológicas, a equilibrar el balance en los espacios naturales y eliminarlos de las infraestructuras afectadas, sin efectos colaterales

Temperatura

 Si tenemos en cuenta el hábitat original de estas especies, observamos que el arco de temperaturas donde pueden desarrollar plenamente su actividad, es muy amplio. Temperaturas extremas en verano e invierno. Sin embargo, La temperatura óptima para la reproducción del mejillón cebra es de 14 a 23 ° C, mientras que la temperatura mínima de desove para los mejillones quagga es más baja, a 9 ° C. En algún caso, se han encontrado mejillones quagga hembra con gónadas maduras a una temperatura de 4.8 ° C. La menor tolerancia a la temperatura de los mejillones quagga le permite invadir aguas más profundas y frescas que el mejillón cebra y reproducirse con mayor frecuencia durante todo el año (incluidos los meses de invierno, en algunos climas).

Parásitos

Los mejillones invasores tienen “enemigos” naturales que causan la muerte o serios impedimentos para su proliferación. Son parásitos que habitan el mismo ambiente acuático y tienen en los mejillones, como en otras especies, uno de los eslabones de la cadena trófica o bien, como huéspedes.Los ciliados y los trematodos son los parásitos mas comunes, con  infección bacteriana o de ascetosporan. Los ácaros, nematodos, sanguijuelas, quironómidos y oligoquetos se asocian simbióticamente dentro de la cavidad del manto, pero con pocos o ningún efecto adverso. Chaetogaster limnae, Aspidogaster limacoides, Caspiobdella fadejevi y Helobdella stagnalis, Bucephalus lymorphus, Cryptospordium parvum y Giardia lamblia, Conchophthirus acuminatus, son algunos de estos parásitos que pueden provocar la muerte o serias alteraciones en el desarrollo vital de los bivalvos invasores. Esta breve exposición nos muestra cómo la naturaleza tiene sus propios métodos de control  de la proliferación de especies en sus hábitats naturales, excepto cuando el factor humano rompe este equilibrio.

Sustratos

Las diferencias en las tolerancias de temperatura y la capacidad de adherirse al sustrato pueden estar dando a los mejillones quagga una ventaja competitiva en relación al mejillón cebra. En sistemas dominados por los mejillones cebra, los mejillones quagga, ahora, superan en número a estos, probablemente porque sobreviven en aguas más profundas y se adhieren al sustrato arenoso y blando.

Factores de la expansión

El fenómeno invasivo de moluscos bivalvos en occidente tiene su auge, especialmente desde principios del siglo XX, cuando se produce un notable incremento del comercio internacional a través vías fluviales y marítimas coincidiendo con el desarrollo industrial y migratorio en las regiones occidentales.

El control biotecnológico

Sólo desde el conocimiento de las condiciones originales de los hábitats contaminados por invasiones de moluscos bivalvos, sean espacios naturales o artificiales, junto con las medidas preventivas de control biológico podremos llevar la compleja tarea de re equilibrar determinados sistemas acuáticos. Este empeño requiere una seria  implicación de las entidades gestoras de los sistemas hídricos junto a las asociaciones empresariales afectadas directa o indirectamente, alta  especialización de las empresas y profesionales de control  y una planificación meticulosa de las acciones que se deben emprender.

Recogiendo experiencia y lecciones aprendidas, la ingente información que hoy disponemos sobre las condiciones favorables y adversas en las que las colonias de moluscos bivalvos invasores pueden desarrollarse, conseguiremos minimizar el impacto ecológico y económico que este fenómeno ocasiona. Si esto no ocurre, en algunos años, veremos como el problema nos alcanzará más directamente a todos, las especies acuáticas nativas pasarán a estar únicamente  disponibles en hemerotecas y museos y nuestras aguas serán cada vez menos apta para la vida