Fundación Chile entregó una inédita y sólida propuesta al país para enfrentar la prolongada situación hídrica que afecta a un 67% del territorio. La propuesta denominada como “Transición Hídrica: El futuro del agua en Chile” se entiende como un proceso de dialogo colectivo que permita transitar de una gestión hídrica con una fuerte inercia operativa, sectorialista y de corto plazo, con carencia de liderazgo, institucionalidad y normas que permitan una adaptabilidad al nuevo escenario hídrico, a una gestión que se haga cargo del escenario hídrico futuro, mediante una política hídrica nacional, integral y consensuada que permita construir un nuevo escenario hídrico orientado a la sustentabilidad hídrica, ambiental, social y económica del país.
Esta iniciativa, tiene el valor que surge de un proceso de diálogo que se realizó durante dos años e involucró a más de 50 instituciones públicas y privadas relacionado con el agua, como por el Banco Interamiericanos de Desarrollo (BID), los Ministerios de Obras Pública, (MOP), Agricultura (MINAGRI), Medio Ambiente (MMA) la Dirección General de Aguas (DGA), Comisión Nacional de Riego (CNR), El Centro del Cambio Global de la UC, ONGs como Fundación Avina y Fundación Futuro y otra. También participaron Agricultores (SNA), Minería (SONAMI), Empresas Sanitarias (ANDESS), Industria forestal (CORMA), Organizaciones de Usuarios de Agua (OUA), Confederación de Canalistas de Chile y otras organizaciones a nivel nacional y regional.
Como parte del proceso, se eligieron seis cuencas con diferentes características, como fueron: Copiapó, Aconcagua, Maipo, Maule, Lebu y Baker, para trabajar en cada una de ellas con los principales protagonistas del territorios y desarrollar, entre otros temas, los escenarios hídricos tendencial, que identifica las consecuencias de seguir haciendo lo mismo de siempre en relación al recurso hídrico y el escenario sustentable para identificar las actividades que se deberían realizar para lograr la seguridad hídrica en cada cuenca. También se identificaron los problemas y sus causas para lograr la eficiencia hídrica y la sustentabilidad.
El país no cuenta hasta el momento con una política hídrica de largo plazo, construida de manera colectiva, a través de un proceso de diálogo y en base a acuerdos mínimos entre los actores claves e interesados directos en el agua. Una política que cuente con la necesaria validación social, política y técnica, (Transición Hídrica)
Del análisis de la identificación de problemas y causas, se determinó que del total de las causas que están originando problemas hídricos en las cuencas, un 44% de ellas están relacionados con la gestión de las aguas y se repiten en las seis cuencas que participaron. Los problemas de gestión se refieren: a) Falta de capacidad de coordinarse, relacionarse y tomar decisiones entre los usuarios de la cuenca, las instituciones públicas y privadas. b) Carencia de fiscalización al uso y extracciones de los usuarios, c) Falta de información pública adecuada, d) Planificación territorial, e) Transparencia del mercado del agua, f) Sobre otorgamiento de la autoridad de derechos de aprovechamientos de agua (DAA) y g) Finalmente una limitada capacidad técnica, financiera y de gestión de las pocas organizaciones de usuarios de aguas (OUA) existentes en los territorios. Las otras causas que generan los problemas en la cuenca, son el sobre consumo hídrico con un 17%, la contaminación de las aguas con el 14%, disminución de oferta de agua con un 12%, daño ambiental 6%, desastres naturales 5% y otros con un 2% (ver link pie de pagina)
Con o sin cambio climático es probable que igual tendríamos escasez hídrica como consecuencia de una gestión e institucionalidad inadecuada, disgregada, sectorialista y sin coordinación que ha impedido tener una mirada integral
El conflicto hídrico, que a veces lo denominamos como “escasez hídrica”, “sequía” o “falta de agua,” estos conceptos se han ido trasformando en “sofismas” para evitar asumir la responsabilidad que tiene la sociedad, los usuarios corporativos del agua y las autoridades en la degradación y sobre explotación de las fuentes de aguas y se tiende a responsabilizar solo a la “sequía” o al “cambio climático” o a la “escasez hídrica”, ocultando el “cómo estamos gestionando nuestra agua”. por eso debemos empezar a reconocer que más allá del cambio climático o de la sequía, tenemos un “Conflicto Hídrico” pero que se encamina lentamente a una "Crisis hídrica".
En este contexto surge la “Transición Hídrica” como un proceso de diálogo y colaboración que tiene por objeto incentivar a los principales actores a buscar acuerdo mínimos consensuados para transitar hacia la sustentabilidad del recurso hídrico. La implementación de esta transición requiere un liderazgo institucional con una fuerte voluntad política para dirigir el proceso y que genere las confianzas y el compromiso necesario para lograr acuerdos de largo plazo y que se reflejen en una política hídrica nacional, que tenga objetivos, metas y plazos y que se realice una rendición de cuenta de los avances a la comunidad.
La transición hídrica no requiere de cambios legales o normativos y tampoco de inversión en infraestructura, son los acuerdos logrados en este proceso los que podrán demandar recursos o cambios normativos.
La Transición Hídrica, en su dialogo participativo nacional y territorial no estuvo exento de debates y disensos reflejando de alguna manera la complejidad del tema hídrico, incluso algunas instituciones dejaron estipulado en el textos sus desacuerdo con la metodología u otros temas, pero lo importante es que existió por parte de los participantes la voluntad de permanecer durante dos años en un dialogo difícil pero constructivo.
La Transición propone temas básicos para iniciar el dialogo en los cuales se debe trabajar y para ese efecto se definieron 4 temas centrales, ellos son:
- Gestión e institucionalidad del agua, esto se refiere a la necesidad de reconocer en la agenda pública que el recurso hídrico agua está en riesgo y puede afectar al desarrollo económico, social y ambiental del país y es fundamental construir una política hídrica nacional, consensuada y de largo plazo que trascienda los gobiernos
- Conservación y protección de nuestros ecosistemas, los ecosistemas acuáticos son la base de la sustentabilidad del desarrollo y están siendo afectados por una gestión inadecuada durante los últimos 20 años y por los efectos del cambio climático por la disminución constante de las precipitaciones, la falta de nieve, aumento de temperaturas que está afectando a los glaciales.
- - Eficiencia y uso estratégico del recurso hídrico. Es necesario entender que el uso del agua es estratégico del país y no es posible seguir en las condiciones de inmovilismo en que estamos. Es necesario transitar al uso eficiente y responsable del agua, haciendo eficiente las extracciones por parte de los usuarios corporativos, cuidando la calidad de las mismas. Es necesario asegurar los caudales ecológicos, consumo humano urbano y rural y asegurar el uso del recurso por parte de los usuarios más pequeños y vulnerables. En este sentido, la tecnología digital es una importante herramienta para lograr la eficiencia hídrica
- Migración e incorporación de nuevas fuentes de agua. Este punto incorpora una nueva área de soluciones que en algunos sectores ya se está realizando, pero que es necesario debatir. Los nuevos escenarios hídricos, el desarrollo de la sociedad, la nueva economía circular y la revolución digital nos permiten pensar en alternativas como la migración agrícola de territorios con una mayor seguridad hídrica o de cambios de cultivos que demanden una menor cantidad de agua. También se incluye el re-utilizamiento de aguas recicladas, las plantas desaladoras multipropósito que provean de agua a varios usuarios aprovechando las economías de escala y megaproyectos como son las carreteras hídricas marinas o terrestres inter-cuencas que no solo pueden aportar a la brecha hídrica si no que pueden cambiar la economía de los territorios.
Mientras no exista la voluntad política de iniciar un proceso de largo plazo que vaya mas alla de cada gobierno de turno, que nos permita tener una hoja de ruta para crear una política hídrica, no se podrá iniciar una Transición Hídrica eficaz. Mientras no suceda lo anterior, se están creando las condiciones para la "tormenta perfecta," por una parte aumenta la demanda y el consumo de agua, mientras que por otra, el cambio climático disminuye la oferta con la disminución de las precipitaciones y de volumen de nieve.
Es sabido que la discusión del código de agua, que es donde se ha centrado el debate político ya no será una gran aporte a este conflicto, pudo haberlo sido hace 10 años pero hoy ya no lo es, los problemas son otros que no están en ese debate
Los temas propuestos para la transición son los que surgieron desde los territorios y los participantes del dialogo y son la base para iniciar una transición que nos permita debatir y construir y asegurar, con la urgencia que se requiere, el desarrollo de un país inclusivo y al alcance de todos y evitar así los conflictos sociales en el futuro. Esta transición necesita romper la apatía, inmovilidad, falta de voluntad y la intolerancia político que existe en este tema.