Filtralite
Connecting Waterpeople
Amiblu
Grupo Mejoras
Ingeteam
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
ICEX España Exportación e Inversiones
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
IAPsolutions
Schneider Electric
ACCIONA
Rädlinger primus line GmbH
Baseform
MOLEAER
Aganova
Likitech
Fundación CONAMA
Confederación Hidrográfica del Segura
GS Inima Environment
J. Huesa Water Technology
SCRATS
ESAMUR
Fundación Botín
KISTERS
HRS Heat Exchangers
Catalan Water Partnership
Hach
Minsait
Sivortex Sistemes Integrals
Hidroconta
Innovyze, an Autodesk company
Red Control
Agencia Vasca del Agua
TEDAGUA
AMPHOS 21
Prefabricados Delta
EPG Salinas
Sacyr Agua
Idrica
Aqualia
LACROIX
TecnoConverting
Saint Gobain PAM
Asociación de Ciencias Ambientales
Kamstrup
Laboratorios Tecnológicos de Levante
FENACORE
Lama Sistemas de Filtrado
ADASA
Barmatec
Molecor
CAF
Xylem Water Solutions España
Filtralite
ISMedioambiente
Fundación Biodiversidad
s::can Iberia Sistemas de Medición
Cajamar Innova
FLOVAC
Hidroglobal
TRANSWATER
AGS Water Solutions
ONGAWA
ADECAGUA
IRTA
RENOLIT ALKORPLAN
Almar Water Solutions
Global Omnium
Vector Energy
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
DATAKORUM
AECID

Se encuentra usted aquí

Desalación y reutilización en tiempos de sequía

Sobre el blog

Domingo Zarzo
Director de Proyectos Estratégicos de Sacyr Agua.

Publicado en:

Portada iAgua Magazine
  • Desalación y reutilización tiempos sequía
    Desaladora de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias).
    Sacyr.

España está atravesando otro de los episodios recurrentes de sequía que está afectando gravemente a varias regiones. Aunque la capacidad embalsada media está en este momento en aproximadamente un 57%, las comunidades que más están padeciendo esta situación son las mediterráneas con porcentajes inferiores: Cataluña con un 42,7%, Comunidad Valenciana con un 40,7%, Andalucía con un 28,3% y la Región de Murcia con un 26,4%.

El Real Decreto de medidas contra la sequía del pasado mes de mayo, junto con posteriores decisiones tomadas por el gobierno, proponían distintas acciones, incluyendo nuevas desaladoras y actuaciones en reutilización.

El problema de la sequía en la costa mediterránea sería terriblemente grave si no hubiera solución, pero la hay. El uso de la desalación y la reutilización son claramente la forma más sostenible de mitigar los efectos del cambio climático y la sequía. Y, desgraciadamente, siempre vamos por detrás de los eventos climatológicos. Ahora tenemos una situación muy grave y necesitaremos cinco o seis años, en el mejor de los casos, para darle una solución definitiva.

No se trata de un problema de financiación, sino de planificación y de falta de acuerdos políticos. Además de las ayudas europeas, las empresas siempre hemos estado dispuestas a invertir en agua bajo modelos concesionales, que han sido comunes en España en otro tipo de infraestructuras como las autopistas, pero siguen sin desarrollarse para contratos de agua cuando, de hecho, es la forma más convencional de desarrollo de proyectos de desalación a nivel mundial en los países donde estamos presentes las empresas españolas.

También hay mucho trabajo que hacer en el ámbito educativo y de conciencia social; todavía hay un inexplicable rechazo de la población al uso de agua reutilizada para consumo humano, que ya ocurre en otros países como Estados Unidos, Israel, Namibia o Países Bajos, y en el nuestro de forma indirecta. El hecho de que en España esté prohibido por ley, genera la impresión errónea de que se trata de una actividad insegura o arriesgada. Las gotas de agua que circulan por el planeta lo hacen desde hace millones de años; el agua es agua y la calidad de la misma solo depende de cuál sea el uso que se le vaya a dar y su tratamiento.

El uso de la desalación y la reutilización son, claramente, la forma más sostenible de mitigar los efectos del cambio climático y la sequía

Una de las iniciativas más recientes para el incremento de la eficiencia en el uso del agua es la iniciativa Water Positive, que en la actualidad está liderada por un Think Tank, formado por más de setenta profesionales con un perfil multidisciplinar y de todas partes del mundo. El objeto de esta iniciativa es el de promover el uso de los recursos no convencionales e incorporar a la responsabilidad social de las empresas el compromiso de cálculo y reducción de su huella hídrica, lo que en caso negativo podría ser conseguido mediante una compensación económica, inspirada en la compensación de los bonos de dióxido de carbono (CO2). En este sentido, Sacyr ha sido una de las pocas multinacionales del sector de las infraestructuras y concesiones a nivel mundial que ha calculado su huella de agua mediante la ISO 14046, obteniendo un balance positivo de agua en todo el grupo, en todas sus actividades y en todos los países donde opera gracias a las actividades de desalación y reutilización, habiendo además incrementado esta positividad en el segundo año de su medición y certificación.

Uno de los argumentos en contra del uso de la desalación es el del potencial efecto medioambiental negativo generado por el vertido del concentrado. Tal y como han demostrado numerosos estudios científicos, este concentrado no tiene ningún efecto ambiental negativo cuando se hace correctamente, aplicando dilución y con los sistemas de difusión y mezcla utilizados convencionalmente. De hecho, a muy pocos metros del punto de descarga, este concentrado vuelve a ser simplemente agua de mar, siendo indistinguible del agua de origen.

Otro de los retos para las tecnologías de desalación y reutilización es el de la descarbonización; la reducción de la huella de CO2 por medio del incremento de la eficiencia energética y la implementación de las energías renovables, que se están incorporando a los grandes proyectos internacionales y se planea, asimismo, para las desaladoras españolas, de acuerdo con lo indicado en el Real Decreto de Medidas para la sequía.

El sector avanza claramente por la vía de la innovación hacia el incremento de la sostenibilidad para la obtención de estos nuevos recursos. Los proyectos de investigación se centran en el aprovechamiento de los concentrados para producir energía aprovechando los gradientes salinos (energía azul), la obtención de productos químicos y sales a partir del concentrado (brine mining) y la aplicación de la economía circular a los procesos (por ejemplo, mediante la reutilización de membranas o cartuchos al final de su vida útil). En este sentido, en Sacyr también se está trabajando en el desarrollo de proyectos como el LIFE Hyreward (producción de energía aprovechando el gradiente salino en una electrodiálisis reversa) o LIFE Transfomem (reutilización de membranas).

El sector avanza claramente por la vía de la innovación hacia el incremento de la sostenibilidad para la obtención de estos nuevos recursos

Cuando pensamos en escasez de agua y sequía en España, sin duda debemos pensar en el sector agrícola. La agricultura consume el 80% de los recursos de agua en el país, por lo que deberíamos poner el foco en la optimización y modernización de regadíos y en el uso de los recursos no convencionales.

Aunque podría interpretarse que el agua desalada es cara para la agricultura, la realidad es que los agricultores (sobre todo en el Sureste Español) hace tiempo que la incorporaron a su mix de aguas junto con las superficiales, subterráneas y reutilizadas para obtener un agua de calidad a un precio razonable. Todos los potenciales problemas técnicos del uso de agua desalada en agricultura, tales como la concentración de boro o el desequilibrio químico del agua, tienen solución técnica que no incrementa notablemente el precio del agua. Si tenemos en cuenta además que en cultivos de alto valor añadido el precio del agua puede suponer solo entre un 5 y un 10% del coste de producción y que hay cultivos con productividades económicas superiores a 5-7 €/m3, vemos que el uso de aguas desaladas es totalmente viable para esta aplicación y con cultivos de alto valor añadido.

Respecto al agua reutilizada, también los agricultores la vienen utilizando con normalidad, y contamos además ahora con el reglamento europeo que regula esta aplicación. Nuestras depuradoras están preparadas para suministrar agua de calidad y no debemos desaprovechar este caudal de nuevos recursos.

En Sacyr contamos con una gran experiencia en el uso de los recursos no convencionales para la agricultura, ya que, desde el año de la creación de la división de agua en 1995 se comenzó dicha actividad. En la actualidad operamos plantas destinadas casi exclusivamente para la agricultura, como la desaladora de Águilas o la desaladora de la Comunidad de Regantes de Cuevas de Almanzora, y estamos rehabilitando la desaladora de Bajo Almanzora, así como operando desde hace años la distribución de agua desalada desde Carboneras al Campo de Níjar, desaladora que también operaremos en breve.

El proyecto de investigación SOS-AGUA-XXI, con un consorcio de ocho empresas, seis grupos de investigación de universidades y seis millones de euros de presupuesto, es también un ejemplo para la promoción y el incremento del conocimiento científico del uso de los recursos no convencionales para la agricultura, y proyectos como el LIFE Deseacrop demostraron científicamente que el riego con aguas desaladas incrementa la productividad de cultivos como tomates y lechugas, así como la calidad del producto.

En conclusión, la desalación y la reutilización son herramientas indispensables para la mitigación de los efectos del cambio climático y la sequía y España es un referente internacional en estas tecnologías, tanto a nivel de aplicación como en la fortaleza de su industria.