En ocasión del Día Mundial del Retrete, celebrado el pasado 19 de noviembre, la ONG Water and Sanitation for the Urban Poor (WSUP), con sede en Reino Unido, presentó un nuevo informe que identifica los pasos a dar para ayudar a las ciudades a prestar servicios de saneamiento a toda su población.
En uno de cada siete países, el acceso al saneamiento básico ha disminuido. Incluso en las ciudades, donde el acceso a saneamiento seguro es más frecuente que en las zonas rurales, la disparidad entre ricos y pobres sigue siendo muy marcada. Construir retretes es importante, pero no es la solución. Los autores defienden un enfoque de sistemas para abordar el problema.
El documento, que se titula Systems Reboot [reiniciar los sistemas] identifica cuatro componentes esenciales para lograr cambios:
- Comenzar optimizando una parte del sistema, para superar la inercia institucional y asegurar que un cambio más amplio será bien aceptado.
- Aceptar el poder que puede tener el proceso en sí mismo, es decir, reconocer que simplemente reuniendo a las personas para hablar de los retos puede ayudar a avanzar.
- Diseñar inversiones para abordar limitaciones verdaderas, en lugar de destinar las inversiones a proyectos de infraestructuras más tangibles.
- Anticipar y tener en cuenta posibles demoras, debidas a imprevistos de carácter político, económico, o relacionados con la capacidad, que pueden frenar el progreso.
Utilizando principios de pensamiento sistémico, el informe examina cómo tienen lugar cambios complejos y generalizados en las ciudades, y ofrece recomendaciones para eliminar barreras al acceso universal al saneamiento. Los resultados se basan en un análisis en profundidad de 10 años de actividad en Lusaka (Zambia) y Maputo (Mozambique).
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