La gestión del agua como herramienta de mitigación del cambio climático

En este sentido, Aina Calvo, directora de AECID, dijo: “La medida para aumentar la resiliencia es, sin duda, la planificación hidrológica”, señalando al cambio climático como “uno de los retos más acuciantes a los que se enfrenta la comunidad internacional” y donde “la sostenibilidad ambiental es, y no puede dejar de ser, uno de los principios transversales en el todo el trabajo de cooperación para el desarrollo español”. En este sentido, a través del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), se han destinado en los últimos 10 años más de 790 millones de euros para promover servicios de agua y saneamiento en 18 países de América Latina y el Caribe.

“Las dos caras más visibles del cambio climático se profesan en sequías e inundaciones” y América Latina es una de las regiones más vulnerables ante estos desastres naturales: mientras las sequías de los últimos años han sido más prolongadas, afectando al abastecimiento de agua en varias ciudades iberoamericanas y a la productividad agrícola, el número de inundaciones ha ido en un aumento significativo durante los últimos años respecto a periodos anteriores. “¿Cuán preparados estamos para afrontar este nuevo paradigma de la sostenibilidad? ¿Cuán dispuestos estamos a cambiar nuestros patrones de conducta? ¿Cuán conscientes de la necesidad de repensar la gestión del agua?”, se preguntó Julián Suárez, vicepresidente de Desarrollo Sostenible de CAF, durante su intervención.

Así, en el marco de la cooperación España-América Latina, por intermedio de CAF, se reflexionó sobre iniciativas emprendidas en Iberoamérica y los retos que se enfrentan desde sus diversas funciones en torno al agua, tanto a nivel nacional como a nivel local, así como los operadores de los servicios de agua, con la perspectiva de identificar sinergias y áreas de colaboración en planes, programas y proyectos, así como asistencia técnica, investigación y desarrollo tecnológico. iAgua fue el encargado de realizar una completa cobertura de la jornada, cuyo objeto fue el de establecer un diálogo en torno a la situación y políticas púbicas para la prevención y gestión de las sequías, así como para el control de las inundaciones que han incrementado sustancialmente, tanto en América Latina como en la península ibérica.

“Sequías e inundaciones son cada vez más frecuentes, y su gestión se convierte en el mayor desafío a la hora de garantizar la seguridad hídrica que demandan las sociedades del siglo XXI”, dijo Alejandro Maceira, director de iAgua y maestro de ceremonias del evento, en el preludio de la primera sesión, que abordó la “Gestión de sequías. Experiencias comparadas en Iberoamérica”. Esta contó con una primera intervención de Víctor Arqued, subdirector general de Planificación y Uso Sostenible del Agua del MITECO, en la que expuso la integración de fenómenos hidrometeorológicos extremos en la planificación y gestión de la cuenca. A continuación, tuvo lugar un panel de discusión formado por Yamileth Astorga, presidenta de Acueductos y Alcantarillados de Costa Rica; Paulo Salles, presidente de ADASA (Brasilia, Brasil); Mario Andrés Urrea, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura y Walter Obando, jefe de la Autoridad Nacional del Agua de Perú, en el que se analizaron las prioridades y diferentes perspectivas desde los tres países latinonamericanos sobre este tema y se complementó con la visión desde un organismo de cuenca de España.

En la segunda parte de la jornada, Raúl Salazar, jefe de la Oficina Regional en las Américas de Naciones Unidas para la Reducción de Desastres (UN.DRR), realizó una intervención con el título “Hacia un nuevo enfoque en la prevención del riesgo de inundaciones”, en la que hizo hincapié en las pérdidas económicas derivadas de los desastres naturales: “Existe aún una tendencia creciente en lo que es la pérdida económica por los desastres y, en concreto, por desastres hidrometeorológicos”. De hecho, y según indicó Salazar, “La región latinoamericana está absorbiendo cerca del 53% de las pérdidas económicas por origen climático a nivel global”. Además, de las pérdidas económicas registradas en los últimos 10 años, las inundaciones están al mismo nivel que los terremotos, estimándose las mismas en más de USD 650 mil millones.

El aumento en la frecuencia de precipitaciones intensas produce inundaciones urbanas que, con frecuencia, generan pérdidas materiales y humanas, así como importantes daños a la infraestructura de las ciudades. “La amenaza permanente de inundación menoscaba la calidad de vida de las personas y contribuye a profundizar las inequidades entre la población urbana”, señaló Alejandro Maceira antes de presentar al segundo panel.

Moderado por Franz Rojas-Ortuste, coordinador de la Agenda de Agua de CAF, el panel contó con la participación de Paulo Serra, prefecto de Santo André (Brasil); María Dolores Pascual, presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro; Francisco Dumler, presidente del Directorio de SEDAPAL, además de Raúl Salazar, jefe de la Oficina Regional en las Américas de la UN-DRR, en el que no solo expusieron los enfoques más actuales para prevenir el riesgo creciente de inundaciones urbanas, también hablaron sobre los problemas actuales en esta materia.

Jorge Concha, director de análisis y evaluación técnica de CAF, fue el encargado de las conclusiones de los V Diálogos del Agua América Latina-España, y que resumió en tres palabras: compromiso, planificación y gestión. “¿Cómo podemos hablar de cooperación internacional, y mucho más en agua, si no incorporamos el cambio climático y las metas y objetivos 2030?”, reflexionó. “La apuesta por la transición ecológica desde una perspectiva justa y equitativa es lo que nos compete el día de hoy”, y no le falta razón.