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Las fugas en las redes de agua en España: una crisis invisible

(Foto: Pablo González-Cebrián/Fotos iAgua).
(Foto: Pablo González-Cebrián/Fotos iAgua).

España enfrenta una crisis invisible que se desliza por debajo de sus calles y campos: las fugas en las redes de distribución de agua. Se trata de un problema que no solo implica pérdidas significativas de un recurso vital, sino que también conlleva implicaciones económicas y ambientales.

Según el XVII Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2022 (AEAS-AGA), el país cuenta con un total de 437.448 kilómetros de red (248.248 km para la distribución de agua y 189.203 km para el saneamiento), de manera que las tareas de mantenimiento, control, renovación y modernización son faraónicas.

Sin embargo, y como en cualquier otro problema, es necesario conocerlo antes de abordarlo. Tal y como dijo Lord Kelvin (1824 – 1907), físico y matemático británico, “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.

España enfrenta una crisis invisible que se desliza por debajo de sus calles y campos: las fugas en las redes de distribución de agua

¿Qué es una fuga de agua?

Para atajar el problema, primero hay que definirlo. Las fugas de agua son salidas de agua no controlada en cualquiera de los componentes del sistema de distribución y se producen en las uniones, en sus elementos y en las roturas de las tuberías generales y acometidas.

Sin embargo, en términos más generales, en el sector se habla del Agua No Registrada (ANR), que es lo que se conoce como la diferencia entre el volumen de agua suministrada al sistema y el volumen de agua registrada en los contadores de los usuarios. Está formada por las pérdidas aparentes (consumos no autorizados o por inexactitudes de medición) y pérdidas reales (fugas y desbordamientos en las infraestructuras).

Esta agua aparentemente invisible que no llega al consumidor es contra la que el sector del agua lucha cada día con el fin de ofrecer un servicio mucho más eficiente y ser más resiliente ante los estragos del cambio climático, especialmente en épocas de sequía.

  • (Foto: Pablo González-Cebrián/Fotos iAgua).
    Las fugas de agua son salidas de agua no controlada en cualquiera de los componentes del sistema de distribución

Características de las redes de agua en España

La infraestructura de agua en España es diversa y compleja, con una mezcla de redes modernas y otras que han superado los treinta años de servicio, lo que incrementa la probabilidad de fugas.

AEAS-AGA alertan que solo un 17% de la red ha sido renovada o es de nueva construcción en la última década

Según Santi Sigla, director de Productos y Soluciones de Regaber e Hidroglobal, en España, de media, uno de cada diez litros que entra en la red de agua se pierde en fugas reales y el ANR medio ronda el 25%. Una cifra que contrastan desde AEAS-AGA, que habla del 23,5%, y que no solo ha aumentado muy ligeramente, un 0,5%, sino que además se mantiene casi constante en los últimos ocho años.

En este mismo Estudio, AEAS-AGA alertan que solo un 17% de la red ha sido renovada o es de nueva construcción en la última década. Una cifra que destaca la lentitud con la que se está reponiendo la red, con una tasa anual de renovación que oscila entre el 0,2 y el 0,4%, dependiendo de si hablamos de redes de distribución de agua o redes de saneamiento, ambas cifras muy por debajo de lo necesario para abordar el problema de manera efectiva​​.

Uno de cada diez litros que entra en la red de agua se pierde en fugas reales y el ANR medio ronda el 25%

¿Cómo se miden las fugas de agua?

Más allá de la sectorización, los avances tecnológicos en sensórica y en comunicaciones se han convertido en los últimos años en las nuevas metodologías en la detección de fugas. La localización de fugas mediante modelos matemáticos y algoritmia, la detección acústica o centralización de los datos en una sola plataforma, son las principales tendencias en este campo.

Ya sea a través de productos de telemetría fijos como PermaNET SU o alternativas portátiles (PCorr+ y DXmic Pro), Mejoras Energéticas proporciona tecnologías de detección de fugas eficaces para las empresas de agua.

La tecnología y  la adopción de políticas proactivas marcan la diferencia en la mejora de la eficiencia en las redes de distribución

Hidroglobal, por ejemplo, destaca con su tecnología Aquarius Spectrum, capaz de detectar fugas de baja intensidad con alta precisión, lo que se ha probado con éxito en ciudades como Sevilla, Barcelona, Madrid, y Vitoria.

Otras soluciones incluyen la integración de sensores acústicos en contadores de agua, que permiten una cobertura extensa de la red y la detección de fugas que de otro modo serían difíciles de encontrar. Un ejemplo de ello es el contador flowIQ® 2200 de Kamstrup, que incorpora detección acústica de fugas integrada, permitiendo el monitoreo continuo de las redes de distribución y la detección temprana de posibles fugas a través del análisis de patrones de sonido del agua​​.

Finalmente, en el marco de la digitalización del ciclo del agua, nuevos actores en el sector como Telefónica Empresas están liderando el despliegue de la conectividad avanzada, ofreciendo smart meters y otras tecnologías que permiten una monitorización continua y la detección temprana de fugas.

Estas tecnologías, junto con la adopción de políticas proactivas en la gestión de fugas, como la instalación de sensores de flujo y presión en toda la red, están marcando la diferencia en la reducción de pérdidas de agua y la mejora de la eficiencia en las redes de distribución.

(Foto: Pablo González-Cebrián/Fotos iAgua).

Retos y soluciones del control de fugas de agua en España

El principal reto para el control de fugas en España radica en el equilibrio entre la adopción de tecnologías innovadoras para la gestión y detección de fugas y el envejecimiento de las infraestructuras. A pesar de los avances tecnológicos, las redes antiguas siguen siendo vulnerables a las fugas, exacerbadas por la falta de inversiones sostenidas en su mantenimiento y actualización​​.

En 2020, en España existían seis millones de contadores de agua con una antigüedad superior a doce años. Por ese motivo —y por la necesidad imperiosa de una renovación— en octubre de ese mismo año entró en vigor la nueva orden de control metrológico promulgada por el Ministerio de Industria, que obliga a renovar los contadores de agua que cuentan con más de doce años de antigüedad, en un plazo máximo de cinco años. Es decir, para 2025, tanto los contadores de agua fría y caliente como a los contadores de uso residencial, comercial o de la industria ligera, así como los destinados a la gestión del Dominio Público Hidráulico, riego o cualquier otro uso, tendrán que haber sido sustituidos por sus propietarios, ya sean comunidades de propietarios, entidades o gestoras de parques.

En este sentido, la transformación digital en el sector del agua es fundamental para afrontar los retos futuros, impulsando la eficiencia hídrica y la resiliencia a través de la incorporación de nuevas tecnologías. El PERTE de Digitalización del Ciclo Urbano del Agua puesto en marcha por el gobierno impulsará el uso de las nuevas tecnologías de la información en el ciclo integral del agua, lo que permitirá mejorar su gestión, aumentar su eficiencia, reducir las pérdidas en las redes de suministro y avanzar en el cumplimiento de los objetivos ambientales marcados por la planificación hidrológica y las normativas internacionales.