El Mvotma junto a los gobiernos departamentales, implementa acciones para la readecuación definitiva de las zonas inundables en las distintas ciudades del país.
Las inundaciones derivadas del desborde de ríos y arroyos son eventos naturales y una realidad habitual para muchas localidades uruguayas que afecta desde múltiples aristas a sus pobladores. Tienen directa vinculación con el acceso y permanencia a la vivienda, pero también repercuten a nivel urbano, territorial, ambiental y de salud pública.
A ello se suma que en el actual contexto de cambio climático, con los cambios en los regímenes de lluvias, estos episodios se tornan más intensos y frecuentes. Lo que llevó a articular acciones en diversos niveles de gobierno y el Mvotma, a través de su Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial (Dinot) juega un rol clave para mitigar y erradicar sus efectos más perniciosos.
A partir de estas acciones, la población de los centros poblados también gana nuevos espacios públicos equipados y áreas verdes de gran calidad natural y paisajística.
En este sentido es interesante repasar algunas de las acciones que en distintos departamentos del país se instrumentan desde la perspectiva del ordenamiento territorial.
En primer lugar cabe mencionar los programas de realojo, donde la residencia y otros usos asociados son incompatibles con los eventos recurrentes de inundación. Estas son operaciones en extremo complejas y sensibles, ya que en muchos casos suponen el desarraigo y el cambio de estrategias y recursos vitales para esas familias. Por ejemplo para aquellas que viven de la pesca o el corte de leña que, al alejarlos del río, deben reestructurar sus medios de vida.
Al mismo tiempo implica generar soluciones habitacionales dignas en zonas aptas, mientras en las áreas liberadas se generan espacios público que puedan ser disfrutados por toda la población. Estos proyectos implican infraestructuras y actividades que pueden convivir con la inundación: parques, áreas de esparcimiento, caminería, senderos para el avistamiento de flora y fauna, juegos infantiles, canchas para la práctica de deportes
En el marco de varios planes locales que integran los mapas de riesgo de inundación, se definen zonas de riesgo alto, medio y bajo y se establecen qué actividades servicios e infraestructuras son admisibles en cada área.
Concretamente, como derivaciones de los planes locales de Artigas, Bella Unión, Salto y Paysandú, ya se concretan varios de estos proyectos. En Paysandú por ejemplo se realojó a las familias que residían en el barrio La Chapita, y allí se creó el Parque La Chapita. En Bella Unión se trabaja en la recuperación de la faja costera a través de un proyecto de parquización y reforestación con especies autóctonas.
En otros casos, se concretó la relocalización de viviendas en áreas inundables, y se realiza en paralelo la constante tarea de control territorial para preservar las áreas liberadas de usos residenciales, en tanto se concreta el proyecto de resignificación.
Acciones similares se llevan adelante en Durazno con el llamado Parque Inundable, en la zona comprendida entre la vía férrea y la Avda. Churchill, que será un espacio público equipado con múltiples funcionalidades, cuyo diseño no se verá afectado en caso de crecidas.
Otra experiencia se viene delineando en la ciudad de Rivera en el marco de un plan parcial de ordenamiento que incluye el estadio y zonas próximas al arroyo Cuñapirú.
En Paso de los Toros sucede algo similar, a través de un ambicioso plan de acondicionamiento urbano, que genera una nueva rambla sobre el rio Negro. Esto implica incluso un cambio en la mirada de la ciudad, que antes crecía a espaldas al río y ahora espera mirar hacia él y aprovechando más las áreas cercanas al río para las actividades recreativas. Este plan incluye también el realojo de aquellas familias que viven en zonas de inundación.
Por su parte el Plan Local de la ciudad de Melo incorpora el proyecto Parque del Este que supone la recalificación de toda el área circundante a la ex planta de Coleme. Esta será readecuada en el marco de un proyecto de gestión de carácter integral para toda la zona. Iniciativas similares se prevén para futuro en la ciudad de Río Branco y varias zonas del país.
En la actualidad se genera en todo el país una nueva generación de instrumentos de ordenamiento territorial, así como las revisiones de los ya existentes, que incorporaran los mapas de riesgo de inundaciones para que desde la categorización del uso del suelo estén identificadas las áreas inundables y establecidas las limitaciones para su uso.
Estas innovaciones en materia de planificación están en sintonía con las últimas recomendaciones en materia de adaptación al cambio climático en clave de sostenibilidad ambiental, económica y social, suponen un gran salto en calidad en el diseño, elaboración y puesta en práctica de políticas socioterritoriales acordes a los nuevos desafíos que como sociedad enfrentamos.