A partir del déficit hídrico que atravesó el área metropolitana en 2023, las pérdidas de agua potable mostraron ser relevantes para una adecuada gestión del recurso en situaciones extremas. En este contexto, y ante el escenario de variabilidad generada por el cambio climático que augura un aumento en la frecuencia de este tipo de eventos severos, ambas instituciones trabajarán, en forma conjunta, para desarrollar medidas que permitan reducir la pérdida de agua potable.
A través del acuerdo de cooperación firmado se conformará un grupo de trabajo con técnicos del MA y OSE, y con el apoyo de un equipo consultor del BID (contratado en el marco de una cooperación técnica) para elaborar una estrategia para la reducción de agua no contabilizada con alcance nacional y un plan específico para el área metropolitana.
El evento, contó con la presencia del subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, quien destacó que “a partir de la firma de este convenio, el equipo técnico que se conformará tiene como fin impulsar a una estrategia que nos permita reducir el agua potable que se pierde”.
“Si bien OSE tiene una cobertura muy importante, también es importante la pérdida que se registra”, sostuvo el jerarca, quien agregó que el foco del convenio es “el área metropolitana donde el consumo es muy alto y las cañerías son muy viejas por lo que se registran más roturas”.
En ese sentido, el presidente de OSE, Raúl Montero, reconoció que “las cañerías en Montevideo tienen unos 150 años y en las capitales departamentales se acercan a los 100 años”, y agregó que los valores de agua no contabilizada se deben particularmente a dos motivos: el agua “no facturada” y la pérdida de “agua física que puede ser visible y no visible”. Montero reconoció que “OSE no ha dejado de invertir, pero no hemos podido bajar ese 50% de agua no contabilizada”.
El equipo técnico, que se conformará a partir de ahora, trabajará en la elaboración de un diagnóstico para poder determinar las alternativas de “inversiones necesarias y la hoja de ruta que permita reducir estas pérdidas, que se hicieron muy evidentes en la última crisis hídrica que vivió el área metropolitana”, dijo Amarilla.
De esta manera, ambas instituciones reafirman su compromiso por cumplir con el mandato establecido en la Constitución Nacional, donde se expresa que el agua es un recurso natural esencial para la vida y su acceso un derecho humano fundamental.