El director ejecutivo del INDRHI, ingeniero Olgo Fernández, dijo que el programa de rehabilitación de esas obras tiene un costo superior a los RD$358 millones y estará a cargo de la empresa constructora Servicios de Ingeniería (SERVINCA).
El funcionario dio el primer picazo para el inicio de los trabajos en la presa de Chacuey, en el municipio de Las Matas de Santa Cruz, junto a los gobernadores de las provincias de Dajabón, Valverde y Montecristi, Fiordaliza Ceballos, Zaida Tejeda y Domingo Colón, respectivamente.
Explicó que la construcción de la presa de Chacuey, que regula las aguas del río del mismo nombre, concluyó en el año 1979. Este embalse irriga un área de 18,900 tareas, en una zona de bajas precipitaciones.
Fernández manifestó que esta obra controla una cuenca de 106 kilómetros cuadrados, mediante una presa de tierra de 34 metros de altura, con corona a una elevación de 60 metros sobre el nivel del mar.
El embalse almacena un volumen de 13.7 millones de metros cúbicos de agua hasta la cresta libre de su vertedero.
Entre los trabajos a realizarse están la rehabilitación del dren francés y el sistema de pozos de alivio para la disminución de los niveles freáticos de la presa, y la construcción de obras para la medición de los caudales de las filtraciones y permitir monitorear su comportamiento.
Mientras que la presa de Jigüey, ubicada en la provincia Peravia, fue puesta en operación en 1992 y tiene por finalidad la generación de electricidad, con una capacidad de almacenamiento de 167 millones de metros cúbicos, y la superficie del lago es de 4.94 kilómetros cuadrados.
Las obras a realizarse en esta presa son la construcción de costillas y zanjas de drenaje de tres metros de profundidad con el correspondiente material filtrante y ejecución de drenes californianos.
En tanto que en la presa de Tavera, en Santiago, se levantarán trabajos de estabilización de talud y construcción de muros de protección en hormigón armado, con una longitud de 75 metros, desde el trampolín del vertedero hasta la presa.
Además, la rehabilitación del dren al pie de la presa y la construcción de obras necesarias para la correcta medición de los caudales de las filtraciones de la obra.
El director del INDRHI recordó que Tavera fue puesta en operación en 1973 y que junto a las presas de Bao y López, forma parte de un complejo del río Yaque del Norte, que de manera integral regula las aguas de ambos afluentes.
Este complejo de presas garantiza la irrigación de 430 mil tareas, su central hidroeléctrica tiene una potencia instalada de 96,000 kilovatios y suministra al sistema eléctrico un promedio anual de 180 millones de kilovatios horas de energía limpia.