Grupo INCLAM, compañía líder que se dedica al sector de la ingeniería del agua y el cambio climático, ha diseñado un programa para apoyar a sus clientes en la consecución de las metas relacionadas con el aumento del acceso al agua potable y el saneamiento. Se trata de "El Agua es Salud", y para conocer más sobre él, hablamos con Gregory Kpegli, responsable de la coordinación del programa, desempeñando también un rol de ingeniero técnico-comercial y desarrollando dicho programa en cuatro continentes. Asimismo, es un referente en el terreno de la construcción de plantas de agua potable y de tratamiento de aguas residuales.
Pregunta: En primer lugar, háblenos del programa “El Agua es Salud” de Grupo INCLAM.
Respuesta: El programa se ha creado para dar una solución real al problema de salud que sufren las poblaciones más aisladas por falta de agua segura. Varios estudios demuestran que, de manera general, el agua sucia mata a más niños que la guerra, la malaria, el sida y los accidentes de tráfico, juntos.
Con el programa “El Agua es Salud” tenemos como objetivo ofrecer soluciones de agua segura, saneamiento e higiene a las poblaciones más necesitadas, para reducir el impacto negativo que tiene la ausencia de estos servicios en el desarrollo personal, económico y social de las mismas.
Nuestro Programa quiere contribuir a crear un mundo con más oportunidades para todos
El agua es un elemento básico para la supervivencia y el desarrollo del ser humano. No podemos vivir sin agua, y por esta razón, la construcción de fuentes de abastecimiento de agua potable y de sistemas de tratamiento de aguas residuales se ha convertido en uno de los principales objetivos de la humanidad, y una de las actividades fundamentales del Grupo INCLAM.
Este programa se basa en 3 pilares fundamentales. Por un lado, ofrecemos a comunidades rurales y peri-urbanas una solución innovadora e integral de abastecimiento de agua potable. Un segundo pilar basado en el componente social de educación y capacitación, a través del cual, fortalecemos las capacidades de los líderes y familias locales en la gestión del agua, favoreciendo la adopción de comportamientos saludables. Y una tercera fase, de como mínimo 2 años de operación y mantenimiento, y fortalecimiento institucional, que asegure la sostenibilidad del proyecto en su conjunto.
Nuestro Programa quiere contribuir a crear un mundo con más oportunidades para todos, satisfaciendo las necesidades de nuestros clientes y llevando soluciones de gestión sostenible del agua potable, a aquellos lugares que hoy, no disponen de ella.
P.- ¿En qué contexto se aplica dicho programa y cuáles son sus objetivos principales?
El acceso al agua potable se enmarca claramente en el objetivo n°6 de desarrollo sostenible de la Organización de Naciones Unidas, “Agua limpia y saneamiento”; pero también en los objetivos n°3 “Salud y bienestar” y n° 10 “Reducción de las desigualdades”, entre otros.
La consecución de estos objetivos, representa una gran mejora en las condiciones de vida de la población. Además, es un importantísimo hito para cualquier país de cara a la Comunidad Internacional, ya que fomenta las ventajas competitivas del mismo y genera un aumento del interés de agentes fundamentales de desarrollo, tales como los organismos multilaterales, los bancos de desarrollo y/o la inversión privada. Nuestro programa “El Agua es Salud” ha sido diseñado para apoyar a nuestros clientes para cubrir las necesidades de abastecimiento en todas las zonas que lo necesitan, a menudo en un contexto de emergencia sanitaria.
P.- ¿Qué soluciones técnicas ofrecen?
Desde INCLAM entendemos que, si se hace énfasis en educar a las personas para tener hábitos saludables, también se les debe facilitar los medios físicos para poder desarrollar dichos hábitos, es decir, agua limpia y de calidad.
En INCLAM desarrollamos todo tipo de soluciones de abastecimiento de agua potable: las de uso familiar se destinan a viviendas a través de pequeñas plantas domésticas para el agua de consumo humano en la cocina y en el resto de la vivienda, plantas móviles que son óptimas para poblaciones rurales y/o situaciones de emergencia hasta 2.500 habitantes, plantas híbridas (fijas y móviles) para poblaciones entre los 500 y los 5.000 habitantes, tecnología de filtros a presión para poblaciones rurales entre los 4.000 y 10.000 habitantes, y filtros de lavado en continuo para poblaciones de más de 10.000 habitantes.
Si se hace énfasis en educar a las personas para tener hábitos saludables, también se les debe facilitar los medios físicos para poder desarrollar dichos hábitos
Por otro lado, también diseñamos soluciones de saneamiento, incluyendo sistemas de recolección de aguas negras y de tratamiento. Estas soluciones pueden tener varias formas y varios niveles tecnológicos, dependiendo del ámbito en el cual se vayan a instalar, de la contaminación de las aguas y de los recursos de los usuarios o clientes finales.
De manera general, ofrecemos soluciones técnicas para el ciclo completo del agua, desde la captación de la misma, su conducción hasta la planta de potabilización, el almacenamiento del agua tratada, su distribución a la población y, después de su uso, la recolección de las aguas grises o negras y el tratamiento de aguas residuales.
P.- ¿Cuáles son los principales retos a los que se han enfrentado a la hora de desarrollar el Programa?
R.- Como en todo desarrollo de un programa innovador, los retos han sido múltiples, pero de manera general, INCLAM se ha especializado en llevar la ingeniería del agua a lugares y ámbitos, a los cuales otros no quieren ir. Por lo tanto se podría decir que los principales retos se sitúan a nivel de la IMPLEMENTACIÓN.
Con respecto al Programa “El Agua es Salud”, fue necesario buscar soluciones ingeniosas para afrontar 4 retos principales:
En primer lugar, convencer a las autoridades locales (local y nacional) de la importancia de invertir en agua en las zonas rurales y aisladas, y demostrarles que también pueden ser fuentes de desarrollo económico y social. Basamos nuestros argumentos en el hecho de que cada dólar invertido en la prevención de las EDAs (Enfermedades Diarreicas Agudas), a través del uso de agua segura, produce un rendimiento promedio de 25,50 dólares. Ese rendimiento se justifica por reducciones de gastos de sanidad, aumento de la presencia de alumnos en la escuela, disminución del absentismo en los lugares de trabajo y/o por la menor pérdida de tiempo cotidiano en labores relacionadas con el agua.
En segundo lugar, a la hora de ejecutar el proyecto, nos enfrentamos a importantes problemas de logística. Tenemos que instalar, poner en marcha y operar soluciones de tratamiento del agua, con tecnología moderna, en comunidades muy aisladas y algunas veces sin acceso por carreteras.
INCLAM se ha especializado en llevar la ingeniería del agua a lugares y ámbitos, a los cuales otros no quieren ir
Una vez solucionados los temas técnicos, tenemos que garantizar la sostenibilidad de las soluciones que aportamos. Eso es posible realizando importantes labores de capacitación de los operadores locales, para que puedan operar y mantener el sistema y que éste sea sostenible en el tiempo, sin necesidad de intervención externa continúa. Esta actividad representa un reto importante en comunidades en donde el nivel de formación técnica o administrativa es, a menudo, muy limitado.
Y finalmente, como parte del componente social del programa, es necesario transformar los hábitos de higiene y salud de la población, en relación al uso del agua en general y del agua potable en particular. Este último objetivo, está vinculado con el problema de la resistencia al cambio, que existe en cualquier lugar y en cualquier grupo social, y que, a pesar de que seamos proveedores de mejoría, debemos afrontar para poder realizar un proyecto útil, que realmente impacte en las condiciones de vida de las personas y aumente sus oportunidades de desarrollo, a corto y medio plazo.
P.- ¿De qué forma contribuye Grupo INCLAM a garantizar la sostenibilidad a largo plazo en aquellos lugares donde se aplica?
R.- INCLAM parte del hecho de que la única manera de garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las soluciones que aportamos, es que lo propios usuarios se hagan dueños de la tecnología y que sepan operar, mantener y mejorar los sistemas.
INCLAM incluye este objetivo de autosuficiencia en todas sus intervenciones y en particular en el programa “El Agua es Salud”. Los proyectos que desarrollamos, abarcan siempre dos parámetros claves: (i) Asegurar soluciones técnicas robustas, adaptadas al ámbito en el cual se instalan y de una gran fiabilidad (ii) Incluir una fase de operación y mantenimiento de un mínimo de 2 años, comprendiendo actividades especialmente diseñadas para cada comunidad, durante las cuales se llevan a cabo tareas de capacitación de la población local, de integración social del programa, de educación sobre el buen uso del agua y también de fortalecimiento institucional, para que el derecho al agua segura sea la prioridad de las autoridades competentes.
Con estos dos pilares, garantizamos que las comunidades puedan realizar las acciones y tener los recursos necesarios para que la solución implementada sea sostenible a largo plazo.
P.- De todos los lugares en los que Grupo INCLAM ha aplicado el programa “El Agua es Salud”, ¿cuáles destacaría por su mayor impacto en la comunidad?
R.- El que destacaría es sin duda el proyecto de abastecimiento a comunidades nativas en las cuencas de los ríos Marañón, Pastaza, Tigre y Corrientes, en Perú, declaradas en Emergencia sanitaria Este proyecto ha tenido un periodo de intervención de dos años (entre Octubre 2014 y Septiembre del 2016), en el marco de financiación del “Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento”. Estas comunidades está ubicadas en la región de Loreto, el departamento con menor acceso a servicios de agua potable del país, ya que sólo el 5,5% de hogares cuenta con estos servicios. No es de extrañar que también sea el departamento con mayor prevalencia enfermedades diarreicas agudas (EDA): un 18,5%, de tasa de prevalencia, frente a la media nacional de 12%.
Se instalaron 65 plantas modulares de 9 tipos diferentes, con procesos de potabilización específicos para la realidad de cada comunidad, según la población, los caudales y los contaminantes presentes en cada zona.
En todo este proceso, y gracias a la alta fiabilidad de los sistemas de producción de agua potable, se logró crear un sentimiento de confianza hacia esta nueva tecnología, pudiendo identificar y capacitar a líderes comunitarios, denominados facilitadores comunitarios del agua y la higiene, quienes fueron movilizadores activos de la educación y supervisión de las familias, acompañando a los gestores sociales en el desarrollo de actividades de capacitación en higiene a más de 4000 familias y la evaluación de las acciones del componente educativo del proyecto.
Los resultados de la evaluación mostraron una reducción de 40.9 puntos porcentuales, de Enfermedades Diarreicas Agudas en niños menores de 5 años de edad, pasando de 64.5 % en la línea base, a 23,7 % en la evaluación final de la intervención del proyecto.
Considerando un promedio de 1,5 niños por familia, esto significa que en solo 2 años, el Grupo INCLAM, ha ayudado a más de 2.000 niños, asegurándoles las mismas oportunidades, que a cualquier otro niño del país.
Más de 5 años de buenos resultados, han ratificado la confianza de nuestro cliente y las propias comunidades en INCLAM. Hoy en día estas plantas vienen siendo operadas por la propia comunidad, con la asistencia técnica del Grupo INCLAM desde el año 2015.
Gracias al trabajo técnico y social hicimos posible que más 20.000 personas tuvieran acceso a agua limpia y segura y que hoy en día se haya convertido en una solución real y sostenible.