El Consejo de Gobierno ha aprobado el Plan Director de Saneamiento y Depuración de Aguas del Principado (2020-2030), que prevé una inversión de 478 millones con el objetivo de seguir avanzando en la correcta recogida y tratamiento de las aguas residuales urbanas y en la eliminación de los vertidos colectivos sin depuración. El proyecto también asegura la sostenibilidad económica y ambiental de los sistemas de saneamiento y depuración de la comunidad.
Con este plan, la Consejería de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático completará el tratamiento de las aguas residuales de todas las aglomeraciones urbanas y, con carácter general, de las agrupaciones rurales cuya población supere los 100 habitantes. Además, el documento incluye las medidas necesarias para avanzar en la eliminación de todos los vertidos directos de aguas residuales, con el fin de garantizar la mejora de la calidad del agua de todo el Principado.
El grueso de la inversión, más de 455 millones, se dedicará a la ejecución de un potente programa de infraestructuras, con 11 líneas de acción y 248 medidas. Las principales se dirigen a la construcción de más de 100 nuevas instalaciones de saneamiento y depuración, tanto en zonas urbanas como rurales.
Igualmente, se acometerá la ampliación, mejora y renovación de más de 60 instalaciones ya existentes, algunas de gran entidad como la depuradora de Maqua, en Avilés, o la de Gijón Oeste. También se procederá a la extensión de los sistemas colectores de las áreas urbanas, así como a la renovación de otros elementos de la red.
Además, el programa de infraestructuras contiene diferentes medidas destinadas a emprender nuevos retos en materia de economía circular, en concreto la regeneración de aguas residuales para su reutilización o la valorización de lodos, que permitirá obtener bioenergía y biomateriales. Las actuaciones programadas para generar energías renovables se traducirán en una reducción de la huella de carbono, un aspecto de especial importancia en el actual contexto de cambio climático.
Asimismo, el plan recoge 7 líneas y 38 medidas orientadas a una gestión integrada de los servicios del ciclo del agua y a mejorar la gobernanza, con medidas como la elaboración de una nueva Ley de Aguas o la creación de un Observatorio del Agua.
Este plan, junto con el de abastecimiento, aprobado el pasado mes de enero, fija los objetivos y prioridades para el ciclo del agua en Asturias en esta década. Ambos suman una inversión de unos 1.000 millones. La Administración central colaborará con el Principado en la financiación de diferentes actuaciones previstas en los dos proyectos.
El plan puede consultarse en este enlace.