El Ayuntamiento de Barcelona ha alertado de que la fase de emergencia por la sequía, en la que Cataluña puede entrar este enero si no llegan precipitaciones abundantes en las próximas semanas, podría afectar al abastecimiento domiciliario si se llega a la fase de emergencia más avanzada.
Lo ha dicho la gerente de Servicios Urbanos, Sònia Frias, en una rueda de prensa tras una sesión de trabajo con periodistas sobre la situación de la ciudad respecto la sequía, junto al ingeniero jefe de Barcelona, Oriol Altisench, y la directora general de Barcelona Cicle de l'Aigua, Cristina Vila.
Barcelona tuvo de enero a noviembre una dotación en alta media de 173 litros por habitante y día: si entra en la fase de emergencia 1, el consumo queda limitado a 200 litros, en fase de emergencia 2 a 180 litros, y en la fase de emergencia 3 a 160 litros, cuando se deberán tomar medidas en los domicilios.
"Se tendrían que tomar medidas por lo que respecta a la red de abastecimiento para disminuir el umbral de consumo", ha precisado Frías, que ve probable que en 2024 se entre en la fase de emergencia 2, ya que prevé que se mantenga la excepcionalidad en el caso de que en primavera llueva y que no se vuelva a la normalidad.
"La primavera es clave"
Vila ha explicado que "la primavera es clave" porque si llueve como es habitual en esta época la situación se mantendría en fase de excepcionalidad, y ha avisado de que en 2024 se seguirá hablando de sequía porque es un problema estructural.
"Si la situación no mejora de cara a la segunda quincena de enero entraríamos en emergencia 1. Si en primavera no hay las lluvias habituales, de cara al mes de abril entraríamos en emergencia 2, y en julio entraríamos en emergencia 3", ha afirmado.
Por eso, cree que ante esta situación se deberían aplicar restricciones de agua potable en verano si no llueve: "La previsión del Servei Metropolità de Catalunya para los próximos tres meses no son buenos. Nos abocamos a no mejorar la situación".
Ha remarcado que actualmente se está "sobreviviendo gracias a los recursos alternativos que se disponen en sustitución del agua de los pantanos", como los pozos de recaudación de agua subterránea, la desalinizadora y el agua regenerada.
Plan de contingencia para espacios verdes
La directora de Barcelona Cicle de l'Aigua ha explicado que actualmente el 80% de la superficie verde de la ciudad se está regando con agua potable y que cuando se entre en fase de emergencia no podrá usarse y se continuará regando con agua freática.
"Estamos trabajando cómo optimizar todos los recursos hídricos, técnicos y humanos disponibles para maximizar los espacios verdes que podemos regar de manera manual con agua freática", y que están negociando con los sindicatos de Parcs i Jardins para triplicar el personal.
De este modo, se priorizará los árboles y las palmeras de vías emblemáticas y grandes avenidas, las calles y avenidas con espacios verdes (como paseo de Sant Joan y avenida Diagonal), y el arbolado de parques emblemáticos e históricos, con un dispositivo con 250 operarios que trabajarán en turno de mañana, tarde y noche.
Ordenanza de aguas grises
También ha recordado que el Ayuntamiento está trabajando en una nueva ordenanza de aguas grises (para nuevas edificaciones y grandes rehabilitacions) que contempla tramitar en el segundo semestre de este año.
Con todo, Altisench ha destacado la "buena sintonía" entre todas las administraciones para hacer frente a la sequía y ha informado de que el grupo de trabajo del Ayuntamiento se reunirá por segunda vez el 16 de enero.