Baleares, junto a Canarias y la vertiente mediterránea peninsular, tienen 70 por ciento de probabilidades de registrar este verano temperaturas especialmente cálidas durante los próximos tres meses, lo que podría aumentar la demanda y evaporación del agua, complicando la gestión hídrica.
Así se desprende del Informe sobre la situación de la sequía, correspondiente al tercer trimestre del año hidrológico 2023-2024, de la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas).
El informe recuerda que el inicio de año ha sido inusualmente cálido, con anomalías térmicas significativas que han llegado a superar +2,5 grados centígrados en algunos territorios.
Aeopas ha advertido así que este escenario es la antesala de los efectos del cambio climático en España, por lo que ha expresado la urgencia de un cambio de modelo de gestión y uso del agua.
"En los últimos dos años hemos pasado por una situación muy alarmante que debe servir para mejorar la planificación y la prevención, avanzar en la gestión y anticiparnos ante la siguiente situación de emergencia por sequía", han defendido.
La asociación ha insistido en que la reducción de las aportaciones y la disminución de los recursos por las altas temperaturas, unido a la agudización de las sequías, conducen a escenarios donde estas situaciones de emergencias serán más habituales.
Los operadores han añadido que en el caso de Baleares la situación de sequía es crítica, con restricciones en el consumo de agua aplicadas en varios municipios de Mallorca. Las reservas hídricas están significativamente por debajo de lo normal, lo que ha llevado a medidas restrictivas y de gestión de consumo.
