Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Murillo se enfrenta a los retos hídricos de una zona de Chile caracterizada por una marcada estacionalidad, que ha atravesado además varias (e importantes) sequías en los últimos tiempos.
Su amplia experiencia en el sector le ha aportado las herramientas y conocimientos necesarios para asumir su labor al frente de la empresa, y su conocimiento del país, que le acogió entre 2002 y 2005, le dota de una visión completa y trasversal de los desafíos de Valparaíso.
Pregunta: Usted es gerente de Esval desde 2013. ¿Cómo han sido estos siete años al frente de la empresa?
Respuesta: Sin duda, han sido años muy duros y de grandes desafíos. Valparaíso es una ciudad compleja por su orografía y, en los últimos diez años, afronta una creciente sequía que hace muy complejo mantener la continuidad del servicio, aunque lo hemos conseguido al 100%. Los progresos en esos años han sido muy relevantes, pues, de otra forma, estaríamos con seguridad en una situación de racionamiento. Hemos robustecido nuestra infraestructura, en especial la productiva, para aumentar nuestra disponibilidad de agua cruda y hacerla más versátil, fomentando el desarrollo de nuevas fuentes subterráneas y buscando la eficiencia máxima en la red de distribución.
"Hemos robustecido nuestra infraestructura, en especial la productiva, para aumentar la disponibilidad de agua y hacerla más versátil"
P.- En este sentido, ¿cuáles son los mayores retos que enfrenta la región en materia de abastecimiento?
R.- Sin duda, el cambio climático y sus efectos es el reto más relevante que afrontamos. No solo nos afecta con una disminución a mínimos históricos de los caudales de los ríos, de las napas subterráneas, la nieve acumulada en la cordillera o la cantidad de agua embalsada; también nos afecta en la calidad de las fuentes que aún tienen disponibilidad. Además, cuando llueve, “llueve mal” y sufrimos los efectos de altísimas turbiedades en los ríos producto de aluviones por lluvias en la alta cordillera. Sin duda, se trata de una situación de altísima complejidad y que sabemos que irá a peor en el futuro cercano y lejano.
P.- ¿Y en relación a los servicios de saneamiento?
R.- Afortunadamente, en todo Chile ese es un problema resuelto desde hace mucho tiempo. Aunque internacionalmente no es muy conocido, Chile es el único país de Latinoamérica que disfruta prácticamente de un 100% de cobertura urbana en suministro de agua potable y recolección y tratamiento de aguas residuales. Los retos, en este sentido, son los mismos que enfrenta cualquier país desarrollado, que no son pocos, pero que no tienen en el momento actual la misma urgencia que los que nos acarrea el cambio climático desde el punto de vista del abastecimiento.
Probablemente, el reto en todo Chile, y en especial en la zona centro-norte, sea la reutilización de las aguas residuales para paliar los efectos de la sequía, como alternativa a la desalinización, que en un país con tanta costa como Chile aparece como la solución más evidente para la falta de agua.
P.- Uno de los mayores logros de la Región de Valparaíso es la descontaminación del 100% de sus aguas servidas. ¿Cuáles han sido las claves en este proceso, y cuáles los siguientes pasos a dar?
R.- La descontaminación del 100% de las aguas servidas del país se consiguió a principios de la década del 2000, tras un esfuerzo inversor rápido y efectivo del sector privado, ya que el sector del agua en Chile se privatizó prácticamente en su totalidad precisamente con el objetivo de asegurar la capacidad técnica y la financiación de un esfuerzo tan relevante. Ningún país del mundo ha conseguido ese objetivo en menos tiempo, de manera más efectiva y sin ninguna financiación pública. Los retos futuros en este aspecto, desde mi punto de vista, están en el desarrollo de una economía circular, buscando cero residuos y reutilizando en todo lo posible un recurso crecientemente escaso.
"El reto en Chile, y en especial en la zona centro-norte, es la reutilización de las aguas residuales para paliar los efectos de la sequía"
P.- En relación a las inversiones de Esval para 2020, ¿cuál es el monto estimado, y a qué proyectos irá destinado?
R.- Estamos invirtiendo desde hace cinco años un monto aproximado de noventa millones de euros anuales, que ha sido fundamental sobre todo para fortalecer nuestras fuentes productivas y hacer más eficiente nuestros sistemas de distribución. Nuestro proyecto estrella en 2020 y 2021 es una interconexión entre una de nuestras principales plantas de tratamiento de agua potable (Concón), situada en la desembocadura del río Aconcagua, y un embalse situado cerca de ella (Los Aromos), que no tiene conexión directa con ningún río, por lo que su llenado a través de varios esteros es sumamente ineficiente. La tubería de esa conexión será reversible, de manera que seremos capaces de bombear agua desde el río al embalse en invierno para devolverla del embalse a la planta en verano, temporada de mayor demanda y de menores caudales disponibles para la producción. Este proyecto debería dar seguridad hídrica a Valparaíso hasta el año 2040.
P.- La compañía se ha comprometido a mantener las tarifas entre 2020 y 2025 en toda la Región. ¿Qué motivos han impulsado a tomar esta medida?
R.- En Chile, las tarifas se revisan cada cinco años y se fijan en función de las que serían necesarias para mantener los costes totales de largo plazo (operación, inversión y reposición) en una empresa modelo totalmente eficiente. Cualquier ineficiencia de la empresa real sobre la teórica modelo es soportada por la empresa. Nosotros tuvimos un proceso tarifario en 2015 de altísima complejidad, donde llegamos a la última instancia del proceso (panel de expertos) por no haber podido llegar a un acuerdo con el regulador. Tras ese tortuoso pero necesario proceso, obtuvimos unas tarifas que consideramos suficientes. El proceso prevé la posibilidad de solicitar prórroga de las tarifas vigentes si llegado el momento de la nueva revisión no hay un cambio sustancial de las condiciones. Nosotros consideramos que se daban los supuestos para esa prórroga y el regulador lo estudió en detalle y estuvo de acuerdo. Así de fácil y así de difícil.
P.- La Región ha atravesado varias sequías en los últimos años. ¿Qué medidas está tomando Esval para mitigar el impacto de la falta de agua?
R.- Creo que ya las he contado en términos de infraestructura a lo largo de la entrevista, pero también apoyamos todo el desarrollo de fuentes con importantes inversiones en inteligencia operacional de redes y, por supuesto, tratamos de concienciar a toda la comunidad de la Región de Valparaíso sobre la importancia del cuidado del agua, sobre la gestión integrada de cuencas y sobre la importancia de pensar en el desarrollo sostenible a través de la reutilización del recurso.