El miércoles 6 de septiembre, tuvo lugar en la casa central de la Universidad de Chile el “Seminario Agua y Saneamiento en Ciudades: Hacia el 8° Foro Mundial del Agua”, organizado por el Comité Chileno para el Programa Hidrológico Internacional de la Unesco (CONAPHI Chile), organización con 41 años de vida, conformado por más de 30 instituciones públicas y privadas, y presidido por el Director General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, Carlos Estévez.
El Foro Mundial se realizará por primera vez en Sudamérica, en Brasil en marzo de 2018, y en dicha instancia se discutirá el rápido crecimiento de las ciudades y su relación con el agua, lo cual requiere cada vez más la adopción de procesos sostenibles e integrados para los residuos urbanos y la gestión del recurso hídrico. Al igual que el saneamiento como un derecho humano esencial, de acuerdo con la declaración emitida por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), ya que responde a la garantía de la vida y la salud de la población.
En la presentación inaugural, Estévez destacó el objetivo de desarrollo sustentable Agua Potable y Saneamiento levantado por la Organización de las Naciones Unidas como meta a alcanzar al 2030. “Esto implica el acceso universal y equitativo al agua potable, como también a los servicios de saneamiento e higiene adecuados para todos y poner fin a la defecación al aire libre, junto con mejorar calidad del agua”.
El Foro Mundial se realizará por primera vez en Sudamérica, en Brasil en marzo de 2018, y en dicha instancia se discutirá el rápido crecimiento de las ciudades y su relación con el agua
Además recordó que la OCDE recomendó a Chile establecer usos esenciales del agua, como el abastecimiento público de agua, y los servicios de saneamiento y ecosistémicos, a los que se otorgue alta prioridad. Y a su vez, que el Programa Hidrológico Internacional de Unesco en su fase 8 sobre seguridad hídrica, hace énfasis en el agua y los asentamientos humanos del futuro. “Todas esas observaciones de organismos internacionales, son recogidas en la reforma al Código de Aguas. El consumo humano y saneamiento, se establecen como usos prioritarios, ya que siempre prevalecerán en el otorgamiento como en la limitación del ejercicio del derecho de aprovechamiento”.
En el primer bloque Agua y Ciudades, el profesor e investigador Jorge Gironás abordó el riesgo hidrometeorológico en la precordillera andina, señalando como desafíos el definir zonas de inundación y actualizar el plan maestro de aguas lluvias de Santiago, integrar estudios de riesgo a herramientas de gestión y planificación, educar a la comunidad; e implementar y monitorear casos piloto para validar diseños, estrategias y entender el actuar de la comunidad, entre otros.
Milo Millán, jefe de la División de Cauces y Drenaje Urbano de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, resaltó las principales obras en aguas lluvias, fluviales, control aluvional y proyectos multipropósito a nivel país para enfrentar las inundaciones urbanas. “A la fecha están terminados 37 planes maestros de aguas lluvias, abarcando 77 localidades. Mientras que en elaboración hay otros 6 y en curso está la actualización del plan maestro de Punta Arenas”.
El factor calidad de las aguas fue presentado por Mónica Musalem, jefa del Departamento de Conservación y Protección de los Recursos Hídricos de la Dirección General de Aguas, quien expuso los avances en diagnósticos realizados recientemente en aguas subterráneas en pozos de Comités de Agua Potable Rural de las regiones de Coquimbo, Metropolitana, Valparaíso y O’Higgins. Al respecto, mencionó como desafíos “evitar afectaciones a la calidad de aguas a través de un enfoque preventivo, integrar la información de calidad de aguas; densificar los puntos de control de la calidad de las aguas, incluyendo los cauces y sectores acuíferos que son fuentes de abastecimiento”.
En el bloque de Saneamiento, el Superintendente de Servicios Sanitarios, Ronaldo Bruna, precisó que 5.256.206 de hogares en el país son clientes en el sector sanitario urbano, y que el 96,8% tiene cobertura de alcantarillado y el 99,9% cobertura de tratamiento de aguas servidas.
Bruna planteó como desafíos al 2030 el aumento en la cobertura de alcantarillado, la ampliación oportuna de plantas de tratamiento, mejoramiento normativo, la reutilización de aguas servidas, aumentar la valorización agrícola y forestal de los lodos, mejorar la institucionalidad e inversión para conducir y manejar las aguas lluvias.
A su vez, el Director Nacional de Obras Hidráulicas del MOP, Reinaldo Fuentealba, se refirió a la ley 20.998 de Servicios Sanitarios Rurales, promulgada y publicada en febrero de este año. Dicha ley compromete al Estado para fortalecer la gestión delos Comités y Cooperativas Rurales de Servicios Sanitarios Rurales no sólo para el acceso al agua potable, sino que también para el saneamiento rural.
Fuentealba explicó que actualmente existen 1.772 sistemas de APR, de los cuales el 89.7% no cuenta con servicio de saneamiento entendido como la recolección, el tratamiento, disposición final de las aguas servidas y manejo de sus lodos.
“La Subdirección de Servicios Sanitarios Rurales de la DOH, tendrá entre sus desafíos implementar la ley de que regula los servicios sanitarios rurales en los plazos establecidos en ésta y su reglamento, avanzar en cobertura de agua potable en el sector semiconcentrado y disperso, como también en cobertura tanto de recolección como tratamiento de Aguas Servidas”, comentó.
La mirada de los Comités de Agua Potable Rural y Cooperativas de APR, estuvo representada por José Rivera, Director de la Federación Nacional de Agua Potable Rural (FENAPRU), quien hizo especial énfasis en la asociatividad como una posibilidad de mejoramiento entre sus asociados para recibir acompañamiento y asistencia técnica para cumplir su rol en el marco de la nueva ley.
Rivera señaló que la Subdirección de Servicios Sanitarios Rurales verificará que se realicen elecciones regulares en las organizaciones de APR, y que estará habilitada para declarar un operador en riesgo. Mientras que la Superintendencia de Servicios Sanitarios recibirá reclamos de los usuarios y definirá estándares de servicio,cursando multas si corresponde y podrá declarar riesgo en la prestación de servicio, al igual que la autoridad sanitaria.
Agregó que la tarea de cada operador de APR será definir qué etapas del servicio sanitario realizará, si la producción, distribución, recolección de aguas servidas y/o tratamiento de aguas servidas.
Como expositor también participó el gerente general de Aguas Andinas, Narcis Berberana, empresa con 2.145.122 clientes, equivalentes al 43% de la industria sanitaria. El ejecutivo subrayó que el futuro está en las aguas residuales, “por lo que cumplida la meta del 100% en cobertura de saneamiento, la empresa decidió impulsar la transformación de las plantas de tratamiento en biofactorías”.
“Bio”, por la naturaleza de los procesos principales utilizados en las plantas de tratamiento y “factorías” para reforzar elcarácter de plantas de producción que deben adquirir para ser sustentables. En este marco, son cuatro los ejes de trabajo identificados: hacia la autonomía energética con el cero consumo de energía no renovable, generación de recursos con el cero residuo generado, integración total en el entorno con el cero impacto ambiental e integración social con la generación de actividades para las comunidades vecinas. Esta iniciativa ya se encuentra en marcha en las plantas Trebal-Mapocho y la Farfana.
Luego de todas las intervenciones, se realizó un conversatorio entre los expositores y público presente.