La sostenibilidad viene obligando a la utilización racional y más eficiente de los recursos. Una de las claves de ello es, sin duda, la reutilización de los recursos naturales. Sobre esto se está trabajando.
En lo referente al agua reutilizada en España, ASERSA en su boletín de información, ofrece unos datos del Workshop organizado por la Comisión Europea en diciembre de 2014, basado en el periodo 2012-2014, estimando en 550 hm3/año el caudal de agua reutilizada. En él se da una previsión de 700 hm3 para el año 2018 y otra más optimista de 1200 hm3 para ese mismo año. Según los datos aportados por la fundación AQUAE, en España se disponen de más de 5000 hm3/año de aguas residuales, de los cuales se reutilizan solo 450 hm3 es decir un 13 %, siendo el uso más importante el agrario con un 25%. Para subsanar esta diferencia de cifras ASERSA ha lanzado una encuesta a todo el sector, que seguro aclarará el panorama.
En los recientes planes hidrológicos aprobados, en su segundo ciclo (2016-2021), se le da un protagonismo importante a la utilización de las aguas residuales regeneradas a la hora de disminuir el déficit hídrico de algunas demarcaciones hidrográficas. Por poner algunos ejemplos, en las Cuencas Mediterráneas andaluzas, con un aprovechamiento actual de 21 hm3/año, se propone pasar a 158 hm3/año en el año 2027; en las Cuenca Atlántica del Guadalete-Barbate en 2021 se plantea llegar a los 29,10 hm3/año; en la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir, recientemente han sacado un concurso para adjudicación de este recurso; en la Confederación Hidrográfica del Júcar se indica que actualmente se depuran 470 hm3/año, de ellos directamente 147, proponiéndose incrementar a lo largo de dicho ciclo, y en las Cuencas Internas de Cataluña con un aprovechamiento importante actualmente, se prevé mejorar su uso, aprovechando con mayor intensidad las EDAR de Figueres, Roses, Besos, Prat de Llobregat entre otras más.
Es una realidad que el volumen de aguas residuales depuradas que se generan, puede aprovecharse, aunque hay que vencer ciertas dificultades como un cierto rechazo social y por otro, la poca agilidad administrativa y legislativa. En este último caso derivado de la Ley de Aguas y del Real Decreto de reutilización. Basta poner algún ejemplo para entenderlo; así en el supuesto de una operación de recarga artificial de un acuífero, como instrumento de regular estas aguas, para mejorar su gestión, dada la poca coincidencia de la oferta y la demanda, se requiere la autorización como vertido o la dificultad administrativa del aprovechamiento de estas aguas una vez recargada, sin estar claro quien asume los costes económicos de la operación, ni si se tiene que cobrar el agua bombeada o no por este recurso, o que parámetros físicos y químicos deben cumplir.
Esas cuestiones y otras muchas más, como el análisis de la idoneidad de los avances tecnológicos en la depuración de las aguas residuales, hasta donde se puede llegar con ellos, y cuál puede ser su uso preferente, son los temas que se plantean abordar en estas Jornadas y debatirlos, para plantear las mejoras que deben llevarse a cabo para que la reutilización de las aguas regeneradas sea una realidad, tanto para uso directo, como indirecto o para mejorar su gestión mediante su recarga artificial.