Cada vez son más las voces que salen en defensa de la calidad del agua del grifo. Beber agua desde esta fuente de abastecimiento es algo más seguro, menos costoso y más respetuoso con el medio ambiente. En palabras de Ignasi Servià, se trataría en este caso de un win-win-win.
Desde mi punto de vista, superado, por lo tanto, el debate sobre la necesidad de abandonar las botellas de plástico y apostar por el consumo del agua del grifo, se inicia aquí otro debate, no menos importante, centrado en cuáles son los recipientes más apropiados para almacenar agua. Analizo a continuación los diferentes continentes, con sus pros y sus contras.
Botellas reutilizables de plástico
Tradicionalmente, muchas personas se han acostumbrado a rellenar las botellas y las garrafas de agua de un solo uso, algo que se desaconseja de un modo tajante. Ya los mismos fabricantes alertan que no se recomienda reutilizar de nuevo los recipientes de plástico, ya que pueden quedar bacterias en su interior que al rellenarlos se acaban ingiriendo con el agua. Además, las botellas de plástico de un solo uso, con el calor y el desgaste, pueden liberar sustancias químicas nocivas para el organismo. Para más información puedes leer este interesante reportaje de la BBC.
Una de las soluciones para consolidar el uso del agua del grifo es apostar por las botellas de plástico reutilizable. En muchos establecimientos puedes encontrar recipientes de este tipo que mucha gente utiliza para ir al gimnasio o para hacer excursiones. Aquí, sin embargo, surge la desconfianza sobre el plástico utilizado y que éste pueda contener bisfenol A, una sustancia que muchos estudios consideran cancerígena.
Hay que tener en cuenta que el Bisfenol A está autorizado para productos alimentarios (Reglamento UE nº10/2011 de la Comisión, de 14 de enero de 2011 , sobre materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos), pero hay estudios que alertan de las consecuencias en la salud a partir de una sobreexposición a este producto. En este sentido, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) ha incluido este producto en la lista de sustancias altamente preocupantes, según informó La Vanguardia.
De ahí que muchos fabricantes opten por las botellas hechas a partir de un plástico especial, el tritan, que no contiene Bisfenol A y que sería un material más sostenible y sano.
La principal ventaja de este tipo de botellas es su precio, que gira alrededor de los 10 euros. La desventaja es que algunas que se venden en grandes superficies cuesta identificar si están libre de Bisfenol A, ya que la información no es muy detallada. En este sentido, es necesario comprobar que en el recipiente no contiene ninguno de los siguientes símbolos o bien que dispone de la inscripción BPA Free.
Envases de aluminio
Otro de los continentes que cada vez está más de moda es el que está hecho de aluminio. Este recipiente es ligero y lo puedes encontrar a unos precios asequibles, sin embargo, algunos estudios desvelan que puede tener riesgos para la salud. En este sentido, con el fin de evitar que el aluminio entre en contacto con el agua, muchas botellas llevan un recubrimiento interno compuesto de resina epoxi, un derivado procedente de la destilación del petróleo y que forma parte de la familia de los plásticos. En caso de que la botella no sea de calidad, se pueden desprender partículas de esta resina que pueden pasar a nuestro cuerpo, algo que no es muy recomendable.
Si se opta por los recipientes de aluminio se recomienda el uso de botellas de aluminio anodizado, que aporta una capa de mayor grosor y da más protección contra la corrosión.
El precio de los envases de aluminio oscila entre los 2 y los 25 euros, en función de los materiales utilizados en el proceso de fabricado. Lo interesante, más allá de lo que suponga para nuestro bolsillo, es asegurarnos de que el material es el adecuado para nuestro bienestar.
Las botellas de cristal
Los recipientes de vidrio tienen importantes ventajas, ya que se trata de un material impermeable y que aísla los olores y la humedad. Su principal desventaja es su peso y su fragilidad, ya que es un material que se puede romper con facilidad en caso de registrar golpes. A nivel de calidad es el más seguro y su precio puede oscilar alrededor de los 12 euros.
Recipientes de acero inoxidable
Al final de este post expongo el tipo de botella que, desde mi punto de vista, es el más adecuado a raíz de la suma de varias variables. Es el continente más sano, ya que no requiere revestir el interior con plástico o resina epoxi, puede albergar varios tipos de líquidos (no sólo agua), son altamente resistentes, resisten las temperaturas elevadas y se erigen como los recipientes más apropiados para los más pequeños de la casa.
El acero inoxidable es más resistente a la corrosión. Sin embargo, el principal inconveniente de este tipo de botellas es su precio, que acostumbra a ser más elevado que el resto de continentes. Una botella de acero inoxidable puede costar desde unos 20 euros.