La crisis sanitaria mundial por el coronavirus (COVID-19) está dejando preocupantes consecuencias a nivel social y económico. Además de estos dos componentes, la tercera "pata" de la sostenibilidad es la ambiental que, en esta ocasión, se ve reforzada de una forma agridulce -debido a la situación que es- por el impacto de la pandemia.
Mientras los países afectados aplican diferentes baterías de medidas no solo para frenar los contagios, contenerlos y acabar con el virus de una vez por todas, también buscan la fórmula idónea para que su impacto económico sea el menor posible. Las imágenes insólitas de una población casi confinada y una actividad industrial y económica a menos de medio gas debido a las cuarentenas impuestas, dan a la componente ambiental un respiro.
Un ejemplo claro es lo que ha sucedido con las aguas de los canales de Venecia, en Italia (y segundo país con más casos de COVID-19). Imágenes compartidas por diversos usuarios a través de las redes sociales muestran unas aguas cristalinas. Con menos tráfico por los canales, los sedimentos arrastrados por los cientos de embarcaciones vuelven al fondo, reduciendo así el agua turbia con color verdoso que acostumbra la estampa veneciana.
La laguna si riappropria di Venezia, senza scarichi e senza traffico si vede il fondo dei canali
Dovremmo riflettere sullo sfruttamento dell'overtourism a Venezia pic.twitter.com/ChnG1WXNlu— Palli Caponera (@PalliCaponera) March 15, 2020
La natura si riprende I suoi spazi #venice #life #fish #canal #clearwater #nature #urbanwildlife #resilience pic.twitter.com/jsPDW3I7Lx
— Venezia Pulita / Clean Venice (@VeneziaPulita) March 10, 2020
Por otro lado, imágenes de satélite publicadas por la NASA y la Agencia Espacial Europea han demostrado que la desaceleración económica como medida de contención para la pandemia, ha limpiado el aire de países como China, Italia e incluso España. La drástica disminución del NO2 es una prueba clara de la influencia del ser humano sobre el calentamiento global.
Son muchas las reflexiones que podemos extraer de esta pandemia mundial, y una de ellas también puede ser poner el foco en la sostenibilidad. Desacelerar nuestro estilo de vida y repensar la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno, con el fin de encontrar la fórmula que nos dé el equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental.