Siempre he pensado que nuestro cuerpo y la naturaleza tienen memoria.
Cuando realizamos nuevamente una actividad física o mental que en alguna ocasión practicamos con frecuencia, nuestro cuerpo reacciona de inmediato; incluso esa memoria se puede remontar a generaciones que nos antecedieron.
De la misma manera, la naturaleza reacciona y es común que usemos frases que nos lo recuerdan, por ejemplo: “el agua siempre reconoce su cauce”. La poca contaminación del año previo asociada a la diminución de ciertas actividades industriales ha ocasionado que la naturaleza y el clima se reacomoden.
Me parece que las heladas en España, San Antonio y en diversas partes del mundo son una prueba de que el clima reacciona y se quiere reacomodar. Una vez que pase el temporal, se tendrá que revisar y renovar la infraestructura dañada.
Estamos en pleno invierno en el hemisferio norte y si bien somos bastante buenos en predecir el clima en los siguientes días, aún no somos precisos en las predicciones que implican semanas. Algunas personas, con base en predicciones astronómicas, prevén que este año existirán movimientos importantes al interior del planeta.
No lo sabemos, pero hay que estar prevenidos.