Son numerosas las cadenas que suelen atar al Jefe una Planta de una Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). Algunas las he ido esbozando en anteriores post, pero hoy me voy a centrar en una de las más llamativas: la autorización de vertido (AV).
Como sabréis, en España, todos los vertidos al cauce público deben de disponer de su correspondiente AV (por favor, menos risas). Lo que es seguro es que todas las EDAR tienen la suya que incluye:
- Origen de las aguas residuales y localización del punto de vertido.
- Caudal y valores límite de emisión del efluente.
- Instalaciones de depuración y evacuación que el Organismo de Cuenca considere suficientes para cumplir con la normativa sobre la calidad del medio receptor.
- Plazo de las distintas fases de las obras de las instalaciones de depuración, así como las distintas medidas que se deban adoptar para reducir la contaminación.
- Plazo de vigencia de la autorización.
- El importe del canon de control de vertidos, tasa destinada a la protección, mejora y estudio del medio receptor.
- Actuaciones y medidas que se deban tomar en caso de emergencia.
- Programas de reducción de la contaminación para la progresiva adecuación del vertido.
Estoy seguro de que la mayoría de los Jefes de Planta tienen la suya como uno de los documentos de cabecera, pero pocos han participado en su elaboración. Por suerte, cada cierto tiempo, se deben de renovar y, ahí si pueden, los Jefes de Planta, soltar determinadas cadenas. De estas renovaciones y su periodicidad hablaremos otro día.
Para empezar, los caudales y los valores límites de emisión generalmente se copian del proyecto de construcción, con proyecciones a 25 años, de tal forma que, desde el primer año, se paga el canon de vertido por el caudal declarado del año +25 y no el realmente depurado. Increíble.
Pero lo peor son cuando se fijan los valores límites de emisión, donde, además de la DBO5,SS y DQO pueden aparecer otros contaminantes con ciertas curiosidades:
- Cuando se limita el nitrógeno, raras veces se habla de la temperatura mínima. Con lo que podemos ser sancionados si se nos ocurre hacer una control analítico por organismo colaborador de la administración (OCA) en invierno.
- Con el fósforo no hay problema. Como podemos reducirlo por vía química es fácil de cumplir el día que queramos.
- Con la conductividad o las sales, si, parece mentira que en vertido de una EDAR se limiten estos valores cuando, raramente, tienen procesos de osmosis inversa o electrodiálisis, podemos tener un calvario de sanciones de la que no nos podemos librar durante una temporada.
- Con otros compuestos que, con toda la inocencia, el diseñador de la EDAR, incluyo a titulo meramente informativo en el proyecto, y que acabaron en la AV, puede ocurrir lo mismo que en el punto anterior.
Los que hemos sufrido la renovación de una AV sabemos de los problemas que supone reducir los caudales de vertido o quitar alguno de los compuestos incluidos en la anterior. Es una batalla interesante en la que la administración nos trata de ganar por agotamiento. No conocen la capacidad de resistencia y resilencia de los Jefes de Planta.
Pero lo peor a lo que se enfrenta el Jefe de Planta es a los programas de reducción de la contaminación para la progresiva adecuación del vertido incluidos en la AV.
Todos los años será sometido a flagelación, por suerte no pública, y a escarnio cuando la confederación, en su papel de garante de la legislación vigente, recibe la información correspondiente al estado de ejecución de las mismas.
Sin comérselo ni bebérselo, el Jefe de Planta es objeto de un pim pam pum entre todas las administraciones, incluidas las responsables de realizar el proyecto y ejecutar dichos programas, que lo señalan como máximo responsable. Bien por no haber insistido con mas fuerza, bien por no haber informado, etc. Las excusas son variopintas.
No es cosa baladí. A algunos les ha costado el puesto de trabajo.
Como siempre mis respetos a los Jefes de Planta que son, junto con el personal a su cargo, los responsables de que las EDAR funcionen a pesar de las cadenas con las que se les ata.