Hacía un tiempo que no escribía, Probablemente, dos de los aspectos con mayor impacto en mí en torno al agua en nuestras vidas, en los últimos tiempos es su capacidad de memoria y consciencia. El agua tiene la capacidad de configurar su geometría en función de aquellos elementos que están en ella y de todo aquello que entra en contacto con ella, es decir, el agua guarda la memoria, guarda la información, la frecuencia y la energía de todo aquello que entra en contacto con ella.
¿Qué no me creéis? Siendo sincera, os diré que a mi me costó un poco inicialmente. Como ingeniera que soy, intento buscar los por qués a todo lo que me rodea y forma parte de mi vida. El agua no podía ser menos. De una forma casual (o quizás causal) cayó en mis manos un libro titulado: "Los Mensajes del Agua" del doctor en medicina alternativa Masaru Emoto (1943-2014).
Masaru Emoto
Nació en Yokohama en 1943, dedicándose a la investigación de distintos tipos de agua. En 1994 tomó unas muestras de una fuente de agua pura en Japón, congeló unas gotas y las examinó bajo un microscopio electrónico. Las fotografías mostraron hermosos hexágonos cristalinos parecidos a copos de nieve. Emoto tomó entonces agua de un río contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que la imagen que aparecía en ellas no era un hermoso hexágono sino una forma desestructurada, como si el agua fuera sensible al entorno donde se halla. Su investigación no paró ahí, sino que continuó hasta mostrar cómo los pensamientos, las emociones, las palabras, la música, una fotografía, un escrito influyen sobre la estructura molecular geométrica del agua de nuestro organismo.
Y es en este momento que me gustaría haceros una reflexión a modo de pregunta: si nosotros somos un 75% de agua, ¿imagináis lo que podríamos conseguir si nos habláramos "bien"? ¿Si deseáramos, sintiéramos y actuáramos con buena intención y desde la tranquilidad? Con una sola palabra podemos sembrar una duda, hacer una herida que no se olvide nunca o podemos, por el contrario sembrar seguridad, satisfacción, amor.
Masaru Emoto afirma en su libro: “El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia a mejor absolutamente. Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos comportarnos igual”.
Tras finalizar la lectura de "Mensajes del Agua" llegué entre otras, a la conclusión de que el agua de nuestro cuerpo, lejos de estar inanimada, está realmente viva y responde a nuestros pensamientos y emociones. Esta conclusión me ha hecho recordar el imponente poder que tenemos al elegir nuestros pensamientos e intenciones, incluso para sanarnos a nosotros mismos, así como a nuestro medio ambiente.
La lectura de este libro despertó en mi el interés por saber más, por conocer qué investigaciones, más allá de la medicina alternativa, se habían realizado con respecto a la geometría del agua en nuestro cuerpo. De esta forma, pude llegar hasta la labor desarrollada sobre este tema, del físico coreano llamado Dr. Mu Shik Jhon quien dedicó cuarenta años de su vida al estudio de la geometría del agua. Desde mi punto de vista una de las principales conclusiones de sus investigaciones es que el agua de mejor calidad para todos los procesos biológicos siempre está configurada en formas geométricas hexagonales. Los racimos de moléculas de agua dispuestos en formas hexagonales están dispuestos en pequeñas moléculas que permiten al agua penetrar más fácilmente dentro de las células transportando a su interior estos nutrientes esenciales para las funciones celulares.
Algunas de las características del agua hexagonal:
- El agua hexagonal protege las células sanas y el ADN.
- Almacena una mayor cantidad de energía y protege al organismo de los cambios de temperatura y temperaturas extremas.
- Transmite más rápido la información.
- Los nutrientes penetran más fácilmente en el interior de las células.
Tras mis diferentes lecturas sobre el tema y para concluir mi artículo, puedo afirmar que no todas las aguas tienen la misma estructura geométrica. Las aguas llenas de contaminantes pierden su estructura. Las aguas almacenadas y embotelladas pierden el movimiento necesario para recoger las moléculas de oxigeno liberado y configurar también la geometría adecuada. El agua transportada durante muchos kilómetros en tuberías rectilíneas y a grandes presiones se ve obligada a adoptar una geometría pentagonal en sus moléculas para poder circular en menos espacio y mayor presión por estas estructuras artificiales que no respetan su naturaleza. Y que nosotros mismos podemos "amasar" la estructura del agua de nuestro organismo, sabiendo hacer una buena gestión de nuestros pensamientos y acciones. ¿Empezamos?