Escribo este post con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, que fue instaurado en 1972 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de preservar y mejorar el medio ambiente y con el objetivo de motivar a las personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible.
Como soy una persona motivada en este objetivo, he querido hacer mi pequeña aportación con dos planteamientos. El primero, dar a conocer el proyecto “Un litro de luz”, que aunque lleva ya unos cuantos años funcionando, yo lo he descubierto este último fin de semana, y el segundo, hacer una serie de reflexiones basadas en este proyecto, sobre nuestro modelo de consumo energético.
Un litro de luz surge como una GRAN idea que se le ocurre al mecánico Alfredo Moser en el año 2002 para iluminar su casa durante los frecuentes apagones de luz que sufría en su ciudad, Uberaba, en el sur de Brasil.
Posteriormente en el año 2011, la Fundación MyShelter, liderada por su Director Ejecutivo, Illac Angelo Diaz, toma la idea de Alfredo Moser para llevar iluminación a hogares de escasos recursos y nace el proyecto “Un litro de luz”.
Este proyecto que se inicia en Filipinas se va extendiendo por otros muchos países en desarrollo con un gran éxito de implantación, debido a su sencillez y facilidad de implantar, llegando a las fechas actuales a millones de personas.
La idea inicial, una bombilla fabricada con un recipiente transparente relleno de agua clorada a través del cual pasa y se refracta la luz solar, avanza con la intención de hacer disponible estos sistemas también por la noche, cuando no hay luz solar. Para logralo se desarrolla un sistema muy básico que incorpora a los recipientes de agua, un led con una pequeña placa fotovoltaica, que recoge la energía del sol por el día, para así iluminar el led por la noche y producir el mismo efecto que con la luz solar diurna.
Hasta aquí, la primera parte del post, en la que he tratado de exponer en qué consiste el proyecto un litro de luz sin extenderme mucho, ya que se puede ampliar información sobre el mismo en los links que he dejado en el post (marcados en azul), lo cual recomiendo porque es muy interesante.
Esta idea que nace con la intención de llevar luz a los hogares de los países en desarrollo que no pueden disponer de este servicio, la voy a dar la vuelta y hago el planteamiento a la inversa:
¿Qué puede aportarnos esta tecnología ideada para los países en desarrollo a los países desarrollados?
Normalmente el razonamiento que nos hacemos es qué podemos aportar desde nuestro cómodo sillón a los países en desarrollo, pero creo que aquí debemos de invertir el punto de vista, y plantearnos que nos puede aportar, por ejemplo este proyecto, a un país “desarrollado” como España. Aquí es donde hago mi reflexión:
- ¿Por qué tenemos que limitar una idea tan buena a los países en desarrollo?
- ¿Por qué no podemos implantar esta idea en nuestras ciudades?
Quizá podría hacerse en los hogares de nuestras zonas rurales, ya que en las ciudades y debido a nuestro urbanismo, esto sería más complicado, al vivir la gran mayoría de la población en bloques de pisos.
Pero, ¿qué ocurre con la iluminación de las calles?
Esta parte de la gestión energética de nuestros municipios que se encuentra inmersa en un gran cambio con la tecnología LED, con el objetivo de abaratar los costes energéticos de nuestros ayuntamientos, ¿no podríamos mejorarla, implantando las bombillas de agua y sol, y que los costes aún se abaratasen más?.
Además sería mucho más sostenible, ya que dejaríamos de emitir las grandes cantidades de CO2 generadas en la producción de la energía necesaria.
Lanzo una idea: sustituyamos las farolas y la iluminación de nuestras calles con bombillas y consumos energéticos tradicionales, por bombillas de agua y sol.
En algunos países como por ejemplo en Colombia, en la ciudad de Granizal, ya lo están haciendo.
En este punto vuelvo hacer un número grueso, como hice en mi anterior post, “Predicar con el ejemplo: Menos palabras y más agua del grifo”, en el que determinaba cuántas botellas de plástico nos ahorraríamos si en todos nuestros ayuntamientos se consumiese agua de grifo en los plenos municipales.
Aquí el planteamientosobre el que quiero refelxionar es, ¿cuánta energía nos ahorraríamos si en todos nuestros municipios iluminásemos las calles con bombillas de agua y sol?
¿Cuántos municipios hay en España?. Aproximadamente 8.125. Si en cada uno de ellos implantásemos estas bombillas de agua y sol en un promedio de 100 farolas, y teniendo en cuenta que cada bombilla de agua equivale a una bombilla de 50 watios tradicional, y cada farola tiene un funcionamiento medio de 8 horas al día. Tendríamos que al cabo de un año nos estaríamos ahorrando el consumo en todo el país de 118.625.000 Kwh, lo que aplicándoles un precio medio de 0.12 €/Kw, supone un ahorro económico de 14.235.000 €/año, y lo que es mejor supone un ahorro de emisiones de CO2 a la atmósfera de 77.106.250 Kg de CO2, considerando que por cada Kwh se emiten 0,65 Kg de CO2 a la atmósfera (Calculadora de CO2).
Estos que son número muy gruesos y promediados, podrían mejorarse notablemente al analizar por separado las grandes urbes, porque evidentemente en grandes ciudades como Madrid o Barcelona estos números se disparan.
Además debemos de considerar la cantidad de puestos de trabajo que podrían crearse para la fabricación de esta nueva tecnología sostenible.
Llegados a este punto, aquí dejo esta reflexión y esta propuesta: dejemos de mirar únicamente qué podemos hacer por los países en desarrollo y empecemos a mirar que podemos incorporar a nuestras sociedades, supuestamente más tecnológicas, de todo lo que en estos países se ha desarrollado e implantado, mejorando la sostenibilidad de nuestros propios hábitos de consumo “desarrollados” y quizá de esta forma consigamos preservar el mundo y sus recursos para las generaciones futuras.
Este ha pretendido ser mi pequeño granito de arena aportado en un día como hoy, en el que conmemoramos el Día Mundial del Medio Ambiente, para que podamos festejarlo durante muchos años más, y cada año vayamos cumpliendo hitos de sostenibilidad de este Medio Ambiente que hoy celebramos.
Feliz Día Mundial del Medio Ambiente a todos
Gracias por haber dedicado unos minutos a leer este post y gracias también anticipadas por compartir tus reflexiones. Si te ha gustado no olvides dar un like, clickando en el corazón azul y compartir en redes sociales (virtuales o presenciales),
Hasta la próxima