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Tecnología digital al servicio de la sostenibilidad y la eficiencia del agua

Actualmente, nos enfrentamos a una escasez hídrica sin precedentes, que se suma a múltiples problemas de suministro de agua provocados por el cambio climático. Si queremos asegurar el futuro de nuestro planeta, debemos abordar la sostenibilidad del agua.

Llevamos siglos dando por sentado que hay suficiente para todos. Al fin y al cabo, más del 70% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua. Sin embargo, solo el 3% es dulce y, por tanto, apta para el consumo humano y uso industrial. Además, solo el 0,5-1% del agua dulce está disponible, es decir, que no está encerrada en los casquetes polares, en la atmósfera o en el suelo. El agua se ha vuelto tan escasa que recientemente se ha convertido en el «nuevo» petróleo. 

Aun así, seguimos sin usar de forma sostenible este importante recurso. Un ejemplo muy claro son las pérdidas de agua que se producen por culpa de fugas o fallos de la red, y que en España rondan el 25%.

A ello se suma el aumento del consumo de agua. Según las Naciones Unidas, este se ha multiplicado por seis en los últimos cien años, creciendo a un ritmo del 1% anual, debido al desarrollo económico, el crecimiento demográfico y a nuestros hábitos de consumo.

En estas circunstancias, es evidente que el sector del agua y las aguas residuales tiene un papel crucial para los objetivos de sostenibilidad.

El impacto de la sostenibilidad a largo plazo

En primer lugar, abordaremos el problema de las pérdidas de agua. Esto no solo afecta a la sostenibilidad, sino que también impacta en el objetivo Net Zero para 2050, puesto que, solo en 2019, las plantas de tratamiento y vertido de aguas residuales de la Unión Europea emitieron veintisiete millones de toneladas métricas de CO2 a la atmósfera.

Todo el sector debería centrar sus esfuerzos en medir este impacto. El despliegue de soluciones sostenibles a estos problemas requiere una transparencia de datos que permita reconocer las oportunidades de reducción de contaminación y de emisiones de carbono del sector. Debemos visualizar dónde actuar para conseguir un impacto positivo.

Gracias a las tecnologías digitales, podemos gestionar de forma eficaz todas las fuentes de agua, incluidas las subterráneas

La buena noticia es que, gracias a las tecnologías digitales, podemos gestionar de forma eficaz todas las fuentes de agua, incluidas las subterráneas, el agua dulce y el agua reciclada, para satisfacer la creciente demanda. Por ejemplo, los datos derivados de tecnologías digitales como el IoT, la IA y el cloud pueden ayudar a predecir la demanda de agua, garantizar la calidad del suministro y responder proactivamente a cualquier reto que se presente. 

Las soluciones digitales actuales pueden ayudar a hacer visibles la calidad, la cantidad y el impacto del agua. Si conseguimos extraer datos de rendimiento de la infraestructura física del agua, conseguiremos subsanar las carencias.

Los sistemas de gestión de fugas utilizan datos de varios sistemas para detectar fallos y mitigar las fugas de forma proactiva. Al mismo tiempo, los sistemas de gestión de la presión utilizan la información para controlar la presión de la red y aliviar la tensión en las tuberías.

Esta gestión digital de los activos no solo reduce los vertidos no peligrosos, sino que además prolonga la vida útil de las infraestructuras y reduce la necesidad de reparaciones y sustituciones. 

  • Las empresas del sector del agua recurren cada vez más a la monitorización remota y al análisis de datos en tiempo real

Economía circular en el sector del agua

Los principios de la economía circular también son fundamentales para lograr un suministro de agua sostenible. También en este ámbito, las nuevas tecnologías han supuesto una revolución para impulsar el paradigma de la circularidad, donde Reducir, Reutilizar y Reciclar se convierten en pilares fundamentales de una producción sostenible y eficiente.

A través de análisis avanzados, impulsados por IoT y cloud, las empresas de agua pueden recopilar y leer grandes cantidades de datos en tiempo real

Tal y como se destaca en un informe del Banco Mundial de 2021, el papel del sector del agua en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero incluye, entre otras acciones clave, la necesidad de medidas de eficiencia energética y la autogeneración de energía renovable.

La energía supone a menudo el mayor coste en las operaciones de suministro de agua y de saneamiento, oscilando entre el 33% y el 82% de los costes operacionales no laborales. Sin embargo, también es uno de los gastos que pueden abordarse más fácilmente con medidas innovadoras de eficiencia, sobre todo introduciendo soluciones digitales que permitan optimizar, gestionar y conservar la energía.

Tal y como apuntan desde DigitalEurope, «La digitalización sigue siendo la herramienta más importante para obtener beneficios medioambientales sustanciales mediante el aumento de la eficiencia». 

Lograr un futuro sostenible para el agua implica ir más allá de la eficiencia energética y de reducir las pérdidas de agua

Las empresas del sector del agua recurren cada vez más a la monitorización remota y al análisis de datos en tiempo real para optimizar la energía y reducir el consumo. A través de análisis avanzados, impulsados por sensores IoT y el cloud, las empresas de agua pueden recopilar y leer grandes cantidades de datos en tiempo real.

Reducir el consumo de energía en todo el ciclo del agua es esencial. Tanto si queremos abordar unos sistemas de bombeo ineficientes como si se quiere garantizar un mantenimiento preventivo, son necesarios datos que proporcionen la visibilidad necesaria para tomar decisiones y actuar. Por lo tanto, la eficiencia y la sostenibilidad dependen ahora de los datos proporcionados por las tecnologías digitales.

El papel de las energías renovables 

Lograr un futuro sostenible para el agua a través de la circularidad implica ir incluso más allá de la eficiencia energética y de reducir las pérdidas de agua. Es importante también que el sector contribuya a las energías renovables, generando su propia energía. 

Al producir su propia energía, las empresas de agua pueden depender menos de la red y ser más resilientes ante fallos de suministro

Con la planificación y las inversiones adecuadas, las empresas del sector pueden alcanzar la neutralidad energética o incluso generar un excedente de energía para vender a la red. Pueden hacerlo a través de microgrids en plantas desalinizadoras o de tratamiento de agua, o bien en plantas de tratamiento de aguas residuales que utilicen biogás, energía térmica mediante bombas de calor o microturbinas instaladas en el sistema de agua para captar la energía cinética. 

Este planteamiento tiene muchas ventajas, entre ellas reducir las emisiones y aumentar la estabilidad. Al producir su propia energía, las compañías del sector del agua pueden depender menos de la red y ser más resilientes ante fallos de suministro. Sumando este enfoque y la implantación de herramientas digitales, se crea un ciclo virtuoso de eficiencia y sostenibilidad. 

Abordar los residuos del agua

La circularidad también consiste en buscar formas de aprovechar los residuos generados en el proceso industrial para que se conviertan en un activo en lugar de ser un lastre. La mayor parte de los lodos del tratamiento del agua se vierten en masas de agua, alcantarillas o vertederos, lo que puede dañar los ecosistemas. 

Sin embargo, al adoptar una estrategia de «cero residuos», los materiales que de otro modo acabarían en el vertedero pueden recuperarse y reutilizarse en otros sectores, como la construcción o la agricultura. Por ejemplo, se puede extraer sal de las plantas desalinizadoras y utilizarse en la industria textil. 

Desde luego no se trata de un planteamiento sencillo de poner en práctica, pero es vital para garantizar la eficiencia y sostenibilidad en el ciclo del agua.

El equipo perfecto: tecnología, datos y conocimientos 

Las herramientas digitales y el análisis de datos ofrecen posibilidades sin precedentes inigualables para aumentar la eficiencia y la sostenibilidad de todo el ciclo el agua. Sin embargo, este sueño solo se hará realidad si somos capaces de construir, explotar y mantener una infraestructura hídrica sostenible y eficiente, y gestionarlas mediante la digitalización.

Las empresas del agua disponen de muchos datos que pueden aprovecharse para hacer posible un futuro más sostenible del agua

Las empresas del agua disponen de muchos datos, procedentes de diversas fuentes, que pueden aprovecharse para hacer posible un futuro más sostenible del agua. Por eso, sería muy conveniente que adopten soluciones que les permitan aprovecharlos y sacar información relevante. A través de la colaboración, aprovechando los datos intersectoriales y compartiendo conocimientos, podemos innovar y establecer nuevos estándares para el suministro sostenible de agua.

Eso sí, debemos hacerlo cuanto antes. Es imperativo acelerar la adopción de sistemas digitales punteros en la gestión del ciclo del agua para cumplir con los objetivos de sostenibilidad. Planificar, gestionar, mantener y optimizar la infraestructura del agua mediante la transformación digital nos beneficiará a toda la sociedad. Además, ahora tenemos una oportunidad de oro gracias al impulso del PERTE para la Digitalización del ciclo integral del Agua.