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Eficiencia en el regadío en España

Hoy en día el sector del regadío se enfrenta a la incertidumbre que acompaña al cambio climático en cuanto a la disponibilidad de recursos hídricos, aparte de la necesidad de equilibrar la demanda de agua para el riego agrícola con otros usos en las cuencas hidrográficas. Se trata de un sector clave para la productividad agrícola y para combatir la despoblación del medio rural, cuyo desarrollo depende en gran medida de la disponibilidad de agua.

Agricultores y comunidades de regantes, junto con los incentivos de las administraciones, han hecho posible la evolución a tecnologías de riego más eficientes. En 2021 la superficie de riego eficiente en España se situaba en algo más tres millones de hectáreas, casi un 78% de la superficie total de riego, según la Encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos en España 2021; dos tercios correspondían a sistemas de riego localizado, y el resto a riego por aspersión y automotriz. Estos tres sistemas de riego más tecnificados han aumentado en los últimos años, en detrimento del riego más tradicional de gravedad. En el contexto de los países de nuestro entorno, España es el primer país en superficie de regadío dentro de la Unión Europea, y el primero a nivel mundial en superficie de riego localizado, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Publicado en iAgua Magazine 43 - Marzo 2023
iAgua Magazine 43

La eficiencia en el riego se refiere a la relación entre el agua administrada y el agua que las plantas aprovechan. El tipo de riego más eficiente es el riego localizado o por goteo, que supone la aplicación de agua utilizando pequeños caudales a baja presión en la proximidad de las plantas. Permite un riego de precisión, aplicando la cantidad justa de agua cuando se necesita. Su principal ventaja es que se consigue un ahorro de entre el 40 y el 60% de agua con respecto a otros sistemas de riego, mientras que entre sus inconvenientes se encuentran los costes de instalación y mantenimiento.

La principal ventaja del riego localizado es que se consigue un ahorro de 40-60% de agua con respecto a otros sistemas de riego

Garantizar la producción agrícola en un contexto de cambio climático

Teniendo en cuenta el escenario de menor disponibilidad de recursos hídricos en el futuro, con temperaturas más altas y mayor frecuencia de episodios de sequía debido al cambio climático, es aún más importante si cabe seguir mejorando la eficiencia y la sostenibilidad del regadío para mantener la producción de alimentos.

El MAPA apuesta por el regadío como “punta de lanza de un sector moderno y competitivo”, enfatizando que en el contexto actual de cambio climático, es preciso producir más con menos, sacando el mayor rendimiento posible a cada gota de agua, mediante un regadío eficiente. En este sentido, están previstas importantes inversiones en modernización de regadíos, financiadas con fondos europeos de recuperación y completadas con presupuestos propios del ministerio.

  • En España están previstas importantes inversiones en modernización de regadíos, financiadas con fondos europeos de recuperación

Es esencial seguir adelante con la modernización y digitalizar el regadío, mediante nuevas tecnologías y la incorporación de energías renovables. A la hora de modernizar el regadío hay que tener en cuenta el ahorro de agua, pero también el consumo energético de sistemas modernizados, y la eficiencia del uso de fertilizantes y fitosanitarios. La digitalización permite optimizar las redes de riego en cuanto al consumo de agua y al consumo energético. El objetivo es garantizar la viabilidad de las explotaciones, así como su sostenibilidad.

La financiación de un regadío más eficiente procedente de fondos Next Generation se materializa en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTEs), en concreto, en el PERTE agroalimentario y el PERTE de digitalización del ciclo del agua.

En las últimas semanas, el MAPA ha anunciado inversiones de Fondos PRTR para la modernización de regadíos en las diferentes comunidades autónomas. Las inversiones prevén mejoras en los sistemas de distribución para evitar pérdidas, instalaciones de energía solar y sistemas de telelectura, con objeto de mejorar la eficiencia hídrica, reducir el gasto energético y digitalizar la gestión del riego.

A la hora de modernizar el regadío hay que tener en cuenta el ahorro de agua, pero también el consumo energético de sistemas modernizados

El PERTE agroalimentario incluye un conjunto de medidas para reforzar el desarrollo de la cadena agroalimentaria y dotarla de herramientas para afrontar los retos medioambientales, digitales, sociales y económicos de cara el futuro, entre las que se encuentran la mejora de la gestión del agua y la modernización de los regadíos.

Por su parte, el PERTE de digitalización del ciclo del agua tiene entre sus objetivos impulsar la gestión digital del regadío, lo que permitirá disminuir los insumos asociados. Están previstas inversiones para la digitalización de Comunidades de Regantes y otros usuarios del agua de regadío, de manera complementaria a otras actuaciones en materia de regadíos. Las medidas incluyen la instalación de contadores en tomas de agua y parcelas, mejora de los sistemas de control de humedad y conductividad del suelo, o automatizar sistemas de riego.

Sostenibilidad del regadío en el futuro

El regadío, y en particular el regadío eficiente, permite aumentar la productividad de la agricultura, y con ello su rentabilidad. Al disminuir los riesgos asociados a la variabilidad de las precipitaciones, aumenta también la resiliencia de las explotaciones. En definitiva, aumenta la viabilidad de la agricultura y su contribución al desarrollo económico en el medio rural. Todo ello tiene también un impacto positivo en la industria agroalimentaria, con generación de empleo indirecto.

En España el principal uso del agua es el regadío, con alrededor del 80%. La demanda se atiende gracias a una red de infraestructuras de regulación; la capacidad de embalse es limitada y hoy en día no se prevé su ampliación, ya que la construcción de nuevos embalses competiría con otros usos del territorio, aparte de tener importantes impactos sobre el medioambiente. Sin embargo, el cambio climático ya está afectando a la disponibilidad de recursos hídricos para llenar los embalses existentes, tanto en España como a nivel global.

Es esencial seguir adelante con la modernización y digitalizar el regadío, con nuevas tecnologías y la incorporación de renovables

En un contexto de escasez de recursos hídricos, el aumento de la eficiencia del regadío como resultado de su modernización puede no reducir la presión sobre las cuencas hidrográficas debida a la extracción. Expertos indican que con el aumento de la eficiencia aumenta la producción, pero se pierden para las cuencas los retornos de riego, lo que puede tener consecuencias para la sostenibilidad de los recursos en las cuencas y, por tanto, para el regadío mismo. En la práctica, las actuaciones de modernización también han resultado en prácticas que aumentan el consumo de agua, como el aumento de la superficie regada o el cambio a otro tipo de cultivo, aspectos a tener en cuenta de cara a la asignación de recursos hídricos para diferentes usos en las cuencas.

Ampliar la disponibilidad con recursos alternativos: desalación y reutilización

Hablar de eficiencia y sostenibilidad en el regadío supone no olvidar las oportunidades que ofrecen fuentes alternativas de recursos hídricos, no solo para aumentar la disponibilidad de agua, sino porque se trata de opciones no sujetas a la variabilidad de las precipitaciones, por lo que contribuyen a la resiliencia climática y, en el caso de la reutilización, a la economía circular, imprescindible a la hora de hablar de eficiencia.

  • La escasez de agua ha hecho que se desarrolle el uso de recursos no convencionales como desalación y reutilización para el regadío

La escasez de agua ha hecho que en España se desarrolle el uso de recursos no convencionales como son la desalación y la reutilización, también para el regadío. Así, según un análisis de la situación actual del regadío en España, en zonas del sudeste los regantes utilizan entre 140 y 150 hm3 de agua desalada, y la reutilización cobra importancia tanto en la costa mediterránea como en los archipiélagos, con unos 350 hm3 al año destinados al riego. Ambas fuentes de suministro tienen gran potencial de crecimiento.

La transformación digital del sector del regadío permite optimizar la eficiencia del uso de insumos, en particular agua y energía

En el caso de la desalación, se prevé que baje su precio con la innovación tecnológica. En el caso del agua regenerada, cabe destacar que se trata de una opción no solo eficiente, sino sostenible, ya que se reduce el impacto del vertido de aguas residuales. El Pacto Verde Europeo promueve la reutilización para responder a las presiones sobre los recursos hídricos y la normativa nacional y europea para la reutilización de aguas para el riego agrícola establece estándares mínimos de calidad de agua para su reutilización, con el fin de facilitar la adopción de esta práctica.

El futuro de la eficiencia en el regadío

El regadío es muy intensivo en el uso de energía, en particular por el bombeo de agua, por lo que la situación actual de aumento de precios de la energía tiene un gran impacto en su rentabilidad. El futuro pasa por implantar soluciones que mejoren la eficiencia tanto hídrica como eléctrica, ya que ambos recursos van de la mano: se precisa energía para el tratamiento y distribución de agua, y en un contexto más amplio de utilización de recursos, la generación de energía es uno de los usos del agua que compite con el regadío, especialmente la producción hidroeléctrica.

Al igual que el sector del agua en general, el sector del regadío se encuentra inmerso en un proceso de transformación digital, con la incorporación de nuevas tecnologías que permiten optimizar la eficiencia del uso de insumos, en particular agua y energía, para una mayor rentabilidad de las explotaciones.

Gestionar la eficiencia en el regadío engloba tanto sistemas de riego más tecnificados, como evitar las posibles pérdidas en la distribución, y el consumo de energía asociado, todos ellos aspectos en los que la digitalización ofrece oportunidades de mejora, y donde actualmente el contexto es prometedor por las inversiones previstas, en particular procedentes de los fondos europeos de recuperación.