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Pedro Arrojo resalta el rol vital de los 'water defenders' en la carrera hacia el ODS6

Durante la tarde de hoy, martes, 21 de noviembre, ONGAWA ha celebrado un webinar sobre un tema de vital importancia: las barreras que impiden un avance efectivo en agua y saneamiento. En un momento crucial, a la mitad del periodo que la comunidad internacional se fijó para implementar la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los datos revelan que no se está avanzando al ritmo adecuado para alcanzar las metas de agua y saneamiento del ODS6 y, a pesar de los esfuerzos considerables, persisten desigualdades que obstaculizan el lema de «no dejar a nadie atrás».

En este sentido, ONGAWA ha reunido un panel de especialistas de ámbito internacional para compartir sus reflexiones, explorar las causas del avance insuficiente y desglosar los desafíos. David Escobar, socio de iAgua, ha sido el encargado de conducir la jornada. Durante la introducción a la misma, ha destacado que «a pesar de los esfuerzos significativos que se están realizando a nivel mundial, aún enfrentamos desigualdades enormes que amenazan el núcleo de nuestra misión para no dejar a nadie atrás».

A continuación, Mª del Mar Rivero Rosas, directora de Conocimiento en ONGAWA, ha expuesto el panorama actual de la reducción de desigualdades en el ODS 6, repasando cada una de las metas del objetivo. «Ha sido un año especialmente relevante en materia de agua a nivel internacional. Este año se cumple la mitad del periodo establecido para el logro de la Agenda 2030 y, además, el Foro de alto nivel para la supervisión de su avance ponía el foco este año, en julio, en el ODS 6, pero también coincide con la mitad del periodo del déficit internacional, población por el agua que Naciones Unidas declaró entre 2018 y 2028 para promover los avances en el sector». Así, ha señalado que los servicios de agua gestionados de forma segura ascienden al 73%. En lo que respecta a lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos, el 57% de las personas cuentan con servicios de saneamiento gestionados de forma segura y el 75% cuenta con instalaciones para el lavado de manos en el hogar. Además, en cuanto a la meta de reducir a la mitad el porcentaje de aguas residuales sin tratar, el 58% de las aguas residuales domésticas son tratadas de forma segura.

Estas cifras dejan claro los problemas que están dejando atrás a muchas personas a nivel mundial: «Según los datos actuales, la calidad y la disponibilidad de agua dulce en el mundo está empeorando», ha comentado. Para solventarlos, son necesarios una mayor inversión y participación e implicación de las comunidades: la ayuda oficial al desarrollo relacionada con el agua y el saneamiento ha disminuido un 15% y solo el 25% de los países refleja una alta participación de las comunidades en la planificación y gestión del servicio y de los recursos hídricos. «Es evidente que nuestro mundo está clara y peligrosamente fuera de la senda de avance correcta y esto nos deja un mensaje claro: debemos cambiar radicalmente y con urgencia nuestra forma actual de trabajar para alcanzar estas metas».

«Tenemos un ritmo de avance demasiado lento para alcanzar el ODS 6 y la consecución de las metas»

Además, José Luis Martín Bordes, consultor internacional, ha hablado de la situación actual mundial del agua y saneamiento, señalando las principales diferencias entre países y destacando que el sur global sigue sufriendo más que ningún otro. En cuanto al norte, destaca la existencia de países en los que existe la gestión por cuencas en la que se incluyen las aguas subterráneas, y otros en los que todavía hay una separación administrativa y legal para gestionar los distintos recursos hídricos, lo que supone «un ritmo de avance demasiado lento para alcanzar el ODS 6 y la consecución de las metas». Además, ha hablado de los obstáculos que están dificultando la reducción de las desigualdades en materia de agua y al saneamiento, como son: la falta de voluntad política, la desconexión de los ámbitos nacional y local, la cooperación desarticulad ay las medidas ineficaces. «Es cierto que lo que es positivo es que haya un progreso y que haya una línea base de información sobre la cual podamos medir el progreso, pero lo más importante es que los tomadores decisiones, tanto los gestores de agua políticos y financiadores, se basen en esos porcentajes».

Teniendo en cuenta esto, el marco de aceleración global del ODS 6 para por una serie de indicadores: mejor financiación, más datos e información, desarrollo de capacidades, más innovación y un mejor marco de gobernanza.

Es importante, ha comentado, que en el plazo de tiempo que nos queda hasta el 2030 se puedan promover y probar mecanismos financieros redistributivos, que sean complementarios a la financiación doméstica, es decir, la que proviene de los presupuestos nacionales. «La gran asignatura pendiente de la cooperación internacional es poder adaptarse a la precariedad, cuando no existe una institucionalidad real local ni una comprensión de lo que es la gestión comunitaria del agua», ha concluido. «Los derechos humanos al agua y saneamiento no forman parte de la estructura propia de los ODS ni de la Agenda 2030, pero a mi parecer esos derechos son el prisma a través del que deberíamos poder abordar la cooperación».

Pero ¿cómo aterrizar estos aceleradores en la práctica para no dejar a nadie atrás? Para responder a esta pregunta, varios expertos han abordado las barreras y líneas de avance de cada uno de estos aceleradores. Así, Josefina Maestu, exdirectora de la Oficina de Naciones Unidas del Decenio del agua 2005-2015, ha hablado de la financiación. «Es necesario multiplicar por cuatro las inversiones que se están haciendo en este momento en servicios básicos de agua y saneamiento». Las inversiones en servicios básicos de agua y saneamiento, ha dicho, son locales y pequeñas por naturaleza; sin embargo, los fondos de los organismos de financiación internacionales se dan y se acuerdan con los gobiernos nacionales, que han priorizado grandes poblaciones, grandes infraestructuras y asentamientos formales.

En este sentido, África es quizá uno de los sitios donde más problemas hay, sobre todo en el saneamiento. Las inversiones no llegan a los más vulnerables y se calcula que la mayor parte de las subvenciones, es decir, el dinero que no se tiene que devolver, van al 20% que más tienen. Como consecuencia de ello, Unicef y SWA están desarrollando diferentes instrumentos para analizar y hacer un seguimiento concreto de cómo se está gastando el dinero en agua y saneamiento. «Una de las grandes posibilidades de financiación en África es conseguir que un 30% de los fondos para adaptación al clima se puedan usar para inversiones en agua y saneamiento», ha concluido.

Por su parte, Gonzalo Martínez, consultor internacional en agua, saneamiento y sistemas de información, ha abordado el tema del acceso a la información, que supone una barrera para avanzar de manera efectiva hacia el ODS 6 debido a la necesidad de medir los progresos y asegurar que nadie se quede atrás requiere datos desglosados de calidad, accesibles, oportunos y fiables. «El acceso a la información puede ser una barrera o no a la hora de cumplir y avanzar hacia los ODS», ha comenzado. En este sentido, ha planteado una serie de obstáculos que dificultan la disponibilidad de datos, empezando por la falta de prioridad en la generación de datos, lo que incluye la toma de decisiones no basada en estos, la débil capacidad de generar información y la operativa diaria que se resuelve sin sistemas de información. «Gracias a la información, sabemos que vamos por el camino mucho más lentamente de lo que necesitamos para llegar a las metas. Muchos países no pueden informar correctamente sobre ni la mitad, y muchos, ni la cuarta parte de los indicadores de los ODS». Además, la no generación de datos viene determinada por una financiación insuficiente, una falta de capacidades y tecnologías y soluciones inadecuadas.

Tras exponer varios ejemplos en Nicaragua, Costa Rica, Honduras y Colombia sobre avances en el uso de información, ha señalado que la manera de superar los obstáculos es identificando siempre el objetivo y ha planteado la pregunta de cómo de efectiva y eficiente sería la inversión si tuviéramos buenos sistemas de información. «Las soluciones que podríamos articular se multiplican si la información estuviera abierta a todos los actores», ha dicho. En este sentido, conocer la gobernanza local; tener información sobre la operación y mantenimiento de los servicios; medir la sostenibilidad técnica, operativa, económica, ambiental; estratificar e identificar los diferentes grupos de población; y monitorear la prestación de asistencia técnica, son algunas informaciones importantes para no dejar a nadie atrás. «Superar los obstáculos que nos llevan a no tener la información que necesitamos tanto en cantidad como en calidad pasa por entender cómo se toman las decisiones, cómo se trabaja en las instituciones, cómo podamos ayudar a mejorar metodologías y procesos de trabajo. Instalando metodologías que mejoren las cosas de manera natural, conseguiremos que se genere información y datos».

A continuación, Leonellha Barreto Dillón, directora Regional para América Latina y el Caribe del Centro de Emprendimiento en agua y saneamiento (CEWAS), ha hablado del desarrollo de capacidades. «Es ya bien sabido, que contar con capacidades a todo nivel es esencial para alcanzar y mantener el objetivo de desarrollo sostenible 6 de agua y saneamiento», ha dicho. De hecho, la capacidad es la base de todos los demás impulsores del Marco de Aceleración Global de los ODS: sin capacidades, no será posible contar con la gobernanza, financiamiento, data e información e innovación, factores que son necesarios para acelerar el progreso.

Sin embargo, también ha comentado que «la baja importancia históricamente otorgada al saneamiento ha resultado en deficiencias significativas de capacidad en todas las dimensiones del sistema» y que cuando sí hay intervenciones en agua y saneamiento, la inversión tiende a centrarse exclusiva en la infraestructura, descuidando el desarrollo de capacidades para sostener los servicios. Esto ha traído como consecuencia una falta de recursos humanos que está limitando la prestación de servicios de agua, saneamiento e higiene (WASH).

Para lograr el ODS 6 debería haber a nivel nacional un plan de desarrollo nacional con la visión del país que se quiere tener

La situación se empeora, ha dicho, cuando se trata de la prestación de servicios a poblaciones vulnerables, como asentamientos informales y áreas rurales, cuyas diferencias ha expuesto Leonellha Barreto durante su intervención. «Las condiciones en las que estas poblaciones viven son tan particulares, que se requieren capacidades muy específicas para atenderlas». Es fundamental, por lo tanto, entender las características que presentan asentamientos informales y las áreas rurales, para así planificar e implementar programas a largo plazo que permitan desarrollar las capacidades necesarias para atender a estas poblaciones. Así, para lograr el ODS 6 debería haber a nivel nacional un plan de desarrollo nacional con la visión del país que se quiere tener. «El estado del saneamiento a nivel mundial indica que el desarrollo de un sector de agua y saneamiento fuerte requerirá una fuerza laboral más grande y con mejores habilidades», ha concluido.

Además, Florencia Rieiro, oficial de Programas del Dep. de Agua y Saneamiento del Stockholm International Water Institute (SIWI), ha abordado el tema de la innovación, que ha definido como un ecosistema de innovación a un conjunto evolutivo de entidades de recursos tangibles, intangibles, tecnológicos, no tecnológicos, productos y servicios, actividades y modelos de relación, que pueden influir en el desempeño innovador de un actor o un grupo de actores que pueden promoverlo o inhibirlo. «Hace falta innovar para alcanzar una cobertura universal de agua, saneamiento e higiene, y esto se puede alcanzar con nuevas tecnologías, nuevos servicios, o nuevos procesos. Desde el sector del agua y saneamiento no estamos generando un entorno que sea propicio hacia la innovación», ha señalado.

Asimismo, ha planteado algunas propuestas para fomentar la innovación dentro del sector: que el Estado sea el actor principal que pueda priorizar en innovación, I+D+I y diferentes mecanismos; promover políticas de innovación en ASH; una regulación específica sobre innovación; desarrollar fuentes de financiación; crear mesas de trabajo de colaboración y redes; dar a conocer nuevas tecnologías y modelos de gestión; fortalecer capacidades y habilidades del talento humano de los prestadores, reguladores y otros actores del sector en torno a la innovación; y desarrollar incentivos para la adopción de innovación a nivel de prestadores, reguladores, etc. «Tenemos un desafío en la regulación, focalizada principalmente en el cumplimiento de estándares, lo cual muchas veces desincentiva innovar desde la política pública», ha comentado.

A continuación, ha presentado un Plan de acción para fomentar la innovación que se compone de siete puntos: (1) Identificar actores clave; (2) Realizar un diagnóstico del entorno ASH; (3) Realizar un diagnóstico del estado de madurez de los ecosistemas de innovación; (4) Comprender las interacciones que están sucediendo entre los actores clave; (5) Priorizar componentes del entorno ASH y del ecosistema a fortalecer; (6) Identificar mecanismos a corto, mediano y largo plazo; y (7) Implementar una hoja de ruta o plan de acción. Asimismo, ha expuesto el caso de éxito de esquemas diferenciales en Colombia. Se trata de política pública que brinda la posibilidad de que los prestadores de servicios de aguas cumplan de manera diferencial los estándares de servicio y las condiciones técnicas para poder garantizar servicios de agua y saneamiento. «El caso de los esquemas diferenciales y el acueducto aéreo puntualmente en Medellín demuestran cómo una innovación en política pública y en regulación pudo incentivar una innovación tecnológica como es el acueducto aéreo para así poder garantizar el acceso al agua, saneamiento e higiene a toda la población, sobre todo a aquella población en asentamientos informales».

Cerrando este bloque, Nathalie Seguin, secretaria ejecutiva de Redes del Agua, ha hablado de la gobernanza del agua. «Creo que no hay un interés genuino de reducir las desigualdades», ha comenzado y ha justificado estas palabras en las acciones que se realizan hoy en día tanto en cooperación como en inversiones nacionales, donde las inversiones se focalizan donde se tienen muchos beneficiarios. «Muchas veces la cooperación responde a intereses económicos del propio país donante y no se busca realmente fortalecer las capacidades».

Otra barrera que ha señalado es la falta de participación real de todos los actores. «Hay una falta de entendimiento sobre lo que significa invertir, no solo en servicios de agua, saneamiento e higiene, sino en el ciclo del agua», ha apuntado y ha puesto el foco en lo local, donde existe un grave problema de falta de información o comprensión de la misma, ni por parte de los habitantes ni de las autoridades. «Hay una brecha enorme para acceder al financiamiento entre lo municipal y lo estatal, a pesar de tener planes nacionales de agua, esto no llega realmente a nivel municipal», en este sentido, es urgente que se pueda aumentar el nivel político del agua en las agendas políticas no nacionales.

«Hay una brecha enorme para acceder al financiamiento entre lo municipal y lo estatal»

En cuanto a posibles acciones de gobernanza del agua que pueden llevarse a cabo, Nathalie Seguin ha señalado que los proyectos deben contemplar siempre un diagnóstico con las personas para poder integrar los actores locales, principalmente en zonas rurales y periurbanas. «El acompañamiento es fundamental». Asimismo, ha comentado que los gobiernos estatales deben asegurar la información; y que en muchos países de América Latina, por ejemplo, hay un bloqueo entre el gobierno estatal y el municipal.

Tras su intervención, ha tenido lugar un bloque de preguntas en el que la audiencia ha podido trasladar sus inquietudes al respecto en el que los ponentes han aportado también sus reflexiones sobre metodologías para integrar a las poblaciones más marginadas en los procesos de toma de decisiones. Así, han destacado las interrelaciones entre las barreras, ya que se han aportado visiones complementarias pero que giran alrededor de los mismos obstáculos, y se ha señalado la importancia de dar soluciones metodológicas, cambiando las prioridades en el propio trabajo de actores de cooperación. Es importante, han coincidido, pensar de manera interconectada: innovación, capacidades, información, todo es fundamental para la gobernanza.

Es importante pensar de manera interconectada: innovación, capacidades, información, todo es fundamental para la gobernanza

Otro aspecto destacado ha sido la importancia de trabajar a nivel local para no dejar atrás a las poblaciones más vulnerables. En este sentido, José Luis Martín Bordes ha señalado que debe ser una responsabilidad común a nivel local y por parte de las administraciones públicas a nivel nacional el exigir un espacio de diálogo al más alto nivel. Gonzalo Martínez también ha destacado la importancia de conectar esos dos niveles, generando redes de confianza, vías de comunicación entre el nival nacional y local. En el ámbito de la información, ha señalado la necesidad de acercarse a nivel local, para que cualquier sistema de información sea una ayuda y no una carga. En el ámbito del desarrollo de capacidades, es vital capacitar a actores locales, diseñando para la operación y mantenimiento de los servicios.

Se ha hecho hincapié en avanzar hacia estructuras formales de representación de la gestión comunitaria del agua

También se ha hecho hincapié en avanzar hacia estructuras formales de representación de la gestión comunitaria del agua para que actores locales participen de forma eficaz en los espacios de toma de decisión, con reconocimiento legal e inversión en estos modelos de gestión comunitaria del agua. En este sentido, sería importante escuchar a los protagonistas también en eventos de este tipo, dándoles voz.

Por último, la clausura ha estado a cargo de Pedro Arrojo-Agudo, Relator Especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos al Agua y al Saneamiento. «El agua es el alma de la vida» ha dicho y ha hecho hincapié en la defensa del agua a través de los water defenders: «Defender el agua es defender el territorio, la vida y la dignidad de las comunidades». Asimismo, ha hecho referencia al Manifiesto por la Justicia Hídrica logrado en la Conferencia de la ONU sobre Agua celebrada este año, que debe ser la base para todo un camino a desarrollar, reclamando espacios de participación y de reconocimiento a los water defenders como titulares de derecho de los derechos humanos: «Si queremos acelerar el paso en el cumplimiento del ODS 6, es fundamental abrir puentes de diálogo, de reconocimiento y de colaboración».