La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha presentado hoy en Marsella el informe "The Water Challenge: sharing a precious commodity".
La OCDE destacó hoy que las políticas contra la contaminación del agua por los usos agrícolas no han dado resultados satisfactorios en los últimos diez años en sus países miembros, y para cambiar la situación propuso aplicar el principio de que el que contamina paga.
El informe constata que el impacto de la agricultura sobre la calidad del agua se ha agravado en los últimos años y que "son raros" los casos de países en que se hayan producido mejoras notables.
También recordaron que la agricultura "es a menudo la principal fuente de contaminación del agua" y que las acciones para mitigarlo absorben "miles de millones de dólares" pagados por el contribuyente.