"La Cooperación Española siempre va a tener entre sus prioridades el acceso al agua y saneamiento"

La incursión en la política activa fue posterior, con responsabilidades orgánicas en el PSOE hasta que en 2016 fui elegida diputada en las Cortes Generales. Como parlamentaria, tuve el honor de presidir la Comisión de Igualdad y la Comisión de Seguimiento del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género, del Congreso. Haber participado en la negociación y consecución de ese Pacto fue un reto y un gran logro que valoro especialmente, como feminista que soy. Desde julio del año pasado, formo parte del Gobierno de España como secretaria de Estado de Cooperación Internacional, cometido del que me siento honrada y orgullosa, dada la amplia trayectoria de nuestra cooperación, su profesionalidad y por ser un referente en el mundo. Este tiempo, este momento, es decisivo para construir nuestra cooperación del futuro. Y en ello estamos...

¿Qué papel juega el acceso al agua y saneamiento en el marco de la Cooperación Española?

El Plan Director de la Cooperación Española contempla el agua como un elemento fundamental para la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. El acceso al agua y saneamiento son derechos humanos y están en la base de la consecución de múltiples Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pues resulta esencial para la vida al posibilitar, además, una adecuada nutrición y salud.

Por lo tanto, el ODS 6 está presente en la totalidad de los Marcos de Asociación País (MAP) que España firma con sus países socios, especialmente en Centroamérica y África, donde el acceso al agua y saneamiento es una necesidad acuciante y que, a su vez, da acceso a otros derechos, como la sanidad y la educación, primordiales también para el desarrollo humano y social.

El total de volumen de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) y otros flujos oficiales fue de 78 millones de euros en 2020. Destaca en esta inversión lo dirigido a la meta 6.5 de “Mejora de la gestión integrada del recurso hídrico”, un 72% de la AOD, y a la meta 6.1 de “Acceso equitativo e igual al agua potable”, un 13% de la AOD.

En este sentido, los ODS, en especial el número 6, son pilares fundamentales de la Cooperación Española. ¿Cómo describiría el avance en el cumplimiento de este ODS en el mundo?

Según el último informe de progreso en el cumplimiento de los ODS de la ONU, se observa una tendencia positiva, aunque lenta. En lo que respecta a la Cooperación Española, tomando como referencia los MAP de España con sus países socios, observamos que el ODS 6 tiene presencia en la mayoría de estos acuerdos, siendo uno de los objetivos de desarrollo sostenible priorizados, por ejemplo, en los acuerdos con Ecuador, Bolivia, Honduras, Jordania o Perú.

El curso pasado realizamos un estudio piloto sobre indicadores de rendición de cuentas tomando como referencia a diez actores fundamentales en el sistema de la Cooperación Española. Tras estudiar más de quinientas intervenciones (asociadas a la AOD desembolsada en el año 2017), obtuvimos los siguientes resultados: en un año, más de 700.000 personas adquirieron o mejoraron su acceso al agua potable gracias a la Cooperación Española, y unas 50.000 personas tuvieron acceso o mejoraron el saneamiento.

El Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS) surge para hacer efectivos los derechos humanos al agua potable y al saneamiento y contribuir a la consecución de los ODS, en especial el número 6. ¿Cómo evaluaría la trayectoria del fondo desde su creación?

La evolución del Fondo del Agua desde su creación, en 2008, ha sido muy positiva, en todos los sentidos. Los resultados muestran que los programas han beneficiado a más de cuatro millones de personas; de ellas, 3,5 millones han accedido a agua potable y 1,3 a servicios de saneamiento. En términos económicos, se han concedido donaciones por un valor de ochocientos millones de euros, que han logrado movilizar otro tanto por parte de los países socios, logrando una cartera total de 1.600 millones de euros.

Más allá de los datos puramente cuantitativos, me gustaría señalar la importancia del alto nivel de interlocución y la confianza generada con los países socios, así como el impacto que se ha logrado en políticas públicas. En este sentido, se ha trabajado mucho en labores de fortalecimiento institucional y mejora de la gobernanza del agua.

Se han impulsado acciones de desarrollo comunitario para lograr la participación e implicación de las comunidades beneficiarias

Del mismo modo, se han impulsado acciones de desarrollo comunitario para lograr la participación e implicación de las comunidades beneficiarias. Un ejemplo muy claro lo pude ver personalmente durante un reciente viaje a Colombia, en el que visitamos el barrio de Villahermosa, en Cartagena de Indias, y donde se constata la implicación de todo el barrio: desde los más jóvenes, que hicieron un videoclip para promover el uso responsable del agua, a los adultos, que recibieron formación profesional y han iniciado sus propios negocios, pasando por las veedurías –asociaciones locales–, que controlaron todo el proceso de revitalización de la zona.

También se ha trabajado en múltiples aspectos transversales, como género, adaptación al cambio climático o Gestión Integrada del Recurso Hídrico. Se ha puesto especial énfasis en trabajar con un enfoque de género, logrando que las mujeres participen más en los puestos de toma de decisión respecto a los temas de agua (3.000 mujeres forman parte de las estructuras comunitarias de gestión del agua que se han puesto en marcha) e impulsando un marco jurídico e institucional adecuado para la incorporación de planes de igualdad y el empoderamiento económico de las mujeres.

¿Cómo trabaja el FCAS para incentivar la creación de alianzas y la participación de diferentes socios, incluida la empresa privada, en los proyectos de cooperación?

La Cooperación Española promueve la participación de todos los actores e instrumentos implicados en la consecución de los ODS, con el objetivo de maximizar el impacto en el desarrollo, en línea con lo que establece el ODS 17. En este sentido, me gustaría destacar precisamente el intenso trabajo por forjar alianzas que el Fondo del Agua ha realizado en estos años, una amplia red que se ha ido tejiendo junto a organismos y entidades nacionales e internacionales, especialmente de la región de América Latina y el Caribe. En estos momentos, el gran aliado del Fondo es la Comisión Europea, que ha confiado gran cantidad de fondos a la AECID para ejecutar programas de cooperación delegada. A nivel regional, se trabaja estrechamente con las redes iberoamericanas, especialmente con la CODIA (Conferencia de Directores Iberoamericanos del Agua), pero también con la CIMHET (Conferencia de Directores de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Iberoamericanos) y la RIOCC (Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático). De especial relevancia es la alianza estratégica que mantiene junto al BID (Banco Internacional de Desarrollo), que ejecuta los programas multilaterales del Fondo. En España, cabe destacar la asociación con el CEDEX, Centro Español de Estudios Hidrográficos, como entidad de referencia a nivel mundial, con quien se han elaborado diversos documentos y guías en el ámbito del saneamiento, con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) o con el Centro para las Nuevas Tecnologías del Agua (CENTA). Asimismo, el Fondo trabaja estrechamente con la sociedad civil, a través de diferentes ONG, –como ONGAWA o la Coordinadora de ONG– y con organizaciones internacionales como la Alianza SWA (Sanitation for All), de la que forma parte.

Una de las demandas más habituales en el sector es la necesidad de más fondos para la cooperación. ¿Cree que es posible revertir esta tendencia?

Desde la Cooperación Española nos estamos esforzando por revertirla y gracias al incremento de fondos lo estamos consiguiendo. En este sentido, desde 2019 se ha roto la tendencia en cuanto a disponibilidad de fondos para este ODS, observándose un aumento para la inversión desde ese año. Entendemos que, con la previsión de incremento de inversión de fondos de la AOD en más de cuatrocientos millones, la tendencia debería seguir siendo positiva en relación a este ODS estratégico.

El porcentaje de aumento de la AOD entre 2019 y 2020 se ha incrementado en un 24% en relación con este ODS. La contribución de la Administración General del Estado es de un 41%, las Comunidades Autónomas otro 41%, EELL un 15,5% y las Universidades un 2,3%. Por lo tanto, se observa un incremento en intervenciones relacionadas con la línea de acción del Plan Director de la Cooperación Española para apoyar la gobernanza del agua y la gestión de recursos hídricos (meta 6.5 del ODS 6).

Con una ejecución del 87% del presupuesto, la labor del FCAS se centró en 2019 en acompañar la ejecución de los 37 programas en activo, y en la puesta en marcha de los nuevo once programas aprobados en 2018.

En 2019, la Cooperación Española destinó el 2,10% del total de AOD a actividades dirigidas a favor del agua limpia y saneamiento. En diciembre de 2019, el FCAS rebasaba su objetivo inicial de tres millones de beneficiarios, alcanzando los 3,3 millones de personas en América Latina y Caribe.

La innovación es un elemento clave para avanzar en la gestión del agua. ¿De qué manera se están incorporando las nuevas tecnologías en los programas de cooperación de carácter hídrico?

Las tecnologías digitales y la inteligencia artificial están transformando el mundo y pueden ser una herramienta muy útil para abordar las necesidades de las personas más empobrecidas, mejorando el acceso a los derechos humanos al agua y el saneamiento.

El Fondo del Agua, que trabaja precisamente con poblaciones situadas en áreas rurales o periurbanas, generalmente alejadas de las grandes ciudades, ha tenido muy presente estas necesidades y ha apoyado proyectos específicos que permitieran aplicar soluciones tecnológicas innovadoras.

Así, se impulsa el fortalecimiento de pequeños operadores dotándolos de herramientas útiles, como un catastro digitalizado de usuarios, el análisis de indicadores, estudios tarifarios o capacitación para el uso de nuevos softwares. Una de estas herramientas ha sido la plataforma online SIASAR para el seguimiento de los servicios de agua y saneamiento en zonas rurales. Se trata de un sistema que monitorea la cobertura, calidad y sostenibilidad de las redes, permitiendo anticipar problemas y orientar mejor las soluciones. Además, el hecho de contar con un monitoreo regular permite ajustar y mejorar los marcos regulatorios y priorizar actuaciones e inversiones. También se ha apoyado a AquaRating, que facilita que las empresas prestadoras de servicios de agua y saneamiento se autoevalúen y analicen para mejorar sus procedimientos y hacer sostenible su gestión. 

A nivel regional, se ha favorecido la creación de una red virtual de predicción y vigilancia de fenómenos hidrometeorológicos severos en Centroamérica, financiando específicamente la red de detección de descargas eléctricas. Otros apoyos han ido destinados a un sistema de modelización hidrológica para la región –Hydrobid–, que permite prever la oferta y la demanda del recurso en función de los distintos escenarios climáticos. También se ha apoyado el uso de imágenes de satélite para elegir las mejores soluciones en diversas zonas de Guatemala, Nicaragua y Honduras, y Haití; y en Bolivia se trabaja para implementar un centro de innovación y experimentación en aguas residuales.

Pero la innovación no es sinónimo de tecnología exclusivamente. Innovar significa crear algo nuevo o hacer las cosas de forma diferente. Desde el Fondo también se ha fomentado la innovación incorporando a las soluciones, por ejemplo, las técnicas ancestrales de retención de agua por bancales que ya se usaron en tiempos de los incas.

Destaca también por su carácter innovador, aunque no tan técnico, la puesta en marcha de una Lista de Comprobación para el cumplimiento de los Derechos Humanos en proyectos de agua y saneamiento. Se trata de una herramienta concreta y muy práctica desarrollada en el FCAS, con la ayuda de ONGAWA y la colaboración de las Oficinas Técnicas de Cooperación. Es una herramienta de autodiagnóstico que permite analizar en detalle el contenido de los derechos humanos al agua y al saneamiento (DHAyS) en los proyectos.

El cambio climático traerá consigo efectos negativos sobre la disponibilidad del agua en todo el mundo, más especialmente en los países en vías de desarrollo. ¿De qué manera integran los proyectos de cooperación esta variable climática?

La Cooperación Española sitúa la acción climática como uno de los focos principales de acción, y los proyectos de Agua y Saneamiento dan una especial importancia a los asuntos medioambientales, trabajando siempre desde un enfoque de Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH).