Recientemente se ha publicado un estudio en la revista Nature Geoscience que aborda la contaminación de microplásticos en los Pirineos. Los resultados son francamente preocupantes, detectando hasta 366 partículas por metro cuadrado, una cantidad muy similar a la que se puede encontrar en grandes ciudades como París.
Un lugar aislado
Este estudio escogió la estación meteorológica de Bernadouze, en el Pirineo francés, situada a 1.400 metros sobre el nivel del mar y dentro de una zona protegida (Red Natura 2000). Cerca no hay ningún municipio y nos tenemos que desplazar unos cuantos kilómetros para llegar a Vicdessos, una localidad situada más abajo de la estación meteorológica (concretamente a 652 metros sobre el nivel del mar) y con una población de 537 habitantes.
En una zona de montaña con una elevada altitud y lejos de núcleos de población se han encontrado 366 partículas de microplásticos por metro cuadrado
Para encontrar una ciudad de medianas dimensiones nos tendríamos que desplazar unos 25 kilómetros, donde se ubica la ciudad de Foix, con unos 10.000 habitantes. Por lo tanto, la detección de microplásticos no se puede atribuir a los malos hábitos de la población y a su gestión ineficiente. La causa, por lo tanto, podría ser a raíz de la acción de los vientos, las lluvias o las nevadas intensas.
La misma concentración que una ciudad de 12 millones de habitantes
Sorprende y preocupa que, a partir de la recogida de muestras en cinco ocasiones, se encontró una cantidad muy elevada de microplásticos, que sería muy parecida a la detectada en ciudades como París, con más de 12 millones de habitantes- o Dongguan, una urbe china con 8 millones de habitantes.
Con esta investigación cambia la percepción sobre el impacto de la mala gestión del plástico y se desvela que este residuo, que tarda varias décadas en degradarse, puede llegar a cualquier rincón del planeta. Hasta la fecha, pensábamos que sólo en los ríos y mares se acumulaba la mayor cantidad de plásticos y su degradación se producía únicamente en estos entornos.
La llegada de los microplásticos a zonas elevadas se debe a los vientos y las intensas lluvias y nevadas
También cambia, o más bien dicho, se amplía el listado de especies animales afectadas por la presencia de microplásticos. Si hasta ahora eran los animales marinos los más expuestos a estos residuos, ahora las especies de alta montaña también pueden correr el riesgo de ingerir pequeñas partículas que pueden afectar a su salud.