Estrés por altas temperaturas, un nuevo problema derivado del cambio climático.
En las personas, pero también en los animales. Las explotaciones ganaderas intensivas necesitan acondicionar sus granjas y edificios para adecuar las nuevas temperaturas (exceso de calor) cada vez más prolongadas en cada temporada. Ahora los meses de calor son más y extremadamente calurosos. Este factor afecta directamente al manejo de las granjas y explotaciones ganaderas.
El peso, el engorde, el metabolismo, las enfermedades, la falta de adaptación de los animales a las temperaturas anormalmente altas que venimos padeciendo, influyen en el rendimiento y en la rentabilidad del ganadero.
El agua, una buena solución, ¿por qué?
Porque los animales necesitan, entre otras cosas, agua para beber y refrescar el ambiente que respiran y donde viven. Es por esto que el agua toma protagonismo en esta etapa de altas temperaturas.
Cualquier animal necesita beber agua corriente y fresca, además de ser desinfectada y oxigenada para su mayor calidad de vida. Si es tratada sin químicos, ganaremos en salubridad y confort del animal, con el consecuente beneficio en la digestión y transformación de la grasa y carne. Una de las mejores opciones es el ozono, desinfectante biocida autorizado por Sanidad y por los veterinarios, que certifican su efectividad como tratamiento natural y sostenible con el medio ambiente, ya que no genera residuos, envases y rechazo del animal.
Agua para refrescar el aire ambiente donde viven y el que respiran los animales. Una tecnicas M.T.D. exigida por las autoridades, mejorar la calidad y condiciones del aire ambiente y el que se aporta del exterior para ventilar las granjas. ¿Esto cómo se consigue? Existen varios métodos, pero los más comunes para reducir la temperatura son los paneles evaporativos que filtran y refrescan el aire exterior y también otro es, pulverizar agua sobre el aire ambiente interior de los edificios para atenuar la temperatura. Estas opciones pasan por desinfectar el agua a utilizar para evitar contagios por contaminación aérea, ya sean bacterias, virus o legionela.
El ozono y el agua son factores que pueden combatir este estrés por temperatura, mayor calidad en el aire que respiran, el ambiente donde viven y el agua que beben.