Tomando como disparador este hashtag se lanzó en Buenos Aires, en septiembre pasado una campaña cuya finalidad es:
Concientizar acerca de la urgente necesidad de remediar el Río Reconquista.
Estamos haciendo referencia a uno de los cauces de agua más contaminados de todo el mundo. Los campeones olímpicos convocantes fueron: Paula Pareto (medalla de oro en judo, Rio 2016), Santiago Lange (medalla de oro en vela, Rio 20116), Juan Ignacio Gilardi y Lucas Rey (oro en hockey, Rio2016), Sebastián Crismanich (oro en taekwondo, Londres 2012) y Walter Pérez (oro en ciclismo, Beijing 2008), por mencionar algunos, participaron de la iniciativa.
El Río Reconquista forma una cuenca de 1738 km2, que comprende a 18 partidos bonaerenses muy populosos, con casi el 15% de la población del país, unos 4 millones de habitantes: como los de Ituzaingó, San Isidro, Moreno, Morón, Gral. San Martín, Merlo, Tres de Febrero, Tigre, Marcos Paz, Malvinas Argentinas, José C. Paz, Luján, Vicente López, San Fernando, entre otros. Esta cuenca limita al noroeste con la Cuenca del Río Luján, al noreste con la desembocadura del mismo en el Río de la Plata, al suroeste con la Cuenca del río Matanza-Riachuelo y al este con un área donde desembocan los arroyos entubados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Tiene una longitud de 82 km tomado desde las nacientes en la confluencia de los arroyos La Choza y Durazno. Recibe aguas de arroyos como el Horqueta. Se divide la cuenca en tres tramos, el superior o Cuenca Alta, que queda delimitada por la Presa Ing. Carlos F. Roggero, luego se inicia la Cuenca Media. A partir del arroyo Morón, se inicia la Cuenca Baja o Inferior. Desemboca en el río Luján a través de los ríos Tigre y Reconquista Chico, y de un canal artificial conocido como Canal Aliviador.
En este canal contaminado está la “pista nacional de remo”, sin comentarios. Entrenar poniendo en riesgo la salud.
Recientes informes ambientales dan cuenta que el 33% de la contaminación que recibe el río de la Plata lo hace por la cuenca del Reconquista. De las 12.000 industrias que existen en sus costas, al menos 700 tiran residuos tóxicos sin tratar.
En este marco es que alumnos de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) hicieron un recorrido de la cuenca media junto a los docentes de la cátedra de Ecología. Relevaron el hábitat completando un estudio visual y de recolección de muestras en agua y sedimentos.
Los parámetros que debían tener en cuenta fueron:
- Sustrato para la epifauna (troncos, piedras, toscas).
- Acumulación de sedimentos (bancos, islas).
- Alteración del canal (canalización, dragado).
- Sinuosidad del canal.
- Estabilidad de las orillas (erosión).
- Producción vegetal de las orillas.
- Ancho de la zona ribereña con cobertura vegetal.
Toda la información obtenida y las muestras se analizaron en Laboratorio.
Los estudios de los estudiantes confirmaron que “una de las consecuencias de los vertidos de materia orgánica biodegradable en el río, es la demanda de oxígeno disuelto y de nutrientes, lo que produce efectos eutrofizantes en los cuerpos de agua que actúan como receptores. Por otra parte, diversas sustancias inorgánicas como los metales pesados y compuestos orgánicos de alta persistencia ambiental que son volcados al río, tienen efectos tóxicos sobre la salud humana así como sobre la biota en general.”
Esperamos que el compromiso ambiental de las nuevas autoridades permita que podamos,-emulando a Pablo Neruda en “El río” - inspirarnos en el Reconquista y decir:
“Yo entré en .. […] Era
de noche. Temblé escuchando
casi dormido lo que el dulce río
me contaba. Yo no sé
lo que dicen los cuadros ni los libros
(no todos los cuadros ni todos los libros,
sólo algunos),
pero sé lo que dicen
todos los ríos.
Tienen el mismo idioma que yo tengo.
[…] me habla
y entiendo
historias que no puedo repetir.
Hay secretos míos
que el río se ha llevado,
y lo que me pidió lo voy cumpliendo
poco a poco en la tierra.
[…] que reconoce su delicia.
[…]
sueños y pasos que me unían
a la voz del río,
seres en movimiento,
golpes de luz en la historia,
tercetos encendidos como lámparas.
El pan y la sangre cantaban
con la voz nocturna del agua”