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Tal día como hoy, hace 30 años de mi llegada a la Planta Experimental de Carrión de los Céspedes

Sobre el blog

Juan José Salas
MÉDICO DEL AGUA y DOCTOR EN QUÍMICA. 40 años de experiencia en el tratamiento de las aguas residuales, especialmente de los vertidos generados en las pequeñas aglomeraciones urbanas. En la actualidad: Jubilado pero Activo (JpA)
  • Tal día como hoy, hace 30 años mi llegada Planta Experimental Carrión Céspedes

El desembarco y el primer contacto con los compañeros de trabajo

Tal día como hoy, hace 30 años, inicié mi singladura en la Planta Experimental de Carrión de los Céspedes, la que con el paso de los años acabaría convirtiéndose en mi Hospital Universitario del Agua.

Un soleado y caluroso primer día de junio de 1990 me bajé del tren en la estación de este pequeño municipio sevillano, distante unos 30 km de la capital. Pese al calor, iba rigurosamente trajeado y encorbatado y portaba un lustroso maletín negro, lleno de ilusiones y nuevos retos.

Desde la estación hasta la Planta discurre un camino de tierra, bordeado de campos de labor, en aquel momento pintados rabiosamente de amarillo por miles de girasoles en flor.

Desconocía que mi caminar estaba siendo observado con curiosidad por alguien, que luego me acompañaría en esta maravillosa aventura, y que en aquellos momentos se preguntaba para sus adentros: ¿quién será y que querrá el del maletín?

Una vez en la entrada de la Planta, la expresión de la cara de este observador, al mirarme de arriba abajo, me dejó muy a las claras que el traje y la corbata no iban a formar parte habitual de la indumentaria en mi nuevo trabajo.


Entrada a la Planta Experimental en 1990.

Llegado el momento de las presentaciones, al decirme que era el operario y que se llamaba You, tuve el presentimiento, luego confirmado, de que esta persona nunca dejaría de sorprenderme. Que lo llamen a uno You en un pequeño pueblo del Aljarafe sevillano, cuando en realidad se llama Manuel, sin duda que imprime carácter.

Al poco se presentó Ramón, quien iba a ser mi compañero y, que con el paso del tiempo, sería mi amigo.

En tan sólo unos minutos había conocido a la totalidad de la plantilla, y fueron bastantes los años en los que los tres, con mucho esfuerzo, pero con más ilusión y ganas, fuimos escribiendo las primeras páginas de esta bonita historia, que hoy cumple años.

Ramón se encargaba de la parte técnica, You del mantenimiento y yo supervisaba los sistemas de tratamiento implantados y llevaba a cabo su pertinente control en el laboratorio.

Tan exiguo personal exigía que muy habitualmente olvidásemos nuestros cargos y roles y que todos a una colaborásemos en la extracción de una bomba atascada, o en la limpieza a fondo de las instalaciones ante el anuncio de una visita.

Antes de finalizar este apartado, si se ha preguntado lector por qué llegué en tren mi primer día de trabajo, le diré que no me gusta conducir, pero pronto, dada las escasas comunicaciones ferroviarias de Carrión, no me quedó otra opción que coger el coche. Hoy, después de 30 años, calculo que habré hecho unos 500.000 km sólo en ir y volver al trabajo. Distancia suficiente para llegar a la luna y para casi la mitad del regreso.

El origen de la Planta Experimental de Carrión de los Céspedes

Para hablar del origen de la Planta tenemos que remontarnos a 1987, año en el que la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía (COPT), consciente de las dificultades del saneamiento en esta comunidad, por la gran cantidad y dispersión de municipios pequeños y con escasos recursos económicos, firmó con la Empresa Nacional de Ingeniería y Tecnología S.A. (INITEC), un Convenio Marco de Cooperación para la realización en Andalucía de un "Plan de Investigación, Desarrollo y Experimentación de Tecnologías de Bajo Coste para la depuración de aguas residuales".

Parémonos un momento y reflexionemos brevemente sobre lo que acabo de escribir. Estamos hablando de que ya en el año 1987 Andalucía era consciente de que la depuración de los pequeños municipios iba a requerir un enfoque diferenciado, y que se planteó realizar un Plan de Investigación, Desarrollo y Experimentación en la materia. ¡Esto sí que es ser pioneros!

Andalucía fue pionera en la depuración de pequeñas poblaciones

El Plan, muy bien estructurado, constaba de tres fases, alimentando cada una de ellas a las siguientes.

En la Primera Fase del Plan, y como siempre que se empieza algo nuevo, era preciso documentarse. No olvide que estamos hablando del año 1987 y que en aquellas fechas, nuestro inseparable hoy en día Google, ni estaba, ni se le esperaba. Por ello, fue necesario visitar países en los que, ya hacía tiempo, se aplicaban tecnologías diferentes al tratamiento de las aguas residuales. En concreto se visitaron instalaciones en Francia e Israel.

De vuelta a casa, una vez comprobada la existencia de alternativas tecnológicas para la depuración de las aguas residuales generadas en las pequeñas poblaciones, y que estas alternativas podrían tener muy buen encaje en el territorio andaluz por sus bondades climáticas, es cuando dos visionarios, Manuel Rus (COPT) y Román de Río (INITEC), se plantearon la siguiente pregunta: ¿por qué no contar con una instalación en la que poder implantar a escala piloto estas nuevas tecnologías, al objeto de fijar sus parámetros de diseño para las condiciones propias del territorio andaluz, a la vez que para poder enseñarlas a técnicos y al público en general?

La respuesta a esta pregunta dio lugar, dentro de la primera Fase del Plan, a la construcción de la Planta Experimental de Carrión de los Céspedes (PECC), a la que cariñosamente el Médico del Agua llama en ocasiones la “Disneylandia del agua”.

Bien, ya se había comprobado la existencia de tecnologías alternativas de tratamiento y se iba a contar con un lugar único y privilegiado para analizarlas e investigar sobre ellas en profundidad, pero se planteaban dos problemas importantes, que era necesario resolver:

  • Se desconocían las características (caudales y concentraciones) de las aguas residuales generadas en las pequeñas poblaciones andaluzas, y sin conocer la materia prima, no era posible su correcto tratamiento.
  • Se era consciente de que las unidades piloto implantadas en la PECC iban a operar mucho más supervisadas y controladas que una instalación real ubicada en una pequeña población, en la que si los operarios iban una vez a la semana, era para darse con un canto en los dientes.

A ambos problemas vino a dar respuesta la Segunda Fase del Plan. Por un lado, llevando a cabo una exhaustiva campaña de Tipificación de Vertidos, de dos años de duración, en una veintena de pequeños municipios andaluces, repartidos por todo el territorio y con diferentes presencia de aguas no domésticas, generalmente de origen agroindustrial.

Por otro, se llevó a cabo un Plan Piloto, consistente en la construcción de estaciones depuradoras a escala real en distintos municipios andaluces, en las que se implantaron las tecnologías más adecuadas estudiadas previamente en la PECC. La construcción de estas depuradoras piloto corrió por parte de la Junta de Andalucía, poniendo los Ayuntamientos afectados los terrenos necesarios, mientras que desde la PECC se realizaba el seguimiento de las instalaciones.

Inicialmente fueron ocho las instalaciones piloto, pero este número se fue incrementado notablemente a lo largo de la ejecución del Plan.

Todo el trabajo realizado en las dos fases anteriores, debía conducir en la Tercera Fase a la redacción de un Plan Director, que junto a la definición de la solución de depuración concreta para cada pequeña población andaluza, recogiese las posibilidades de financiación, los costes de operación y mantenimiento y las tarifas subsiguientes.


Fases del Plan  de Investigación, Desarrollo y Experimentación de Tecnologías de Bajo Coste para la depuración de aguas residuales.

La Planta de Carrión de los Céspedes a mi llegada

Tras un largo y exigente proceso de selección, se eligió el municipio de Carrión de los Céspedes para acoger la Planta Experimental, por reunir los siguientes requisitos:

  • Tratarse de una población pequeña (2.500 habitantes). Si vas a estudiar la depuración a pequeña escala debes partir de aguas generadas en pequeñas poblaciones, que presentan características propias muy diferentes a las de las de poblaciones grandes.
  • Sus aguas residuales eran típicamente domésticas, sin componente industrial que afectase al resultado de las investigaciones.
  • Estar bien conectado para facilitar las visitas a sus instalaciones. Carrión de los Céspedes se ubica junto a la Autovía A-49, a unos 30 minutos de Sevilla.
  • La idea había tenido una muy buena acogida por parte del Ayuntamiento. Buena acogida que ha sido recompensada a lo largo del tiempo, pues la Planta Experimental siempre ha llevado con orgullo el apellido “de Carrión de los Céspedes”, y es así como se la conoce fuera de nuestras fronteras.

A mi llegada, la PECC ocupaba una extensión total de 21.000 m2 (en la actualidad ha duplicado esta superficie), tenía capacidad para tratar la mitad de las aguas residuales generadas por la población (hoy trata la totalidad de estas aguas), y contaba con los siguientes sistemas de tratamiento:

  • Filtro Verde: esta instalación de depuración natural a través del terreno, ocupaba una superficie de 3.300 m2 y estaba plantada de chopos.
  • Filtros de Turba: se instalaron 6 unidades de filtración, de 25 m2 de superficie unitaria, que aprovechaban las propiedades de absorción/adsorción de este carbón natural, para el tratamiento de las aguas residuales.
  • Lagunaje: ocupaba una extensión total de unos 1.500 m2, y contaba con dos Lagunas Anaerobias dispuestas en paralelo, a la que seguía una Laguna Facultativa que, a su vez, alimentaba a dos Lagunas de Maduración dispuestas en serie. Como opción alternativa a las Lagunas Anaerobias, se contaba con un Reactor Anaerobio de Lecho Fijo (conocido como el “Fiestas”, en recuerdo a su diseñador).
  • Contactores Biológicos Rotativos: constituían los tratamientos más sofisticados en esos momentos, y estaban representados por un Biodisco y por un Biocilindro, de construcción totalmente artesanal.

En el caso del Biocilindro pude aprender, de primera mano, que el giro del material soporte que contiene provoca su degradación paulatina, pues fueron muchos los metros de tubería corrugada que tuve que cortar para ir rellenado los huecos que se iban produciendo. Algún callo en mis manos, aun me recuerda esos tiempos, pero ¡para eso está una Planta Experimental!

  • Escorrentía superficial: consistente en un canal de 60 m de longitud y 1 m de ancho, en el que se plantaron juncos y aneas, y por el que circulaban superficialmente las aguas a tratar.
  • Parcela de reutilización: parte de la superficie ocupada por la Planta había sido con anterioridad un vivero de claveles, cultivados por mi bien amigo Juanito “Clavel”, por lo que a la hora de plantearse unos ensayos iniciales de reutilización de las aguas tratadas, que mejor que recuperar este vivero. ¡Nunca estuvo mi esposa mejor atendida de flores! 
  • A estos tratamientos se sumaban unos estanques destinados al cultivo de lenteja de agua (Lemna) y de algas, a modo de tratamiento terciario, y otro para la cría de peces.

La planta contaba igualmente con un edificio multiusos (mi querido octógono, que aún perdura), que albergaba las oficinas, el aula de formación y de recepción de visitas y el laboratorio. Con relación a este último, que iba a ser el centro de mi trabajo, a mi llegada comprobé con desazón que los magníficos equipos que aparecían en las fotos de la inauguración de la PECC eran puro atrezo. Por ello, nuestro primer viaje fue a la sede de INITEC en Madrid, para poder equiparlo convenientemente, a la vez que nos hicimos con nuestro primer equipo multiparamétrico, para las mediciones "in situ".

Las instalaciones se completaban con una estación meteorológica, simple al principio, pero que acabó convirtiéndose en estación oficial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), y que nos permitía determinar bajo que condiciones (temperaturas, radiación solar, pluviometría, evaporación), se llevaban a cabo las investigaciones.

Las figuras adjuntas muestran el diagrama de flujo inicial de la PECC y una foto área de aquellos tiempos.


Diagrama de flujo original de la Planta Experimental.


Vista aérea de la Planta Experimental  en sus orígenes.

Como habrá podido comprobar, la PECC en sus orígenes era una instalación bastante modesta, pero peso a ello reunía una serie de características que la hacían única en su género:

  • Todos los tratamientos se ensayaban bajo las mismas condiciones: misma agua residual, misma climatología, mismo laboratorio y mismos técnicos y operarios, lo que permitía la justa comparación de unas con otras.
  • Se trabajaba con agua residual real de pequeña población, con toda su idiosincrasia asociada.
  • Se podrían combinar las tecnologías implantadas de formas diferentes, lo que potenciaba enormemente las posibles investigaciones.
  • Los pilotos tenían un tamaño considerable, por lo que no se trataba de investigaciones a escala laboratorio.

A estas peculiaridades, se fueron añadiendo con el paso del tiempo:

  • El convertirse en un centro que permite contemplar un gran número de tecnologías de tratamiento en operación con tan sólo una visita.
  • El constituirse en un enclave único para la formación en materia de tratamiento de aguas, donde los alumnos pueden ver “en vivo” lo que se le está explicando

Enclave único para la formación, donde los alumnos pueden ver en vivo lo que se les explica

Las visitas a las instalaciones

Desde el comienzo se tuvo muy clara la importancia que iban a tener las visitas a las instalaciones de la PECC. En los 30 años de existencia han sido miles las personas que nos han visitado, integradas en colectivos muy variados de: técnicos, políticos, universitarios, escolares, periodistas, grupos ecologistas, jubilados, etc. De algunos de estos visitantes hemos tenido la satisfacción de escuchar, tiempo después, que esta visita les sirvió para cambiar sus perspectivas laborales.

Pero los comienzos de las visitas técnicas no fueron fáciles, eran momentos en los que en el mundo del tratamiento de las aguas residuales imperaba el axioma de “a mas hormigón, más depuración”, por lo que predicar la buena nueva de unas tecnologías naturales, y por tanto “deshormigonadas”, entrañaba el riesgo de acabar acusado de anatema. Afortunadamente, el tiempo ha ido dando y quitando razones en este tema.

Desde el inicio, las visitas a nuestras instalaciones son totalmente personalizadas, venga quien venga, con dos preguntas claves a la llegada: ¿qué quiere ver? y ¿de qué tiempo dispone?, que condicionan el alcance y duración de las mismas.

Sería más cómodo contar con un vídeo de las instalaciones, pero preferimos este trato más personalizado y las encuestas que realizamos, hoy por hoy, nos dan la razón.

En la primera de las fotos siguientes, si me conoce personalmente podrá comprobar los estragos del paso del tiempo. La segunda es de mis visitas preferidas y más temidas: los niños nunca dejan de sorprenderme con sus preguntas, que a diferencia de las de los mayores, a veces me cuesta responder.


Visitas a las instalaciones de la Planta Experimental.

Estimado lector, cuando empecé a imaginar este post pensaba articularlo en tres entregas, uno por cada decenio transcurrido, pero me he puesto a escribir y cuando me he dado cuenta llevo ya más de 2.000 palabras sólo para los primeros años. Compréndalo, son muchos los recuerdos que se me agolpan en el teclado, cuando me pongo a hablar de algo que representa tanto para mí.

Son muchos los recuerdos que se me agolpan en el teclado, cuando me pongo a hablar de algo que representa tanto para mí.  

Lo dejamos aquí y en la próxima entrega seguiremos hablando de los comienzos de la PECC: la implantación de los primeros equipos de empresas, las primeras estancias de alumnos, la llegada de la Fundación CENTA y relataré alguna que otra anécdota divertida.

P.D. Si desea felicitarme el cumpleaños laboral, pinchar el corazón azul sería un magnífico presente, ¡GRACIAS!