Es impresionante la capacidad que tenemos en España de hacer nuestros eventos típicos de EE.UU. Hace unos días podíamos ver a miles de niños disfrazados de esqueletos, brujas o calabazas diciendo “truco o trato” con una normalidad pasmosa, como si lleváramos generaciones y generaciones celebrando Halloween.
El próximo evento, con el que ya nos están machacando desde cualquier lugar que vende algo, es el Black Friday, otra de las odas al consumismo que, como persona preocupada por el planeta y sus recursos finitos, me veo obligado a rechazar.
Como parte de ese rechazo propongo hacerle la competencia al consumismo y, aprovechando que el Día Mundial del Saneamiento queda cerca, nombrar al viernes previo al 19 de noviembre como el Brown Friday, ampliando así los momentos para la reivindicación del Derecho Humano al Saneamiento.
Para este primer Brown Friday, he elaborado mi lista de deseos. Aunque es larga, todos son el mismo. Por resumir, lo que quiero es que todos y todas, en todo el mundo, en cualquier parte, tengan al alcance de la mano un lugar para hacer sus necesidades que sea higiénico, limpio y asegure la privacidad.
No me parece que pida la luna, ¿verdad?