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"El cambio climático ya afecta al Derecho al Agua. Tenemos que dejar de pensar en tiempo futuro"

Sobre el blog

Jorge Castañeda Pastor
Activista multi-causa. Aquí me muevo por los derechos humanos al agua y el saneamiento
  • " cambio climático ya afecta al Derecho al Agua. Tenemos que dejar pensar tiempo futuro"

María Mancilla es investigadora en el Centro de Resiliencia de la Universidad de Estocolmo, en Suecia, donde desarrolla un proyecto de post-doctorado sobre la gestión del agua en Brasil y Perú, en cuencas que sufren por la falta de saneamiento apropiado. María es la protagonista de la novena conversación en azul y marrón. 

Pregunta: ¿Qué opinas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en general y del número 6, el de agua y saneamiento, en particular?

Respuesta: Los objetivos de Desarrollo Sostenible son muy nobles y por supuesto todos queremos que se consigan. Cumplen diversos roles que son importantes, entre los cuales destaco el de llamar la atención sobre problemas que persisten en la agenda global desde hace décadas. El problema que subyace, en estos y otros acuerdos globales, es que no se explora las razones por las cuales esos problemas siguen existiendo, y en particular no se investigan las dinámicas de poder y desigualdad que los producen y los perpetúan. El caso del objetivo seis no es diferente. Además, aunque sea muy llamativo proporcionar cifras globales de carencias para resaltar lo grave de estos problemas, este tipo de mensajes tiende a ocultar las diferencias regionales y sub-regionales. Al presentar problemas como “globales” parece que las responsabilidades son equitativamente compartidas.

P: ¿Cómo afectarán factores como el crecimiento de la población mundial y la urbanización en el objetivo de alcanzar el acceso universal al agua en 2030?

R: No creo que haya factores “objetivos”, o “fijos”, o “neutros”, que es como se tiende a presentar el crecimiento de la población –como si se tratase de una ecuación matemática: si la población crece habrá menos recursos para todos. Esta argumentación, es, desde mi punto de vista, falsa. Depende de cómo se organice esa población, de cómo se distribuyan los recursos existentes, la riqueza que ya existe y que hoy se encuentra concentrada. La urbanización se puede analizar desde la misma lógica, habría que definir de qué tipo de urbanización estamos hablando, saber si la dicotomía urbe/rural es válida o si queremos reinventar urbes más sostenibles.

P: ¿Y el cambio climático? ¿Qué efectos tendrá en el Derecho Humano al Agua?

R: El cambio climático es un problema que ya afecta el Derecho Humano al Agua. Tenemos que dejar de pensar en tiempo futuro sobre el cambio climático, porque es un problema muy presente en muchas partes del mundo, yo diría que en la gran mayoría. Los fenómenos de sequía, inundaciones y temporales extremos interfieren con la gestión y la provisión de agua. Es importante que las inversiones en adaptación al cambio climático desde la perspectiva de gestión del agua crezcan.

P: ¿Existe competencia entre el uso del agua para consumo humano y otros usos? En caso afirmativo, ¿cuáles destacarías?

R: Por supuesto. Depende desde dónde estemos hablando debemos destacar unos usos u otros. Se piensa mucho en términos cuantitativos sobre la competencia entre usos, y de hecho, se piensa en la gestión del agua como un “reparto” entre estos. Creo que es importante también llamar la atención sobre los problemas cualitativos, el agua se puede tratar, obviamente, pero tenemos que tener presentes las capacidades de tratamiento de diversos gestores. Por ejemplo, el tratamiento de aguas contaminadas por la minería informal no es sencillo, y si entran el ciclo de provisión para el consumo, puede tener consecuencias graves sobre la salud.

P: ¿Qué deberían hacer los gobiernos del Norte para alcanzar el acceso universal al agua y el saneamiento? ¿Y los del Sur?

R: Conozco más las problemáticas del sur que las del norte, pues es donde trabajo. Es un tema difícil porque la competencia sobre estas cuestiones suele ser municipal, y los municipios del sur sufren de grandes deficiencias en términos de presupuesto y de estabilidad de los funcionarios presentes en sus puestos. Claro hay excepciones y técnicos muy competentes, pero de manera general, este es un gran problema. Las inversiones en agua y saneamiento son caras y los proyectos tienen plazos que van más allá de los términos electorales, por tanto, es difícil que un alcalde le dé prioridad a estos temas. Los gobiernos –como gobiernos nacionales– deben tratar de facilitar estas inversiones, trabajando con los técnicos locales que son los que mejor conocen las necesidades e incluso las opciones tecnológicas más apropiadas para ellos. Se ha trabajado mucho, en cooperación, con las necesidades iniciales, como puede ser la construcción de una planta de tratamiento de agua, pero se ha de tener en cuenta las posibilidades de pequeños municipios para asegurar la sostenibilidad de dichas plantas. En lo que respecta a los gobiernos del norte, creo que es esencial asegurarse de que las personas más necesitadas obtengan subvenciones para poder obtener o mantener el acceso a estos servicios.

P: ¿Qué podemos hacer como ciudadanía para contribuir a que los derechos humanos al agua y al saneamiento sean una realidad universal?

R: La ciudadanía es un concepto que engloba muchas realidades. Tal vez convenga pensar en ciudadanías. Creo que se pueden asumir diversos roles, desde la solidaridad de barrio con personas en situación de precariedad, pasando por las juntas vecinales que se mantengan alerta sobre el estado de estaciones de tratamiento, a movimientos más globales que pidan apoyo a los países del sur para que puedan cumplir con sus metas o exigiendo inversiones en investigación sobre diversos tipos de plantas de tratamiento,… Creo que como ciudadanías podemos reflexionar sobre nuestro entorno y tratar de establecer vínculos entre nuestra realidad cotidiana y estos objetivos globales, que es algo que algunas agencias de las Naciones Unidas como la UNESCO o UNICEF han tratado de hacer y –de animar a las ciudadanías a que hagan– estos últimos años con diversas campañas mediáticas. Destaco también el rol de muchas ONG, asociaciones y educadores en general para hacernos reflexionar sobre cómo podemos traducir nuestra conciencia de estos problemas en diversas acciones.


Si queréis "ponerle cara" a María, os dejo una foto suya:


Muchas gracias, María, por tu colaboración.


La imagen de María es propiedad del Stockholm Resilience Centre.