Según un reciente informe de UN Water, actualmente 2.200 millones de personas carecen de servicios de abastecimiento de agua potable gestionados de forma segura, y 785 millones de personas carecen incluso de servicios básicos de agua potable, de los que 8 de cada 10 viven en el ámbito rural. En algunas regiones la situación incluso empeora con el tiempo en valores absolutos: en África subsahariana, por ejemplo, el número de personas que carecen de agua segura ha aumentado en más del 40% desde el año 2000 hasta 2017. Y gradualmente la situación se verá agravada a raíz del cambio climático
El mencionado informe resalta que haría falta cuadruplicar los esfuerzos actuales para conseguir en 2030 el acceso universal al agua segura.
En este 22 de marzo, Día Mundial del Agua, la ONU nos invita a reflexionar sobre los valores del agua.
En realidad, creo que no debería ser necesario lanzar esta cuestión, pues si preguntas las razones por las que el agua es importante, cualquier persona sería capaz de aportar numerosas respuestas.
Su importancia para la vida, la salud, la alimentación… hizo que en 2010 fuera reconocida por Naciones Unidas como un derecho humano, pero la situación actual del ODS6 de agua y saneamiento evidencia que, lamentablemente, resulta imprescindible recordar los valores del agua.
Como podemos comprobar en el vídeo de este post, Pedro Arrojo-Agudo, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos al Agua y al Saneamiento, nos invita a prestar atención a lo que el agua representa para las mujeres, y a superar el papel de víctimas que en muchas ocasiones se les asigna, para resaltar su rol activo en el sector del agua y saneamiento.
A este llamamiento hemos tratado de responder desde ONGAWA, ECODES y Alianza por la Solidaridad, impulsando la Campaña #AguaEnFemenino para visibilizar la lucha diaria por el agua de las mujeres en todo el mundo (síguela en redes).
De sobra es conocido que la falta de acceso al agua en condiciones adecuadas afecta desproporcionadamente a mujeres y niñas, como es el caso del tiempo empleado en recoger agua para sus familias en muchas zonas del planeta.
Pero hoy no queremos centrarnos en las injustas y desiguales implicaciones de la falta de acceso al agua (no lo olvidamos y seguiremos trabajando en ello). Hoy queremos resaltar el rol de mujeres activas en este ámbito, conscientes de los problemas del agua y que alertan de los mismos.
Mujeres transmisoras del valor del agua para la vida, la familia, las comunidades, las tradiciones y culturas. Mujeres, como dice el Relator, poderosas defensoras del Derecho Humano al Agua.
Podríamos decir muchas cosas más, pero nada mejor que escucharlas a ellas en este video.
